¿Siguen las sacudidas o habrá calma en 2011?

En Estados Unidos, muchos esperan que la economía recobre cierto impulso. Pero el desempleo y otros problemas pueden trabar la expansión. Además, hay riesgos de que el presidente Barack Obama siga cediendo ante Wall Street y la banca.

13 enero, 2011

<p>Entretanto, la suerte del euro pende de un hilo y la sombra de la inflaci&oacute;n roza China, aunque haya eludido la crisis sist&eacute;mica occidental (2006/9) m&aacute;s sus recidivas: la recesi&oacute;n (2007/10) y la crisis del endeudamiento soberano europeo, en curso. <br />
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&ldquo;El peligro es de una doble recesi&oacute;n&rdquo;, se&ntilde;ala Richard Marston (Wharton). A su criterio, el compromiso de prorrogar dos ejercicios las exenciones tributarias de George W.Bush en favor de estamentos altos y medios altos &ldquo;debiera ayudar a la recuperaci&oacute;n. Por ende, el pa&iacute;s crecer&aacute; este a&ntilde;o&rdquo;. Sin embargo, &ldquo;subsisten &ndash;teme su colega Franklin Allen- riesgos severos en el sector inmobiliario&rdquo;.<br />
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En ese mercado, los datos disponibles apuntan en dos diferentes direcciones. Algunos informes sostienen que las ventas repuntan, en tanto otros suponen que los precios seguir&aacute;n estancados. Otro problema es el aumento de tasas hipotecarias. La consiguiente alza de precios torna menos asequible la adquisici&oacute;n de viviendas y, claro, deteriora las ventas. Aparte, el alto desempleo (clavado cerca de 10%) reduce a los compradores potenciales. <br />
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Se nota, s&iacute;, cierta recuperaci&oacute;n en el gasto de las familias. Pero no bastar&aacute; para empujar al resto de las variables. Muchos minoristas tuvieron una buena temporada de fiestas, pero no est&aacute; claro que la demanda individual &ndash;principal ingrediente del producto bruto interno- pueda continuar este trimestre neutralizando patrones de gasto que vienen de a&ntilde;os. <br />
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<p>“El crecimiento podría también ser afectado por la crisis de endeudamiento europeo que plantea demasiadas incógnitas”, apunta Allen. Por otra parte, algunas economías emergentes han comenzado a recalentarse, con China al frente. En EE.UU., según Marston los gobiernos locales afrontan crisis de endeudamiento similares a las europeas. “Con la economía federal que no se expande como debiera, la recaudación impositiva sigue algo estancada y no alcanza.<br /><br />Allen está preocupado –como muchos monetaristas- porque Washington “aún carece de planes a largo plazo para resolver su gigantesco déficit fiscal. Sucesivos gobiernos desde los años 90 lo cubren colocando deuda en el exterior, particularmente en China”. Pero, se sabe, este recurso no puede durar para siempre. En un momento dado, esta realidad hará caer las cotizaciones de títulos y elevará intereses en EE.UU. y otros países. “Al sumarse los tipos a largo plazo –apunta Marston-, cederá el dólar. Pero la cronología del proceso es muy difícil de fijar”. <br /><br />Ambos analistas recuerdan que, a fines de 2010, la bolsa neoyorquina había ganado 86% en términos de Dow Jones, 30 sobre el piso registrado el 9 de marzo de 2009. Si bien esperan ulteriores avances hasta marzo o abril, “lo mejor quedó atrás, porque el primer año luego de una recesión siempre es el mejor”. <br /><br />Yendo a la Eurozona, ésta se halla próxima a elecciones. Sea quien fuere el sucesor de Jean-Claude Trichet en octubre al frente del Banco Central Europeo, heredará un panorama muy distinto al de 2003, cuando éste asumió. Entonces la Eurozona y su divisa apenas despuntaban. Ergo, se brindó a esta unión monetaria y fiscal el beneficio de la duda. No obstante, ya el pacto de estabilidad y crecimiento (Maastricht, 1992) mostraba señales de deterioro. <br /><br /> </p>

<p>Todo es distinto en 2011. Enormes desequilibrios macroeconómicos se combinan con crisis de endeudamiento que golpean a Grecia, Irlanda, Portugal, Bélgica, España, Letonia, etc. Esto crea un escepticismo generalizado. <br />
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Mientras tanto, Fráncfort espera hasta septiembre para anunciar al reemplazante de Trichet. Hasta el momento, el candidato mejor ubicado es Axel Weber, presidente del Bundesbank. Amén de estrecho aliado de la canciller Angela Merkel, integra la junta del BCE. Al respecto, la coincidencia de sedes entre éste y el Bundesbank no es casual: la tecnocracia del segundo aportó cuadros al joven BCE. <br />
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En lo atinente a la crisis y los rescates, el debate no se aparta de lo básico. Por ejemplo, se proponen para el “futuro Maastricht” –previsto en 2013- cláusulas de acción colectiva en contratos de deuda soberana. <br />
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El próximo presidente del BCE y su directorio deberán timonear la Eurozona hacia una resolución de esas deudas. En este nivel, la clave es el fondo de salvatajes (€ 750.000 millones) creado por el banco central y el Fondo Monetario Internacional, que expira dentro de cuatro años. Según la agencia especializada Bloomberg, “Weber se ve ya como sucesor de Trichet y espera que el BCE empiece este mismo año a ejecutar algunas medidas de emergencia. Entre ellas, tomar bonos de países en aprietos para reconstruir liquidez”. Pues bien, ¿se monetizarán esos pasivos o se permitirá que los países caigan en cese de pagos?”<br />
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Objetivamente, los riesgos de que la Eurozona se licúe son de diez sobre cien. Pero existe otra opción: dividir el conjunto en dos eurozonas con bancos centrales separados. Francia, Italia, España y economías menores e inestables continuarán en el euro actual, en tanto Alemania, Holanda, Finlandia y Austria pasarían a un supereuro.<br />
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