La elasticidad de Latinoamérica ante la crisis asegura crecimiento
Brasil, Chile y otros países de la región resistieron la crisis gracias a lo que la Organización de Cooperación pro Desarrollo Económico llama nueva elasticidad: acciones anticíclicas sin afectar parámetros básicos. Así se señala en Latinoamérica, perspectivas 2010.
11 enero, 2010
<p>Para renovar confianza, el gobierno quiere emplear unos US$ 6.570 millones de sus reservas (48.000 millones) vía un poco transparente fondo “de desendeudamiento y estabilidad”. Aun si se resuelve la crisis política en curso, se necesitarán medidas más pragmáticas y varios años para recobrar fiabilidad (como hizo Brasil desde 1999).</p>
<p>Hay otro asunto que pesará durante 2010: catorce elecciones o desempates presidenciales entre enero y diciembre. Los observadores extranjeros estarán pendientes de una tendencia que parece oscilar del centroizquierda a la derecha, aunque tan completamente como en Chile. Una instancia clave serán los comicios parlamentarios de Venezuela en septiembre. La derecha boicoteó los de 2005, con lo cual le dejaron libres las manos a Hugo Chávez para encarar la “revolución socialista bolivariana del siglo XXI”.</p>
<p>Pero, ahora, una emergente inflación con estancamiento (estanflación) deteriora el apoyo del público y pone en peligro diez años de régimen personalista. En EE.UU., la UE y parte de Latinoamérica, muchos analistas temen que el caudillo reaccione suprimiendo lo que queda de democracia, Esto ha sido frecuente en la historia del país y sus vecinos.</p>
<p>Otra es la situación de Brasil. En octubre, el presidente Luiz Inácio da Silva, como su colega chilena Michelle Bachelet, llega a las elecciones en el pico de popularidad.</p>
<p>Luego de ceder alrededor de 25% en 2008/9, el comercio mundial reaccionará alrededor de 10%. A su vez, la liquidez global abundará, aunque algunas economías desarrolladas encaren estrategias para salir de esos mismos paquetes heterodoxos hacia 2011. A criterio de analistas ajenos a la OCDE, el contexto facilitará en Latinoamérica el acceso al financiamiento público y privado, si bien algunos países vulnerables seguirán sufriendo restricciones. <br /><br />Aun admitiendo limitaciones estructurales o altos niveles de pobreza y violencia, Mauro Guillén (escuela de negocios Wharton) define en términos positivos el horizonte de este año en la mayor parte de la zona. Su colega académico, Felipe Monteiro, es particularmente optimista respecto de Brasil, que representa 40% del PB regional. Con México en severos problemas (narcotráfico “sistémico” y escasa acción gubernamental traban el desarrollo), “Brasil queda como única locomotora”.<br /><br />El sector privado paulista coincide. Una reciente encuesta sobre 573 compañías brasileñas, efectuada por la firma de auditoría Deloitte, evidencia que 95% espera mejores utilidades que en 2009. Aproximadamente dos tercios lanzarán nuevos productos o servicios, en tanto 41% planea fusiones y adquisiciones (contra apenas 13% el año último).</p><p><strong>Noche y día</strong></p><p>“Comparado con el perfil de hace 20 o 25 años, el contexto operativo para las empresas en el área es como pasar de la noche al día” señala Guillén. Cita, entre otros ejemplos, “políticas monetarias más sólidas, mayor estabilidad macroeconómica y menos proteccionismo”. Pero, observa Monteiro, Brasil o Argentina no siguieron fórmulas prescriptas por la OCDE ni la Cepal.<br /><br />Según el español Banco Santander, “las firmas latinoamericanas están en buenas condiciones para aumentar ganancias, volver a invertir y acelerar su expansión”. Petrobrás ilustra al respecto: el gigante de hidrocarburos proyecta incrementar los U$ 174.000 millones de un programa quinquenal que llega a 2013. Ello implica áreas como exploración petrolera submarina, explotación, refinación, fertilizantes y electricidad. <br /><br /> </p>
<p>Por supuesto, energía y combustibles son claves, en buena medida a causa de los valores internacionales (el 6 de enero, el barril de crudos pasaba de US$ 83 en Nueva York). Guillén resalta mayores inversiones en carburantes limpios o renovables, proceso regional encabezado por Brasil y un etanol de maíz líder en el mundo.<br />En términos más genéricos, medidas relacionadas con el efecto invernadero influirán desde este mismo año el entorno de negocios. Por cierto, después de fracasar la cumbre de Copenhague, Brasil votó cambios legislativos y metas para reducción de emisiones contaminantes.</p><p>Los alimentos son otro sector promisorio en 2010, pese a su escasez en los países más pobres del continente, con Haití al frente. Monteiro espera que los principales grupos alimentarios de la región, empezando por Arcor (Argentina) o Bimbo (México), se expandan en Asia sudoriental, meridional y occidental, En esas zonas la competencia local es menos dura que en EE.UU.-Canadá y la Unión Europea.</p><p>Existe un aspecto complementario para la economía, pero psicológicamente relevante. Son los mercados bursátiles y, especialmente, los dos hegemónicos: San Pablo y México DF. Ambos cerraron 2009 cerca de los niveles anteriores a la crisis sistémica occidental. Geoffrey Dennis (Citigroup) pronostica que “el Bovespa –índice paulista líder- tocará los 80.000 puntos antes de acabar 2010, tras pasar de 70.000 a principios de este enero. Se acerca, pues, al record de 73.560 en abril de 2008”.</p><p>Otros problemas</p><p>Surgen esperanzas en algunas economìas de bajo desempeño, apuntan los trabajos de la OCDE y Cepalc. Así, Argentina, donde buenas cosechas y mejores precios internacionales impulsarán –ya sin largas sequías- el agro. “Este sector primario involucra 2% adicional al PBI en forma directa y otro tanto en forma indirecta vía ingresos”, sostiene el consultor Daniel Marx, ex negociador de deuda externa titulizada.</p><p>Sea como fuere, las dirigencias del área continuarán afrontando problemas. Uno será disminuir costos financieros y frenar salidas de capital que significaron un promedio de US$ 2.000 millones mensuales entre junio de 2008 y noviembre pasado. En Argentina, la tendencia parecía aflojar hasta la crisis entre gobierno y banco central, que golpea el mercado desde fines de diciembre e involucra ya al Congreso. Entretanto, Buenos Aires debe pasarse este semestre renegociando unos US$ 30.000 millones en bonos con el club de París y otros tenedores privados.</p><p> </p>
<p>En contraste, “la recesión y la caída de precios para productos primarios, en la primera mitad de 2009, expusieron las debilidades de países con enfoques menos ortodoxos. Esencialmente, Argentina, Bolivia, Venezuela o Ecuador. Pero las economías más golpeadas dependen de Estados Unidos; como por ejemplo México, Centroamérica y el Caribe. No sólo porque cayó la demanda norteamericana de sus bienes y servicios, sino porque disminuyeron las remesas de dinero enviadas por emigrados residentes en el norte”.<br />
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¿Cómo queda el área en general? Tras contraerse alrededor de 2% en 2009, el producto bruto regional posiblemente rebote 4% este año. Más que el de economías desarrolladas pero menos que en Asia oriental meridional. Así presume la comisión económica de Naciones Unidas para América latina y el Caribe (Cepal). Si bien ese guarismo dista de 5% anual promediado en 2004-7, ofrece motivos para el optimismo.</p>
<p><strong>Términos positivos</strong></p>
<p>Muchos observadores estiman que el crecimiento en 2010 derivará de condiciones internacionales más favorables, si bien algunos riesgos retornarán en 2011. En este caso, porque la recesión en EE.UU. y la Unión Europea planteará un sesgo tipo W, cuya segunda caída se relaciona con malos números, esencialmente este año en la UE.<br />
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Entretanto, demanda y precios de productos primarios latinoamericanos serán sostenidos por China, cuyo producto bruto interno avanza alrededor de 8.9% y lo hará en más de 10% al año siguiente. Por otra parte, las exportaciones regionales seguirán reactivándose si varios países mantienen paquetes de estímulos resistidos por los monetaristas.<br />
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