Desafíos múltiples para Internet de las Cosas

    Por Leandro Africano

    La idea de Internet de las cosas fue presentada en 1999 por Kevin Ashton, un investigador británico que por aquellos años trabajaba en el Massachusetts Institute of Technology (MIT), como cofundador y director ejecutivo del Centro de Auto-ID desarrollando un sistemas de sensores e identificadores de radio frecuencia (RFID).

    Aunque Ashton mencionó por primera vez Internet de las cosas en una presentación que hizo a Procter & Gamble en 1999, la idea había estado en desarrollo durante décadas. El primer dispositivo con estas características, por ejemplo, fue una máquina expendedora de Coca-Cola en la Universidad Carnegie Melon a principios de 1980. Los programadores podían conectarse a la máquina a través de Internet, comprobando el stock de productos y determinando si había o no había una bebida fría antes iniciar el viaje hasta la máquina.

    Hoy se sabe que todos los tipos de aparatos domésticos comunes pueden ser modificados para trabajar en un sistema IoT (Internet of Things). Planteado así, desde esa primera invención en la Universidad Carnegie Mellon, la IOT se ha convertido en una sofisticada red de dispositivos y máquinas diseñadas para hacer obtener información y promover la simplicidad y eficiencia en su uso. Según cálculos de Cisco, 300.000 nuevos objetos se conectan a Internet por hora y 30 millones de dispositivos se conectan a Internet cada semana y para 2020 habrá más de 50.000 millones de dispositivos conectados, lo que marca una rápida adopción en promedio de la infraestructura digital, cinco veces más rápido que la electricidad y la telefonía.

    Internet de las cosas se refiere a la idea de que todos los objetos físicos de la cotidianeidad, desde la maquinaria doméstica hasta los automóviles y los equipos de resonancia magnética, tendrán sensores incorporados y estarán conectados a Internet. Estos dispositivos consumirán, generarán y comunicarán información, convirtiendo al mundo en un centro de datos gigante. Así es como IDC prevé que en cinco años bajo el concepto de IoT se generará un mercado global de US$ 7.100 millones motorizado en 70% por los países altamente desarrollados. Es preciso aclarar que cuando se habla o se escribe IoT, las noticias se centran en el tema del dispositivo. Se piensa en un futuro con robots autómatas, los coches conectados a servicios en la nube y la automatización de cada elemento del hogar. Sin embargo, eso es solo una pequeña parte de su potencial.

    Toda esta conectividad representa una nueva oportunidad para las empresas que pasan de la venta de productos a ofrecer una gama completa de servicios, para el consumidor final, pero fundamentalmente para las empresas. Internet de las cosas es visto entre muchos inversores, conglomerados de tecnología y bancos de inversión, como la oportunidad más grande desde que los smartphones y tablets surgieron generando una revolución en el mercado.

    En este contexto varias marcas comenzaron a sentar su posición sobre IoT. Así fue el caso de la compañía surcoreana Samsung que recientemente presentó en un evento llevado a cabo en Mónaco toda su familia de productos que ofrecerá en América latina. La compañía aprovechó un encuentro de negocios con distribuidores de retail realizado en Mónaco para dejar en claro cuál es su postura frente a este nuevo concepto. Mario Laffitte, vicepresidente de Marketing y Asuntos Institucionales de Samsung para América Latina, explicó que la visión de compañía para hacer negocios sobre Internet de las cosas se basa en “lograr sistemas abiertos, compatibles entre todas las marcas y que incluya servicios colaborativos para lograr un mercado de escala. Tenemos la misión de hacer que Internet de las cosas tenga al ser humano como centro y no a cada nuevo dispositivo que se desarrolla, porque de los contrario será una oportunidad de corto plazo”.

    Esta idea de negocio coincide con la desarrollada en telefonía celular y tablets donde la compañía apostó fuerte a una plataforma abierta como Android y a desarrollar el ecosistema de desarrolladores y aplicaciones que le agreguen valor y funcionalidad a los dispositivos.

    Business to business

    Con una mirada más amplia, así el concepto de IoT abarca un universo mucho más grande que el doméstico y consumidor final y tal vez menos visible en el uso cotidiano, pero sí en los negocios: vehículos autónomos, plataformas petroleras, sistemas para reducir el consumo energético, entre otros. Los usos de sensores, un componente en casi todos los dispositivos conectados, son infinitos. Se espera que estén en casi todas las categorías de productos, desde semáforos y plazas de estacionamiento hasta en motores a reacción y neumáticos, en la salud, en la educación. Según Deborah Koch, gerente de Northern Trust’s “no solo se trata de una inversión en tecnología. Esta tendencia aumentará la productividad como un todo que está impulsando la economía en su conjunto”.

    General Electric ha calculado en un reciente informe que 3 millones dispositivos conectados y ofreciendo información en la base industrial norteamericana pueden lograr una optimización de procesos que consiga un ahorro de 1% en los procesos que podría equivaler a un total de US$ 226.000 millones a lo largo de 15 años. Por ejemplo, GE argumenta que se podrán eliminar los tiempos de inactividad no programados de grandes maquinarias, de tal forma que el mantenimiento preventivo se realice en función del estado real de los activos industriales en lugar de estimaciones sobre su estado.

    En vez de centrarse en los productos finales, muchos inversores están apostando a los proveedores. Después de todo, alguien tiene que ocuparse de los miles de millones de chips que hacen posible las conexiones. Por ejemplo, la industria automotriz mundial hoy compra 8% de los semiconductores (chips).

    Qualcomm es uno de los mayores fabricantes de chips del mundo y por eso se convierte en un jugador importante. Su reciente adquisición de la compañía de semiconductores británica CSR en US$ 2.500 millones indica su intención en el mercado de Internet de las cosas. CSR vende chips para automóviles, impresoras y audio inalámbrico, nuevos mercados que según el CEO de Qualcomm, Steven Mollenkopf, impulsará el crecimiento anual de la empresa, pasando de 8% a 10% de participación mundial en los próximos años.

    ARM Holdings está en camino de convertirse en un jugador clave de los dispositivos conectados. La mitad de los 10.000 millones de chips que sus distribuidores vendieron el año pasado fueron por artículos no móviles como electrodomésticos. En octubre de 2014 la compañía introdujo un chip diseñado específicamente para su uso en máquinas fabriles, vehículos y hogares inteligentes.

    John Chambers, CEO de Cisco ha apostado el futuro de la compañía en lo que llama “Internet of Everything”, introduciendo más de 800 nuevos productos vinculados con este concepto, como redes inalámbricas para yacimientos mineros y plantas manufactureras. Hay que pensar que todos los objetos conectados, sean termostatos, cafeteras o aires acondicionados, necesitan conectarse a la red y nuevamente la empresas de conectividad tendrán sus chances.

    La hora del software

    Siguiendo esta lógica, una vez que las empresas de hardware se posicionen, los jugadores de software serán las responsables de darle un sentido a esos objetos conectados. En las últimas semanas se dio a conocer que Intel adquirió la empresa alemana Lantiq con la que desea desarrollar soluciones para los hogares conectados a través de xDSL, LTE y fibra óptica y para Internet de las cosas

    Otro caso paradigmático es John Deere que está transitando desde un proveedor de maquinaria agrícola a un asesor en negocios del agro. La compañía ha implantado sensores en las últimas líneas de productos y ha generado un gran volumen de información sobre el rendimiento y mejores prácticas de uso de sus equipos que se convierte en datos valiosos para el productor. Si se analiza esa información con herramientas precisas este tipo de empresas podrán ser proveedores de servicios además de equipamientos.

    Otro caso emblemático es la minería donde se toman los datos de las personas, las máquinas y los procesos para dar respuesta a los cambios ambientales en tiempo real y garantizar un mantenimiento óptimo de la maquinaria, mejorar los cronogramas y optimizar la cadena de suministros. Asimismo, en la exploración de gas de esquisto, el tiempo improductivo representa más de 30% del costo de las perforaciones. Los sensores de los elementos de perforación, de las bombas semi sumergibles y de otros equipos están suministrando datos en tiempo real que mejoran la eficiencia, reducen el impacto ambiental y bajan los costos operativos.

    Una de las cuestiones que se está aclarando en el panorama de IoT es que los negocios basados en este concepto necesitan una marca insignia que los impulse. En este sentido el sitio de comercio electrónico chino más grande del mundo, Alibaba, desarrolló una aplicación móvil llamada Ali-Smart especialmente diseñada para la denominada casa-conectada. Según informaron fuentes de la compañía, los usuarios podrán controlar con este software sus electrodomésticos remotamente a través del celular o tableta.

    Ali-Smart estará disponible inicialmente para la última versión de los smartphones MX4 fabricados por la compañía también china Meizu. De esta forma Alibaba se suma a otros gigantes alrededor del mundo que ya han ingresado al mercado de la casa conectada e Internet de las cosas como Apple con su HomeKit o Google con la compra de Nest Labs.

    Aun así, esta industria todavía tiene que trabajar en determinar ciertos estándares y protocolos que permitan la integración en la comunicación entre la amplia variedad de dispositivos móviles, aplicaciones y objetos conectados. La tecnología implementada en Ali-Smart se ha desarrollado en conjunto con los fabricantes de electrodomésticos. Para esto, Alibaba cuenta con más de 100 partners entre los que se destacan Hisense, BeiAng, y Aux Group que fabrican desde aires acondicionados hasta routers y calentadores de agua.

    “La era de la casa inteligente no se instalará hasta que los electrodomésticos y los datos que estos generan puedan ser bien conectados con el sistema de big data”, expresó Chen Lijuan, Senior Director de Ali-smart. Lo que hasta el momento logra esa conexión entre dispositivos y objetos son los llamados “hub” que permiten su integración y control y que, por ahora, en general se utilizan los smartphones para este fin.

    De acuerdo con un paper realizado recientemente por Accenture sobre IoT, la posibiliad de analizar el volumen de información que generará IoT y que proviene de los sensores y de eventos en tiempo real debe generar una ventaja competitiva en las compañías que podrán predecir situaciones más que llevar a cabo el análisis histórico. En realidad, la lectura de datos masivos está haciendo que el análisis descriptivo o histórico (¿qué pasó y por qué?) evolucione hacia un análisis prescriptivo (¿qué pasará y cuál es la mejor conducta a tomar?).

    Esta situación podría cambiar radicalmente cómo se hacen negocios en la actualidad porque las empresas deberán trabajar con competidores, formar alianzas con otras industrias, rediseñar estructuras organizativas e invertir en nuevas habilidades y talentos.

    América latina se prepara

    Lentamente pero con fuerza, el concepto de dispositivos inteligentes, considerados el primer paso para desarrollar Internet de las cosas, comienzan a llegar al mercado latinoamericano. En este escenario Samsung presentó semanas atrás en el marco del Samsung Forum su porfolio de productos que estarán disponibles en la Argentina.

    Entre los más destacados figuran la renovación de la línea de Smart TV bajo la nueva plataforma interactiva Tizen que modfica radicalmente la pantalla de conexión a Internet y los contenidos pre establecidos basados en cuatro pilares: música, juegos, fútbol y video configurados para el televidente latino. La compañía dio a conocer los televisores SUHD (super ultra high definition), la línea blanca smart con cocinas, heladeras, hornos y lavarropas y la familia de celulares Galaxy A de gama intermedia que ya cuenta con la tecnología LTE para utilizar servicios de 4G. Las cámaras digitales de nueva generación y los sistemas de audio presentados también están bajo el paraguas de Samsung, y anuncia la primera impresora del mundo movida por Android.

    A pesar de su crecimiento en el segmento corporativo y establecimiento de la fábrica en la localidad de Cañuelas en la provincia de Buenos Aires para la línea de lavarropas, el negocio de los celulares sigue siendo muy atractivo para la compañía. Alrededor de 439 millones de habitantes –más de 72% de la población de Latinoamérica– tendrán por lo menos un teléfono celular en 2014, según la estimación de eMarketer. La Argentina lidera la región en ese aspecto, con una estimación de 82% de todos los habitantes que se espera que tengan un teléfono celular este año.

    “Latinoamérica es un mercado importante para nosotros y Samsung alcanzó un éxito pionero en la región. Samsung significa oferta de experiencias increíbles, y nosotros podemos hacer eso debido a nuestro intenso enfoque en las necesidades de los consumidores”, dijo Pedro Kim, presidente y CEO de Samsung Latinoamérica durante la inauguración del evento.

    La ampliación del porfolio de productos y la rápida llegada de los nuevos lanzamientos presentados en Europa y Estados Unidos a la región de América latina permiten pensar que Samsung avanza en el camino para convertirse en líder del mercado de electrodomésticos. “Hoy, Samsung está reinventando continuamente la tecnología de consumo que no solo mejora el estilo de vida, pero también tiene la capacidad de tener un impacto real en el hogar. Nuestra colaboración con electrodomésticos trae productos innovadores que ofrecen a los diseñadores de interiores un nivel excepcional de innovación y calidad para sus clientes, y un nivel de show-stopping de estilo premio para los consumidores de Latinoamérica”, puntualizó Kim.