Por Florencia Pulla
Si hay un sector que mide la actividad económica en cualquier país, pero más en la Argentina, es el de la construcción. Y aunque varios planes estatales pusieron como objetivo la reactivación del sector, con Programa Crédito Argentino (ProCreAr) a la cabeza, (y no es un esfuerzo menor con créditos para 400.000 viviendas) es objetivo decir que la situación actual dista de aquellos días de apogeo en el 2007/2008. El cepo cambiario tuvo mucho que ver con esto: a pesar de que la construcción de edificios tiene todos sus costos en pesos su valor, al estar relacionado con el ahorro, siempre se expresó en dólares. Es que hay una cuestión cultural que liga los ahorros de los argentinos al ladrillo.
Hay una tendencia, sin embargo, que sigue creciendo. Y es la de la compra de habitaciones de hotel en fideicomisos al costo que propone beneficios sin los riesgos de ser propietario. Consol Group que está detrás del proyecto Floreal del Sol de torres de hoteles y departamentos para oficinas en Escobar, así lo cree.
Daniel Fontanini, su director comercial en Latinoamérica, lo explica mejor. “El nuestro es un producto inmobiliario parecido al tradicional pero en el que, en vez de comprar un departamento, las personas compran una suite de hotel. Entra bajo la ley de propiedad horizontal; lo único diferente es que los propietarios ceden la administración y gerenciamiento del hotel a un grupo hotelero que, en este caso, es la cadena inglesa Mantra, y reciben un cheque trimestral con la renta”. Como las habitaciones generalmente se pagan en valor dólar el dinero que recibe el propietario, dicen desde Consol Group, estará ligado al valor que adquiera el dólar en ese momento. Para más datos: una suite ejecutiva ronda los US$ 120 por noche.
Lo mejor, dice Fontanini, es que “no hay que pagar expensas ni hacerse cargo de refacciones ni, por supuesto, tener que lidiar con contratos ni inquilinos. De lo recaudado, después de que se pagan los costos lógicos del mantenimiento de un edificio de lujo, se pagan sueldos y demás, se reparte la suma entre los propietarios”. En caso de querer vender alguna de las suites ejecutivas, las master suites o cocheras disponibles, tampoco habría problemas: se venden igual que cualquier otra propiedad horizontal, bajo el valor que le asigna el mercado.
La inversión, que Fontanini estipula tiene un retorno que podría alcanzar 45% en su última fase, además tiene otros beneficios. Una membresía por tres años a Interval International que permite hacerse de una estadía en cualquier hotel del grupo por 15 días.
Que el proyecto sea en Escobar no es coincidencia. De hecho, tiene que ver con la esencia misma del proyecto que no pretende ser un resort vacacional sino, más bien, una alternativa empresarial. “En la zona de Escobar hay más de 200 multinacionales que requieren un servicio hotelero de categoría y no encontraban una alternativa cerca de sus empresas”, explica Fontanini.
La primera torre, que comenzó su construcción el año pasado y tiene una fecha de finalización estimada para fines de 2014, está en el centro de la localidad bonaerense y cerca de la autopista Panamericana. “Además estamos cerca del Río Luján, lo que nos hace vecinos de countries como Nordelta II y otros barrios náuticos. La vista va a ser insuperable”. La segunda torre tiene fecha de finalización 36 meses después.
El dato
Inversión necesaria: cerca de $215.000 para una cochera; $590.000 para una suite ejecutiva de 25 metros cuadrados y $1.100.000 para una master suite de 46 metros cuadrados. Se puede pagar en efectivo en una sola cuota, con importantes descuentos, o poner $30.000 iniciales en la mesa y después seguir pagando en hasta 36 cuotas.
Diferencial: es como comprar un departamento pero –según los vendedores– con rentas equivalentes al dólar del día. La renta hotelera se estima en 10 a 15% anual mientras que Consol garantiza 6% de rentabilidad anual mientras se construyen las torres. Además la membresía a Interval International por tres años les garantiza estadías de lujo por 15 días al año en cualquier hotel de la cadena.
