Por Leandro Africano
Rudinei Kalil
La división móvil de Motorola, adquirida primero por Google y recientemente por Lenovo, logró posicionarse a escala mundial con el dispositivo Moto G como la mejor alternativa en la relación costo beneficio.
En la Argentina se venden 13 millones de celulares por año y, según este dato, cuando haya terminado de leer esta nota las terminales de dispositivos habrán puesto en el mercado local otros 500 teléfonos móviles de los cuales 70% son smartphones. Estos impresionantes números que casi no tienen réplica en casi ninguna otra industria mantienen muy caliente el mercado en América latina y otras regiones económicamente emergentes motivando a que grandes compañías muevan sus piezas en el tablero del mapa mundial.
En este contexto, Rudinei Kalil, gerente general de Mobile Devices de Motorola Mobility para América latina habla hispana, dialogó con Mercado sobre los próximos pasos de la compañía.
–¿Qué puede cambiar en Motorola con la llegada de Lenovo?
–Esperamos que la transacción termine pronto y algunas estimaciones señalan que podría ser antes del cierre del tercer trimestre. Por ahora, está en manos de las autoridades regulatorias chinas y seguimos siendo una empresa Google. O sea, dos compañías que compiten, teóricamente porque Lenovo, en teléfonos, juega principalmente en Asia y nosotros, en las Américas y Europa. La buena noticia es que la marca Motorola sigue y lo que hicimos se va a perpetuar.
–¿Cuál considera que fue el principal logro que obtuvieron desde que son una compañía Google?
–Con el lanzamiento de la nueva línea de smartphones a lo largo de 2013 logramos colocarnos como jugadores globales porque antes estábamos enfocados en algunas regiones puntuables del planeta. Y dentro de este gran objetivo se podría decir que el principal protagonista fue el dispositivo Moto G que fue reconocido mundialmente como una excelente opción en su relación costo beneficio.
–¿Qué explicación tiene usted para la venta por parte de Google?
–Si se analizan los últimos años de ambas compañías uno se puede dar cuenta naturalmente que Lenovo sabe mucho de hardware y Google sabe mucho de software. El negocio de las patentes se lo queda la compañía estadounidense y la empresa china logra a través de Motorola, una marca consolidada en Europa y América, y llegar a regiones donde antes no podía hacerlo por su escaso conocimiento. De alguna manera Google cuando adquirió Motorola lo que buscaba era “tangibilizar” la experiencia de su marca en productos de renombre y lo consiguió a través de tres excelentes productos, pero todos sabemos que el core business de la compañía es otro.
–¿Cuál es la estrategia detrás del lanzamiento de un nuevo modelo de gama baja como el recientemente anunciado Moto E?
–La experiencia con el Moto G nos generó la expectativa de que podemos crecer mucho más. Sabemos que, en el mundo, todavía, 70% de los usuarios usan celulares que no son smartphones. Un consumidor, hoy, con un presupuesto limitado, si quiere entrar al segmento, tiene una experiencia mala porque la pantalla es pequeña, la batería tiene poca autonomía, el sistema operativo no se actualiza y el poder del procesamiento es limitado. Moto E viene a atacar en ese segmento.
En el primer semestre de este año el valor promedio de los teléfonos vendidos en el país se ubicó en $1.500, mientras que el año pasado en el mismo semestre el promedio era de $600. Fuentes de la industria fueguina indicaron que en el primer semestre de este año se vendieron 6,5 millones de unidades. Los teléfonos y los televisores fueron los dispositivos que lideraron el incremento de ventas en la primera mitad del año, de la mano del Mundial de Fútbol Brasil 2014.
Según el ejecutivo de Motorola el nuevo teléfono busca, incluso, trascender su categoría. “El diferencial es una experiencia premium a bajo costo. La estrategia es traer una disrupción que tiene que ver con la democratización de la tecnología. Aún 70% de los usuarios de móviles en el mundo usa teléfonos de funciones básicas, con los que no pueden disfrutar de Internet móvil”, dice Kalil.
En la Argentina, 60% del mercado de los teléfonos inteligentes se encuentra actualmente en un rango de precios económico, por debajo del promedio de la categoría que es $2.400. Pese a ser tan masivo, es el segmento “donde la experiencia es la peor”. La promesa es que el Moto G mejorará esa deficiencia, a $1.899, y con facilidades de financiación.
La perspectiva que baraja Motorola es que todavía hay un gran mercado que atender en el rango de precio bajo. “Estamos en un momento de penetración de los smartphones más que de recambio y por eso nos enfocamos en este segmento”, puntualiza el ejecutivo de Motorola. El grupo de usuarios de los productos de la compañía se compondrá con una diversidad de consumidores. Por un lado, se apunta a usuarios experimentados.
“A partir de la devaluación, los consumidores empezaron a hacer compras más racionales y menos impulsivas”, dice Kalil. Además, incluye a los teens, ya que cuentan con un presupuesto limitado, tienen mejor conocimiento sobre la oferta y explotan al máximo la conectividad y las aplicaciones. Por el otro, adultos que no aprovechan el potencial de móviles más sofisticados y, por tanto, no justifican un desembolso elevado. También hay un sector de la población de nivel socioeconómico bajo, donde los smartphones constituyen un bien aspiracional.
–¿Cómo se llevará a cabo la fusión de ambas compañías en la región?
–En principio la integración sería algo muy fácil porque Lenovo hoy no tiene prácticamente operaciones con smartphones en la región. Solo tiene productos en Venezuela y Colombia. Motorola, en cambio, tiene negocio, operación y porfolio establecido en toda América. En el caso particular de la Argentina, ambas empresas ensamblan con la misma empresa que es Newsan y desde ese dato se podría pensar sinergias sin lugar a dudas. Creo que Lenovo nos dará más poder de negociación para alinear mejor nuestras alternativas a las expectativas de crecimiento en el mercado.
Entra Lenovo, sale Google
Las ganancias netas de Lenovo subieron 23% interanual en el segundo trimestre del año, hasta US$ 214 millones, según su informe financiero. Sus ingresos ascendieron a US$ 10.400 millones, 18% más que en el mismo periodo del año pasado. Antonio Wang, analista de la consultora IDC, indicó que a pesar de que Lenovo gestionase cómo salir del mayor declive de la historia de los ordenadores personales, la empresa ha encontrado desafíos nuevos, como la desaceleración del sector de las tabletas.
Wang admitió en la entrevista que Lenovo está reconsiderando sus negocios en este segmento, ya que los mercados de nivel alto y bajo del producto han sido erosionados por los portátiles y los teléfonos con pantalla grande. “Lenovo consolidará su posición en el sector de los teléfonos inteligentes en el extranjero tras finalizar la adquisición de Motorola Mobility por US$ 2.000 millones”, informó Wang. En estos momentos la compra está esperando la autorización del Gobierno chino. Los ejecutivos de la firma esperan que el pacto quede completado a finales de año. “Motorola ofrecerá a Lenovo un gran número de consumidores en los mercados desarrollados a los que la firma china no tenía acceso en el pasado”, opinó Lyu Yongchang, director de Investigación de la consultora industrial Analysys International, con sede en la capital china.