Algunas instalaciones fijas contra incendios detectan el fuego y dan la alarma, indicando a los ocupantes del edificio que deben salir. Otras, automáticamente, activan dispositivos para controlar o extinguir el fuego, evitando la pérdida de vidas y la extensión de los daños materiales.
Hay que recordar que estas instalaciones solo se pondrán en marcha ante una emergencia de incendio, es decir, esa será casi la única oportunidad en que se verá si funcionan adecuadamente o no.
Por eso es importante tener en cuenta:
– en primer lugar, que a través de la certificación según la norma IRAM 3501 – Certificación de Instalaciones contra Incendios se puede llegar a tener la certeza del cumplimiento de los requisitos que debe satisfacer una instalación nueva, dado que se verifica la documentación resultante de la norma y hoja técnica de diseño, se constata la adecuación de los materiales y componentes y se verifica que su montaje responde a los documentos técnicos tomados como referencia, se realizan las pruebas de funcionamiento y se verifica la documentación y la capacitación dirigidas al usuario de la instalación.
– en segundo lugar, con regularidad, estas instalaciones deben ser inspeccionadas y controladas, para verificar a lo largo del tiempo su aptitud de servicio y para que las fallas o deficiencias sean corregidas mediante un mantenimiento adecuado, puesto que cualquiera sea el tipo de estas instalaciones, un mínimo detalle podría impedir su correcto funcionamiento o dejarlas fuera de servicio con el riesgo de anular la protección que deben brindar ante siniestros.