La mayoría invierte y espera buena rentabilidad en 2011

    ESTRATEGIA | Encuesta

    Crédito para invertir es muy difícil de obtener. Si bien el Gobierno ofrece algunas líneas (en especial para empresas Pyme) –como se comprueba en las declaraciones de la titular de Industria, Débora Giorgi, en la página 24 de esta edición–, no es sencillo resultar elegido. El crédito bancario está concentrado en el consumo. No hay crédito hipotecario ni dedicado a inversión de mediano y largo plazo.
    Las grandes empresas suelen tener acceso a financiación internacional. Arcos Dorados, la mayor franquicia de McDonald’s en el mundo y la cadena de comidas rápidas más grande de América latina, acaba de recaudar US$ 1.250 millones en la oferta pública inicial de acciones de la Bolsa de Nueva York. La metalúrgica Impsa de la familia Pescarmona acaba de obtener un crédito de US$ 300 millones del banco de desarrollo brasileño para desarrollar dos parques eólicos en ese país.
    Pero las pequeñas y medianas, en general, o reinvierten sus propias utilidades o logran acceder a créditos de tasa subsidiada implementados por el Gobierno. Lo primero parece ser la norma.
    Pero más allá de que sea difícil acceder al crédito para las Pyme, lo que importa es precisar si las inversiones son adecuadas, en qué ámbitos se concretan, qué dificultades se presentan a los inversionistas, etc.
    Gracias a una feliz iniciativa de SMS –San Martín, Suárez y Asociados–, se ha generado esta investigación que ensambla los aspectos parciales de este tópico.
    El propósito central de esta encuesta sobre “clima de inversión” es proporcionar información confiable que permita a la comunidad de negocios obtener un panorama del estado del proceso de inversión de las empresas Pyme en la Argentina, así como de sus perspectivas a corto y mediano plazo.
    Se trata de indagar sobre las decisiones mediante las cuales se adquieren ciertos bienes (tangibles y/o intangibles) a fines de ser utilizados en procesos productivos, durante varios períodos, con el propósito de obtener beneficios. Estas inversiones comprenden: las de renovación o sustitución del equipo ya utilizado, las de expansión y las de modernización. Esta definición no incluye los gastos corrientes de mantenimiento (que se agotan en el mismo período en que se realizan), ni las denominadas inversiones financieras (depósitos bancarios, compra de títulos valores, y demás instrumentos financieros), ni las variaciones de existencias (stocks). Por otra parte, se hace referencia a algunos ejemplos de bienes intangibles, que comprenden: licencias, software, patentes, fórmulas, etc.
    La encuesta –que es la pieza central de esta investigación– fue diseñada, y analizada por SMS. La confección del cuestionario, la recolección de datos y la interpretación del material recogido fue efectuado en exclusiva para SMS (San Martin, Suárez y Asociados) y Mercado, por la empresa especializada en investigación de mercado Oh! Panel, bajo la dirección de Gonzalo Peña.
    La investigación se llevó adelante, de una parte entre ejecutivos y lectores de Mercado, y de la otra, de clientes de SMS en todo el país. El estudio se concentró en estos lineamientos técnico-metodológicos:
    • Realización de inversiones en los próximos 12 meses.
    • Variación anual de la inversión.
    • Tipo de bienes donde se canalizarán las inversiones.
    • Rentabilidad estimada que se pretende obtener.
    • Origen de los bienes donde se canalizarán las inversiones.
    • Plazo de ejecución de las inversiones.
    • Financiamiento de las inversiones.
    • Impacto de la inflación sobre las inversiones.
    • Perspectivas de evolución de las inversiones en la industria.

    Perfil metodológico
    Esta es una encuesta por muestreo. El universo de consulta estuvo integrado por lectores y suscriptores de Mercado y la base de clientes de SMS. La recolección de datos se hizo a través de un cuestionario estructurado con preguntas cerradas y escalas de opinión, de 10 minutos de extensión (estimado).
    La técnica de recolección utilizada fue la entrevista online, utilizando la plataforma Oh!. La actividad de campo se extendió del 15 al 29 de abril de 2011. La muestra quedó integrada con 155 casos efectivos.

    Clima de inversiones
    Al analizar los resultados surge con nitidez que hay un sólido porcentaje (46,7%) que prevé incrementar el nivel de inversiones de sus empresas, mientras que otro grupo importante (38,8%) lo sostendrá en los mismos niveles del año pasado. En suma, casi nueve de cada 10 de los que responden aumentarán o mantendrán el nivel de inversiones con respecto al año anterior.
    Las inversiones se destinarán, esencialmente, a la compra de bienes tangibles (47,4%). Se destaca aquí el “compre nacional”(59,2%).
    En términos de rentabilidad, todos los entrevistados esperan obtenerlas. Pero el segmento más numeroso (43,4%) tiene la expectativa de que la ganancia de este año sea superior a 10% anual. Otro segmento, casi de la misma magnitud, en cambio, (42,1%) piensa que la rentabilidad no será superior a 10% anual.
    Seis de cada 10 entrevistados estiman que el origen de los bienes en que se piensa invertir será de origen nacional. Un fuerte respaldo a la política de compre nacional. Apenas uno de cada 10 supone que invertirá en bienes comprados en el exterior. Otros tres de cada 10 proyectan realizar adquisiciones en el país y en el extranjero.
    Lo imperativo es las inversiones de corto plazo. 61,8% de la muestra calcula que realizará las inversiones previstas en un plazo de seis a 12 meses. De forma hegemónica (60,5%) las inversiones se financiarán a través de recursos propios. Una combinación de varias fuentes financiará 36,8%, mientras que los proveedores colaborarán –voluntariamente o no– con 12,5% de la financiación. Los bancos apenas con 15,1%. Es inmensa la tarea que queda por delante en este aspecto.
    Solamente uno de cada cuatro entrevistados prevé acudir al financiamiento estatal como fuente. Otros dos no lo intentarán, y el último contesta que no lo sabe.
    60% de los entrevistados afirma que la inflación, definitivamente, afecta de modo negativo la rentabilidad de sus operaciones. 21,7% dice, por el contrario, que la incidencia será positiva, mientras que 18,4% contesta que no sabe.
    Apenas uno de cada 10 cree que la inversión disminuirá. En cambio, cuatro de cada 10 piensan que las inversiones sectoriales crecerán, y los otros cinco, con optimismo más moderado, creen que se mantendrán en los niveles del año pasado.

    Algunas reflexiones

    Por Ricardo Proganó (*)

    Los resultados provenientes de la primera experiencia con esta encuesta suministraron valiosa información sobre la visión de las empresas con respecto a sus inversiones futuras. Un par de cuestiones merecen, a nuestro juicio, algunas reflexiones adicionales.
    Por un lado, las respuestas indican que solo 23% de los encuestados considera solicitar a las autoridades (de cualquier nivel) algún tipo de beneficio o incentivo fiscal que les permita viabilizar sus inversiones (en tanto que 51,3% no lo considera y el restante 25,7% no sabe si lo hará).
    Resulta sumamente llamativo que, en un momento en que los distintos Gobiernos han puesto a disposición una gran multiplicidad de programas de asistencia (cubriendo desde préstamos “blandos” a subsidios de diversa índole) a fines de estimular las inversiones, solamente una de cada cuatro empresas se encuentre evaluando su utilización.
    Cabe preguntarse si el citado resultado obedece a lo poco atractivo de estos programas o, antes bien, al mero desconocimiento de su existencia y particularidades.
    Finalmente, por otro lado, debe subrayarse la importancia de las respuestas vinculadas con el impacto de la inflación. 59,9% de los encuestados respondió que la misma podría afectar negativamente la rentabilidad de sus inversiones, poniendo así de manifiesto las dificultades que la inflación genera en materia de planificación y ejecución de los proyectos empresarios. Un punto a seguir de cerca cuando se piensa en el crecimiento económico a mediano y largo plazo.

    (*) El licenciado Ricardo Proganó es director del Departamento de Finanzas Corporativas de SMS – San Martín, Suarez y Asociados.