El agua: un recurso finito
Alfredo Pagano, socio de Deloitte Argentina, propone el ejercicio del mapeo de riesgos corporativos tomando como eje la sostenibilidad, utilizando herramientas propias de la Firma que han sido desarrolladas para este fin.
22 marzo, 2012
<p>En el mes del Día Mundial del Agua, 22 de marzo, Deloitte Argentina comparte las principales conclusiones del informe “Water tight 2012” realizado por la firma a nivel global. Este estudio identifica el futuro que se avizora para el sector hídrico a escala mundial en el 2012.<br />
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“<em>Water tight</em> 2012” examina cómo determinadas tendencias globales como el crecimiento demográfico, el acelerado desarrollo económico y el irrefrenable crecimiento urbanístico se están conjugando con los cambios observados en los patrones climáticos para anteponer un severo obstáculo al efectivo liderazgo que deberán asumir los sectores público y privado para administrar adecuadamente los recursos hídricos del planeta, a sabiendas de que se trata de un bien finito, compartido por todos los seres humanos.<br />
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La creciente demanda de agua está haciendo de su conservación y uso eficiente un tema central de la agenda de los gobiernos, las empresas de servicios públicos y el sector privado, a medida que todos éstos se ven sometidos a crecientes presiones para asumir la vigilancia y control de este preciado recurso común.<br />
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“Las empresas de servicios públicos tienen ante sí un interesante dilema: o se limitan a aumentar los precios del agua o crean un mejor esquema de precios que contemple los aspectos asociados a la escasez del recurso, que les permita invertir en la reposición de una infraestructura crecientemente obsoleta y les proporcione un satisfactorio rendimiento financiero”, explicó James Leigh, Líder Global del área Recursos Hídricos de Deloitte Touche Tomatsu Limited (DTTL). “El alza de los precios del agua es, sin duda, una decisión de serias repercusiones políticas, pues el consumo doméstico de los recursos hídricos se considera un derecho básico de todos los humanos. En consecuencia, la educación y concientización del público sobre los diferentes aspectos que se asocian al uso del agua y la necesidad que existe de establecer escalas de precios más efectivas para su consumo constituyen una alta prioridad”.<br />
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De acuerdo con el informe, una de las posibles soluciones al problema que constituye el determinar precios razonables para el consumidor y suficiente rendimiento financiero para el proveedor, es el efectivo establecimiento de estructuras escalonadas de precios. En términos simples: a mayor consumo, mayor precio. Cabe notar que esquemas similares ya han sido exitosamente implementados en Israel, Australia, Hong Kong, Japón, Corea del Sur y algunas regiones de Estados Unidos.<br />
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“El verdadero valor del agua no se refleja adecuadamente en las escalas de precios vigentes, lo cual podría traducirse en una ineficaz gestión del preciado recurso”, señaló William Sarni, Director y Líder de la Práctica Estrategia Empresarial para los Recursos Hídricos de Deloitte Consulting LLP en Estados Unidos. “Para la gran mayoría de los sectores empresariales, el agua es un recurso esencial. Por consiguiente, el efectivo manejo que se dé a los recursos hídricos resulta crítico para garantizar la continuidad de los negocios y proporcionar a las empresas la licencia social que éstas requieren para operar adecuadamente y eludir, de esta forma, todo riesgo que pudiera incidir en su correcto desempeño operacional, sometimiento regulatorio y reputación empresarial. Un esquema de escalas y el incremento en el precio de los recursos hídricos, probablemente promoverá un uso eficiente, promoviendo la innovación y reconociendo el derecho inalienable de todos los seres humanos de acceder al agua a través de adecuados ajustes a las legislaciones aplicables”.<br />
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Los temas principales que copan la atención del sector global de los recursos hídricos<br />
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1. Creciente demanda de un recurso finito: El futuro se vislumbra sombrío<br />
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A nivel mundial, los números no cuadran: contamos con un recurso finito cuya demanda muy pronto habrá de superar la oferta. La población mundial no está uniformemente distribuida en torno a las fuentes de agua disponibles y existen algunas regiones del planeta donde la escasez es, y continuará siendo, crítica. Si no hacemos frente a este problema y creamos estructuras marco a nivel global, tomando acciones pertinentes a escala local, presenciaremos al estallido de múltiples conflictos que se intensificarán a medida que aumente la competencia por acceder a las fuentes de agua.<br />
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La protección de las fuentes hídricas debería constituirse en una de las principales prioridades de los programas de gobierno de todos los países alrededor del mundo, sin excepción. En aquellos casos en que un país dependiere de otro para cubrir sus necesidades de agua, dicha dependencia debería ser mutuamente reconocida y debidamente formalizada. Dentro de este marco, la industria hídrica podría desempeñar un papel protagónico, al captar, tratar y transportar el agua de manera eficiente, promoviendo simultáneamente el uso ético.<br />
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Aunque los problemas afrontados son de escala global, las soluciones se deben implementar a escala local. Por lo tanto, gobiernos, empresas privadas, ONGs y entidades públicas deberán trabajar mancomunadamente para garantizar la provisión de agua de manera segura y potable.<br />
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2. Cambio climático: Un futuro volátil<br />
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El cambio climático incrementa los riesgos de volatilidad asociados al suministro de agua, haciendo que para la industria hídrica sea imposible seguir planificando el futuro exclusivamente a partir de los datos históricos disponibles.<br />
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El principal desafío que hoy afrontan las empresas de servicios públicos alrededor del planeta consiste en reducir los efectos que tienen la volatilidad en los recursos, la infraestructura y los niveles de demanda. Existe hoy la imperiosa necesidad de contar con planes de contingencia a partir de escenarios analíticos y de datos de alta calidad.<br />
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Finalmente, necesitamos sistemas flexibles e inteligentes que monitoreen, regulen y prevean los continuos cambios a los que se ve constantemente sometido el mercado de los recursos hídricos. También se requiere una estrecha colaboración entre las empresas de servicios públicos y los entes legisladores, con el fin de que aúnen fuerzas y afronten los problemas críticos que plantea el uso y consumo del agua.<br />
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3. Gestión de la demanda: La era del agua barata ha terminado<br />
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En diversos países alrededor del mundo, los esquemas de precios deberían ser re-evaluados. Las escalas de precios deberían reflejar aspectos como el crecimiento de la demanda y la disminución de las reservas de agua. Asimismo, las empresas de servicios públicos deberían contar con la capacidad para recuperar los crecientes costos que conlleva el suministro del servicio, sin que por ello dejasen de invertir en el desarrollo de infraestructuras más eficientes. El incremento en los precios también debería promover su conservación y la implementación de programas que promuevan la eficiencia de consumo en la agricultura, la industria y los hogares. En este orden de ideas, el establecimiento de un esquema escalonado de precio ayudaría a manejar los temas inherentes a la disponibilidad del agua.<br />
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Aunque el agua es un recurso natural que se encuentra libre en el ambiente, su extracción, tratamiento para el consumo, distribución, recolección y el tratamiento para su disposición requieren importantes volúmenes de capital financiero y operacional. Tales inversiones obligan a que los costos asociados al manejo del agua deban ser oportunamente recuperados por las empresas operadoras.<br />
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Mientras que las alzas en los precios son decisiones considerablemente impopulares, la información y educación del público acerca del inevitable aumento del valor del agua serán vitales para el futuro, tanto de las empresas de servicios públicos como de los mismos consumidores.<br />
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4. Gestión de la demanda: El nexo entre el agua y la energía<br />
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El destino de las industrias de energía y agua están indiscutiblemente ligados. El aumento en la demanda energética impulsa un mayor consumo de agua, generando exigencias que las fuentes hídricas y las empresas de servicios públicos suplen cada vez con mayor dificultad. Por otra parte, el incremento en la demanda de agua, especialmente en las áreas geográficas donde ésta escasea, ocasiona alzas en los costos energéticos e inversiones adicionales en la infraestructura hídrica. En consecuencia, esta relación simbiótica no puede seguir siendo ignorada.<br />
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Existe una necesidad urgente de estrechar la colaboración entre los dos sectores referidos anteriormente. En la industria energética, las actividades de planeación y desarrollo de nuevos proyectos deberán minimizar los requerimientos y efectos que conlleva el consumo de recursos hídricos, mientras que los proyectos hídricos deberán mantener sus requerimientos energéticos en el más bajo nivel posible.<br />
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Este enfoque integrado para la resolución de problemas clave, inherentes a la interacción de los sectores hídrico y energético, podría también contribuir a disminuir las emisiones de carbono y aportar beneficios significativos a diversos ecosistemas del planeta.<br />
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5. Aumento de la oferta de agua: La tecnología se pone a la vanguardia<br />
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El sector hídrico podría beneficiarse enormemente de una colaboración más estrecha con los proveedores de tecnología, al contar con herramientas que le permitirían racionalizar el uso del agua y alcanzar niveles sostenibles de consumo.<br />
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La disponibilidad de medidores inteligentes y plantas de desalinización de bajo costo, así como el uso de innovadoras tecnologías para la reutilización del agua, podrían convertirse en herramientas esenciales para aliviar las limitaciones en la oferta del recurso hídrico. A escala global, la industria del agua debería tener la envergadura suficiente para costear el desarrollo de soluciones tecnológicas que, por su sofisticación, podrían no estar al alcance de los presupuestos locales de muchas regiones.<br />
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6. Fuentes de financiamiento: Acceso al sector privado<br />
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Los gigantescos volúmenes de capital que se requerirán en las próximas décadas para actualizar la infraestructura hídrica del mundo industrializado, que hoy se encuentra en franco deterioro, y para edificar nuevos sistemas hídricos en países emergentes y en vías de desarrollo, agotarán los fondos públicos y pondrán a prueba la capacidad de endeudamiento de los países del mundo entero.<br />
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Se espera entonces que el sector privado asuma un papel más activo en la industria global del agua, no sólo en lo concerniente al manejo de activos en nombre de los estados, sino en lo que respecta a la adquisición y/o financiación directa de los activos requeridos.<br />
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7. El agua como el nuevo <em>commodity</em> de moda<br />
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Si tomamos en consideración el hecho de que el agua es nuestro más preciado recurso natural, no sería descabellado pensar que surgirán nuevas y más vigorosas iniciativas tendientes a comercializar los recursos hídricos y los derechos sobre éstos, ajustándose a las dinámicas vigentes del mercado. Lo anterior podría incluir la conformación de mercados locales, la venta de licencias de sustracción o, incluso, en escenarios más radicales, la celebración de contratos a largo plazo para la comercialización de los recursos hídricos existentes.<br />
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8. Administración del agua: El camino por delante<br />
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En los años venideros, los esfuerzos por demostrar liderazgo en la administración de los recursos hídricos serán los temas centrales que se contemplarán en las agendas de las empresas de servicios públicos y los gremios de usuarios. En el caso de las primeras, el establecer la administración del agua como uno de sus ejes operativos probablemente mejorará sus relaciones tanto con los clientes como con los entes reguladores. Simultáneamente, la detección y conmensuración de los riesgos asociados al manejo de los recursos hídricos permitirá a las compañías trazar medidas apropiadas de mitigación y control. Esto último también contribuirá a consolidar sus relaciones con todos los demás entes involucrados, incluyendo comunidades locales y autoridades regulatorias. Se requiere una estrecha colaboración entre las empresas de servicios públicos, entes reguladores y toda clase de usuarios del agua para que se pueda abordar la resolución del problema esencial subyacente: la hoy patente escasez de recursos hídricos en múltiples regiones del planeta.<br />
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Conclusiones<br />
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Frente al escenario que describe el informe Water Tight se torna crucial para las empresas comenzar a gestionar el recurso hídrico como un potencial riesgo corporativo, ya que para la mayoría el agua es un recurso esencial dentro de sus procesos o está presente en al menos una parte de éstos.<br />
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Pero, ¿qué significa gestionar el agua como un riesgo potencial? Significa en primera instancia visualizar la potencialidad del riesgo y la vulnerabilidad de cada organización frente a este tema. Esto permitirá establecer un plan estratégico para mitigar los efectos del riesgo y la posibilidad de identificar oportunidades que creen valor para la organización y sus grupos de interés.<br />
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Finalmente, no podemos dejar de mencionar que un aumento en el precio del agua o un acceso limitado, el cual por un juego de mercado también incrementaría su valor, el costo se vería traslado en el precio al consumidor y esto impactaría directamente en las capacidades de consumo.<br />
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Desde Deloitte Argentina promovemos el ejercicio del mapeo de riesgos corporativos tomando como eje la sostenibilidad, para lo cual utilizamos herramientas propias de la Firma que han sido desarrolladas para este fin. De este modo buscamos identificar las debilidades y amenazas de una organización con el fin de establecer, desde acciones que mitiguen la vulnerabilidad al riego, hasta la identificación de oportunidades que creen valor sostenible.</p>