Bancos de Brasil, México y Colombia en tiempos de crisis

“Si bien la recesión afecta indirectamente la zona, sus entidades financieras probablemente sigan rentables y bien capitalizadas”. Así estiman Luis Andrade, Sara Huber y Antonio Martínez (McKinsey), aunque limitan la gama a tres países.

29 septiembre, 2009

<p>En lo tocante a la crisis financiera occidental, los bancos del &aacute;rea no son inmunes, pero muestran escasa exposici&oacute;n a inversiones en t&iacute;tulos hipotecarios de Estados Unidos o la Uni&oacute;n Europea. No obstante, act&uacute;an en econom&iacute;as dependientes de productos primarios o exportaciones. Ambos factores m&aacute;s la contracci&oacute;n de gastos individuales y producci&oacute;n en pa&iacute;ses centrales traban la expansi&oacute;n del cr&eacute;dito o la rentabilidad, en tanto suben las acreencias en mora o desactivadas.</p>
<p>El trabajo de la consultor&iacute;a norteamericana encara los sectores bancarios de Brasil, M&eacute;xico y Colombia, se&ntilde;alando que, inicialmente, una fuerte capitalizaci&oacute;n y suficiente liquidez les han permitido mantener rentabilidad aceptable. Antes de la crisis sist&eacute;mica, sus activos externos titulizados llegaban al pico de 5% de cada total en los tres pa&iacute;ses. Esa emisi&oacute;n de activos titulizados locales estaba l&oacute;gicamente muy por debajo de EE.UU. y Gran Breta&ntilde;a. Por consiguiente, no sufrieron el derrumbe del norte.</p>
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<p>En general, Latinoam&eacute;rica ha sentido la crisis financiera v&iacute;a menos demanda e inversiones de las econom&iacute;as centrales. Tambi&eacute;n sufri&oacute; el intercambio fronterizo: los costos de fletes para materias primas se desplomaron 94% entre mayo y noviembre de 2008. &iquest;Razones? Las ventas minoristas en EE.UU. decrecieron en el segundo semestre y los precios de productos primarios cedieron de 20 a 60% para oleaginosas, cobre y caf&eacute;.</p>
<p>Durante el primer trimestre de este a&ntilde;o, el volumen real de importaciones fue 9% inferior (Brasil, Colombia) y 15% (M&eacute;xico) respecto de igual lapso en 2008. En todo ese per&iacute;odo, la inversi&oacute;n externa directa cedi&oacute; 20% en M&eacute;xico y 50% en Brasil.</p>
<p>El fen&oacute;meno determin&oacute; bajas en producci&oacute;n industrial, empleo y demanda interna. La confianza del p&uacute;blico retrocedi&oacute; 20% en los tres pa&iacute;ses entre marzo de 2008 y febrero &uacute;ltimo. En 2009, el producto bruto interno a valores constantes se contrajo 5,9% en M&eacute;xico &ndash;muy afectado por EE.UU., que absorbe 80% de exportaciones aztecas-, 1,8% en Colombia y 1,2% en Brasil. Por ende, las dos &uacute;ltimas econom&iacute;as reales capearon bien la tormenta.</p>
<p>Los diversos estados de la regi&oacute;n optaron por reducir tasas referenciales o elevar el gasto p&uacute;blico, por lo cual sus bancos centrales comenzaron a emitir m&aacute;s bonos para financiar d&eacute;ficit crecientes. Desde la colectiva depreciaci&oacute;n cambiaria (cuarto trimestre de 2008), varias monedas se recobraron en parte, aunque siguieran en julio 20 a 30% bajo los niveles de hace un a&ntilde;o.</p>
<p>Ese conjunto de factores fren&oacute; la expansi&oacute;n del cr&eacute;dito bancario, especialmente el destinado al p&uacute;blico menudo. Esto se not&oacute; en M&eacute;xico, donde el segmento se licu&oacute; de +29% en 2006/7 a -1% en 2008. En Colombia, se desplom&oacute; de 38 a 15%</p>

<p>Los préstamos desactivados ya subían antes de la crisis externa, mayormente porque los clientes existentes –a falta de nuevos- impulsaban el auge del crédito minorista (tarjetas). Luego, la recesión y el desempleo elevaron aún más el peso de incobrables. Esa situación afectaba 8% de las carteras en los tres países. En el caso de tarjetas, esa cifra alcanzaba 11% en México y 28% en Brasil.</p>
<p>En 2008, los retornos bancarios sobre el capital bajaron de 20 a 13% en México y de 28 a 19% en Brasil. Las entidades financieras sufrieron un deterioro significativo en materia de intereses y comisiones crediticias, amén de crecientes inmovilizaciones de fondos (encajes).</p>
<p>Sin embargo. La banca latinoamericana en general alcanza este año razonablemente capitalizada y líquida. Según los autores, por haber aplicados normas internacionales de regulación y estrategias conservadoras forzadas por las crisis regionales de los años 80 y 90.</p>
<p>En tanto los bancos privados o paraestatales mayores afrontaban bien la crisis, el resto y las entidades no bancarias tuvieron problemas, pues dependían de un mercado de capitales paulatinamente más caro (tasas altas) y difícil de acceder. En México, los activos totales de financieras no bancarias declinaron 28% en 2008.</p>
<p>Al estimar los efectos de la recesión en la futura rentabilidad de la banca latinoamericana, los autores tienen en cuenta aumentos de préstamos, márgenes, costos –operativos, de riesgos- y utilidades según dos hipótesis macroeconómicas. La primera prevé en 2009 una recuperación normal de una recesión moderada (tres a cuatro trimestres) y el producto bruto regional retomando el crecimiento en 2010.</p>
<p>En el otro contexto, se proyecta una recuperación más lenta tras una recesión moderada, pero que tomará uno a dos años y culminará hacia 2011. La primera hipótesis conlleva lento crecimiento de crédito en 2010 y, para 2012, una vuelta a la expansión de 2007. En la segunda, los préstamos siguen estancados este año (en México se contraen) y, hacia 2012, recobran un tercio del ritmo de 2007. En el primer trimestre del corriente año, el crecimiento real marcaba niveles cercanos al segundo contexto.</p>
<p>Volviendo a los tres países examinados, para cada uno McKinsey eligió el banco más bajo, entre los seis mayores, por retorno sobre capital (RSC) en 2008. Tomando presunciones de la hipótesis de recuperación normal-lenta, las entidades del trío se mantienen rentables y sobre los respectivos requerimientos de capitalización: 9% en Colombia, 10% en México, 11% en Brasil. La pauta marcada por la comisión de Basilea es 8%.</p>
<p>Este desempeño probablemente se deteriore, empero, como resultado de menor crecimiento en las carteras crediticias y mayores encajes. En la prueba de resistencia, los bancos mexicanos se conducen mejor en 2009, pues sus exigencias fueron más drásticas en 2008, respecto de los otros dos. Sin embargo, los desempeños del primer trimestre, este año, fueron mejores en Brasil y Colombia.</p>
<p>La declinación de las economías reales afecta a todos los bancos latinoamericanos a través de menos demanda crediticia, tomadores de calidad inferior (personas, empresas) y crecientes costos en los mercados de capitales. Si bien los autores pronostican menor expansión de ingresos, estiman que las entidades financieras comerciales continuarán siendo rentables y estarán adecuadamente capitalizadas.</p>
<p>Ante los problemas exógenos –recesión, crisis sistémica occidental-, los bancos reaccionan en tres frentes: operaciones, gestión de riesgos, estrategias. Para neutralizar la baja de ingresos, entonces, tratan de recortar costos y elevar intereses. En lo tocante a riesgos, muchas entidades imponen políticas crediticias astringentes y cooperan con los clientes empresarios en refinanciar saldos.</p>
<p>Por fin, algunos bancos ahorran capital demorando planes de expansión. Entretanto, como financiarse en los mercados se torna caro, se lanzan a captar depósitos y clientes. Un tercer grupo se aprovecha de competidores con menor cotización en bolsa para tentar fusiones o adquisiciones.</p>

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