martes, 3 de diciembre de 2024

Desafíos regionales en energía, industria y agro

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La mejora en la infraestructura energética y la baja en el gasto público, contribuirán a mejorar la competitividad de las economías regionales, al permitir una caída en el costo de producción a partir de menores impuestos y mejores condiciones para el transporte de los productos.
 

Esta fue la conclusión de expertos en materia de energía, industria y agro, en un seminario organizado por la Fundación Banco Ciudad.

Durante el encuentro realizado en la sede del Banco, el economista Bernardo Kosacoff, el ex secretario de Energía, Carlos Bastos, y el analista de la Sociedad Rural Argentina (SRA) Ezequiel De Freijo, analizaron los principales desafíos regionales por sector, en el seminario “Regiones económicas: una ocasión para integrarlas”.

Previo a este panel, el presidente del Banco Ciudad, Javier Ortiz Batalla, aseguró que “el sistema financiero argentino está viviendo una verdadera revolución este año”, y en ese sentido remarcó que “el Banco Central recuperó las funciones que tiene en todo el mundo: garantizar la estabilidad monetaria”.

“La reforma de la Carta Orgánica del Banco Central era anacrónica, porque lo convertía en prestamista del Tesoro, y lo confundía con un banco de desarrollo”, indicó Ortiz Batalla, al inaugurar el encuentro.

El titular del Ciudad puntualizó que “el Banco Central debe ser un promotor de la competencia entre bancos”.

Por su parte, Kosacoff destacó que “desde 2011, la industria perdió la capacidad de crecer, de generar empleo y de aumentar las exportaciones”, y remarcó que en ese proceso “hubo una importante suba de costos y una consecuente reducción de márgenes de rentabilidad”.

Precisó que “los que más crecieron fueron los costos logísticos que se duplicaron”, y añadió que también “aumentaron los costos laborales, no solo asociados a las mejoras salariales, sino que se triplicó el ausentismo y se incrementaron fuertemente los litigios judiciales”.

También indicó que “subió la presión impositiva para la industria, no solo a nivel nacional sino provincial”, y concluyó que “al no crecer la productividad, la suba de costos redujo los márgenes de rentabilidad”.

El experto advirtió que “no hay modelo de desarrollo, si no se piensa en la capacidad de las empresas para generar riqueza y en un patrón de su redistribución para mejorar la situación social”.

Puntualizó que “la industria tiene un efecto multiplicador sobre el empleo mayor al resto de los sectores”.

 

Energía y desarrollo

 

En el mismo panel, Bastos sostuvo que “hay una importante interrelación entre la energía y el desarrollo de las economías regionales”, y subrayó que para ello “es fundamental mejorar la infraestructura, que permite bajar los costos y aumentar los valores de la producción” de las provincias.

Remarcó que “la falta de infraestructura en las provincias no permite llevar adecuadamente los productos”, y estimó que eso “les resta valor en el mercado”.

Por eso sostuvo que “hay que acercar la producción a los mercados”, y puntualizó que “eso implica mejorar la velocidad en el traslado de las mercaderías, disminuir el costo por unidad transportada y aumentar el valor por tonelada transportada”.

Al respecto, afirmó que “todo esto tiene mucha relación con la energía”, porque explicó que “buena disponibilidad y uso de la misma favorece el desarrollo de las economías regionales”.

El integrante del directorio del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) afirmó que “es necesario readecuar el cuadro tarifario, eliminar impuestos y subsidios, y organizar los mercados en base a la libertad de comercio, tanto para la importación como para la exportación”.

En este marco, consideró que es preciso “impulsar los mercados regionales, latinoamericanos, con Chile con Brasil, con Bolivia, todos integrados energéticamente”, y añadió que “hay que propiciar también la explotación de los recursos naturales y aumentarlos”.

 

El costo argentino

 

Por su lado, De Freijo, del Instituto de Estudios Económicos de la Sociedad Rural Argentina (SRA), aseguró que “la expansión del gasto público atenta contra el desarrollo del interior”, porque precisó que “aumenta el costo argentino, genera más impuesto que a su vez produce mayor inflación”.

“Todo esto impacta sobre el costo de producción y empuja a una menor productividad”, afirmó De Freijo, quien remarcó que “los salarios se desvían de la productividad y se achica la cantidad de dinero prestable para la producción”.

El experto de la Sociedad Rural indicó que “las provincias aumentaron el gasto público y la presión tributaria”, y alertó que “persiste una alta dependencia de la pauta salarial nacional que desembarca en las provincias y genera un problema en el mercado de trabajo en el interior”.

En ese sentido, señaló que “los ajustes salariales se fueron distanciando de los verdaderos costos que tiene la industria”.

 

 

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