Los expertos arribados durante el mediodía de ayer desde Estados Unidos ya han realizado los primeros análisis del estado del pozo y, luego de una reunión de trabajo mantenida con Pluspetrol enfocada en la seguridad, presentaron un primer plan de trabajo para su control.
En función del mismo, ya se colocaron aspersores de agua en puntos estratégicos para proteger al personal involucrado en las operaciones, se retiraron todos los elementos que puedan entorpecer las tareas y se fabricaron protectores laminares para los operadores de los equipos.
En esta primera etapa el objetivo será desviar la llama a través de una salida paralela, lo que permitirá trabajar en el agotamiento del fuego del pozo siniestrado.
Simultáneamente, continúan las tareas de enfriamiento, despeje y control del pozo de acuerdo a los protocolos profesionales activados oportunamente.
A su vez, la firma comunicó que mantiene contacto directo con los vecinos del barrio cercano al pozo, se distribuyeron 1.200 protectores auditivos y se llevaron a cabo dos visitas de representantes vecinales a la zona del pozo.
Entre las tareas que se han completado se encuentra la del adecuamiento de los equipos utilizados para la provisión de agua necesaria para el enfriamiento del pozo, a fin de permitir el reciclado de la misma, evitando así que escurra fuera de la zona.
Pluspetrol recuerda que la presencia de llama actúa como medida de seguridad dado que es prioritaria la quema del gas que emite el pozo.