lunes, 10 de noviembre de 2025

La economía argentina modera su caída, pero la inflación sigue entre las más altas del mundo

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El informe de octubre del INDEC muestra una desaceleración general de la actividad, con retrocesos en la industria, la construcción y el comercio. La inflación se mantuvo en 2,1% mensual, uno de los niveles más altos a escala global, mientras los salarios nominales crecieron levemente por encima de los precios.

La economía argentina atraviesa una fase de estancamiento con señales mixtas. El INDEC Informa N.º 10/25 muestra que los principales indicadores de actividad continúan en terreno negativo, mientras las cuentas públicas exhiben un superávit primario y la inflación, aun en niveles elevados, mostró una leve moderación.

El Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) registró en agosto una baja de 1,8% interanual y de 0,3% respecto del mes anterior. La contracción se concentra en la industria, la construcción y el comercio, mientras que los sectores energético y minero sostienen parte del nivel de producción.

La industria mantiene la tendencia negativa

El Índice de Producción Industrial Manufacturero (IPI) mostró en agosto una baja de 2,6% interanual y acumula una contracción de 1,4% en los primeros ocho meses del año.

Los rubros más afectados fueron productos metálicos básicos, alimentos y bebidas, textiles y automotriz. Las ramas ligadas al consumo interno acusan la pérdida de poder de compra de los hogares, mientras que los sectores exportadores moderan parcialmente la caída.

La utilización de la capacidad instalada se ubicó en 64,3%, tres puntos por debajo del año anterior. Refinación de petróleo y productos químicos mantienen niveles altos, pero metalmecánica, automotriz y edición e impresión operan con fuerte ociosidad.

Construcción y consumo, los más golpeados

La actividad de la construcción continúa retrocediendo. Según el Índice Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC), el sector cayó 5,8% interanual en agosto. Los despachos de cemento, hierro redondo y pinturas industriales siguen en baja, afectando el empleo y la cadena de insumos.

En el comercio minorista, las ventas en supermercados y autoservicios mayoristas se redujeron 3,4% interanual en términos reales. En los centros de compras, las ventas se mantuvieron estables gracias al crecimiento de las transacciones electrónicas y el comercio digital, que compensan parcialmente la menor demanda presencial.

En el frente externo, el país obtuvo en septiembre un superávit comercial de US$ 815 millones, con exportaciones que aumentaron 2,1% e importaciones que se contrajeron 11,3%. El saldo positivo se explica por la caída de las compras externas más que por un impulso exportador. El complejo sojero volvió a liderar el ingreso de divisas.

Inflación alta y leve mejora del ingreso real

El Índice de Precios al Consumidor (IPC) subió 2,1% mensual en septiembre, lo que equivale a una tasa anualizada superior al 28% si el ritmo se mantuviera constante. En la comparación interanual, los precios avanzaron 31,8%, y el acumulado del año alcanzó 22,0%.

Aunque el dato mensual representa una moderación respecto de meses previos, el nivel sigue siendo uno de los más altos del mundo. Las mayores subas se registraron en alimentos y bebidas no alcohólicas, vivienda, agua y servicios básicos, y transporte.

En paralelo, los salarios del sector registrado aumentaron en promedio 2,6% en agosto, superando levemente la inflación del mes siguiente y mostrando una recuperación marginal del poder adquisitivo. Sin embargo, esta mejora mensual no revierte la pérdida acumulada del año, especialmente entre los trabajadores informales, que continúan rezagados.

Empleo y actividad: señales de enfriamiento

El mercado laboral comienza a reflejar los efectos del menor nivel de actividad. La tasa de desocupación alcanzó 7,2% en el segundo trimestre, frente al 6,8% del año anterior, y la tasa de empleo cayó a 43,9% de la población total.

Los sectores más afectados son construcción, comercio e industria, mientras que los servicios de salud, educación e información mantienen estabilidad relativa. La reducción de las horas trabajadas y del empleo parcial anticipa una dinámica contractiva para el cierre del año.

El informe del INDEC advierte que el mercado laboral “presenta señales de desaceleración, vinculadas al menor dinamismo de la demanda interna y a la cautela empresarial ante un entorno macroeconómico incierto”.

Superávit fiscal y estabilidad cambiaria

El frente fiscal mostró una mejora significativa. El sector público nacional acumuló un superávit primario entre enero y septiembre, impulsado por la reducción del gasto corriente y una administración más estricta de las transferencias.

El resultado positivo permitió reducir la necesidad de financiamiento monetario y estabilizar las reservas internacionales. No obstante, la contracción de la actividad y el descenso del consumo plantean un dilema: un equilibrio fiscal alcanzado en un contexto de bajo crecimiento.

La política monetaria mantiene tasas reales positivas para sostener la demanda de pesos, aunque el crédito al sector privado continúa restringido. En un marco de inflación mensual superior al 2%, la inversión productiva sigue limitada por la falta de previsibilidad de precios relativos.

Desafíos hacia fin de año

El último trimestre será clave para determinar el balance de 2025. La evolución de la cosecha, el desempeño energético y la estabilidad de precios definirán el ritmo de la actividad.

La inflación mensual en torno al 2% constituye un obstáculo estructural: erosiona la confianza, desalienta el ahorro y encarece la financiación. En comparación, la mayoría de los países de la región registran tasas mensuales inferiores al 0,5%.

Si bien el superávit fiscal aporta previsibilidad, la recuperación del poder de compra y la inversión privada aún no muestran señales firmes. El informe del INDEC concluye que “la economía mantiene un equilibrio nominal frágil, sostenido por la prudencia fiscal y la desaceleración de los precios, pero sin un motor de crecimiento visible”.

Una economía que busca equilibrio sin expansión

El panorama general es el de una economía que ordena sus cuentas fiscales, controla parcialmente la inflación, pero no logra dinamizar la producción ni el empleo.

La mejora real de los salarios en agosto representa una señal positiva, aunque marginal. La inflación, en niveles elevados a escala global, continúa limitando la expansión del consumo y la inversión.

“El tercer trimestre de 2025 confirma una etapa de estabilidad relativa sin crecimiento real”, resume el informe. La economía argentina avanza, pero con paso corto y en terreno frágil.

 

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