Aunque en las últimas décadas creció el número de mujeres en los directorios, la proporción frente al número de hombres se estancó en 2012 y 2013 para quedar en menos de 17% en las 500 de Fortune.
Algunas investigaciones sugieren que las empresas se pueden beneficiar con la experiencia, libertad de expresión y amplia visión estratégica que se obtiene al incorporar directoras a la comisión directiva. Pero otras advierten que la diversidad a ese nivel puede dificultar la toma de decisiones, crear conflicto innecesario y restringir el consenso.
Ambos puntos de vista parecen tener la mitad de la verdad. Resulta que el “timing” (o sea, la elección del momento oportuno) es fundamental, según un nuevo estudio que considera al género, más que otras demografías como edad, educación, experiencia o antigüedad, como posible motor del cambio estratégico. Las empresas exitosas parecen beneficiarse de la perspectiva de las directoras mujeres y son mucho más proclives a instalar el cambio estratégico positivo, dicen los autores. Pero durante períodos de desempeño deficiente, las firmas con mujeres poderosas en el directorio parecen estancarse.
Los autores de uno de estos ensayos analizaron una muestra de las casi 500 firmas de la lista de Fortune durante un período de dos años, el lapso en el cual se puede esperar que los decisores en el directorio aprueben cambios importantes. En línea con investigaciones anteriores, los autores examinaron seis factores que consideran esenciales para el cambio estratégico de una firma o la capacidad para responder ante un entorno de negocios siempre cambiante: esfuerzos publicitarios, inventarios, mejoras en instalaciones y equipos, poder financiero, gastos dedicados a actividades como administración o ventas e intensidad de esfuerzos en investigación y desarrollo. Los autores además consideraron el poder relativo de las mujeres en el directorio.
Impulsar o impedir el cambio
Encontraron que la diversidad de género actúa como una calle de doble vía. En tiempos buenos, los directorios con más mujeres mostraban mayor posibilidad de adoptar un curso positivo para sus firmas. Pero cuando los negocios andan mal, las empresas con más mujeres poderosas en el directorio tendían a optar por el statu quo y a evitar la aprobación de importantes cambios estratégicos. Esto sugiere que la “diversidad es un arma de doble filo porque puede disparar o impedir el cambio estratégico según el desempeño de la firma y el poder de las directoras”, dicen los autores.
Cuando el desempeño de la empresa y la influencia de las directoras son altos, la presencia de mujeres en el directorio provocaba un gran aumento en el cambio estratégico. Pero lo opuesto también fue verdad: las firmas con mal desempeño y poderosas directoras mujeres cayeron todavía más abajo en su desempeño.
Estos resultados son coincidentes con la teoría de que para tener una influencia genuina en el mundo de los negocios, las mujeres deben tener verdadero poder, y que nombrarlas directoras cuando los tiempos son malos y las opciones limitadas podrían no importar si no tienen la capacidad para generar el cambio. Cuando las empresas tropiezan, las diferencias demográficas podrían manifestarse con más fuerza y los desacuerdos podrían crecer. Por otra parte, los beneficios de una perspectiva fresca pueden aplicarse con más facilidad cuando las firmas van bien y afrontan nuevos desafíos.
Además, el rol de las directoras puede ayudar a explicar por qué una compañía obtiene claros beneficios cuando hay diversidad de género en el directorio mientras que otra avanza a los tumbos, según sea su historial de desempeño.
El hecho de que el porcentaje de directoras sigue más o menos en un nivel de 15% o menos significa que las pocas mujeres que llegan al directorio son mucho más importantes por las características y puntos de vista especiales que traen. Hasta que ese número no suba, las firmas deberían hacer mejor uso de las habilidades y recursos de sus directores e implementar procedimientos para administrar la diversidad, especialmente en tiempos buenos. Pero deberían usar las técnicas gerenciales que pueden reducir peligros durante los tiempos duros, cuando los conflictos en el directorio tienden a subir por diferencia de perspectivas.