Obviamente, la compañía precisaba otro equipo de management, cuya finalidad debiera ser acortar distancia con el líder del negocio, Google. Yang es uno de los fundadores de Yahoo. Decker conducía finanzas y una unidad operativa clave. Semel pasa a un puesto decorativo, la presidencia del directorio.
Amén de Google, la firma ha sido víctima de varios tropezones estratégicos. A los 65 años, Semel es reconocido como cerebro de la reorganización efectuada tras llegar a la conducción ejecutiva en 2001, cuando logró recobrar espacios en publicidad virtual. Pero, más tarde, el ejecutivo se dejó estar y Yahoo dejo pasar varias oportunidades de aumentar ingresos en segmentos de Internet cuya expansión era veloz (video en línea, por ejemplo). Por fin, en los últimos tiempos Semel no conseguía adaptar su modelo publicitario para competir con Google.
Aparte de perder elementos relevantes desde 2004, el ex CEO fue objeto de críticas por cuantiosas remuneraciones y bonificaciones que se asignó en 2006. Resultaban intolerables para accionistas que afrontaban caída de utilidades, dividendos y precio del título en bolsa. Ahora, la dupla Yang-Decker ha de convertir en ingresos la base de 500 millones de usuarios mensuales y ver si reduce la brecha con Google.
No obstante, Decker admitió ante varios analistas que, en el segundo trimestre, los resultados serían pobre. En buena medida, por la desaceleración en publicidad, su negocio básico, que ha relativizado los beneficios de un nuevo sistema de avisos llamado “Panama”. Por otra parte, la defenestración de Semel y otros se atribuye a rumores sobre venta o fusión con vistas a una alianza de mayores alcances.
Desde mediados de 2006, en efecto, ha habido contactos con Microsoft, Time Warner, eBay y ¡oh! News Corporation (Rupert Murdoch). Gente de Yahoo sostiene que nada de eso cristalizó. Pero TW y News Corp. siguen barajando un pacto para lanzar una oferta hostil sobre la empresa. Por si las moscas, Yang señaló que –a su juicio. Yahoo debiera continuar independiente.
Pero los ojos de Murdoch se han posado en la compañía, en tanto analistas y accionistas se preguntan si Yang y Decker están a la altura de los nuevos desafíos. Por cierto, hace algunas semanas que News Corp. encara, vía testaferros, la posibilidad de tomar 25% del paquete Yahoo, a cambio de MySpace. Ahora, el “Times”, controlado por el magnate, confirma esas tratativas. Cabe recordar que, en 2005, News Corp. pagó por ese “portal social” US$ 580 millones.
Volviendo a Yang, no parece que tenga las condiciones necesarias para desempeñarse mucho tiempo como presidente ejecutivo. Por supuesto, no es raro que un creador se convierta en CEO, pero precisa ser un Steve Jobs (Apple) o un Michael Dell para afrontar la dura tarea. Más sagaz, el otro confundador de Yahoo, David Filo, se dedicó a otras cosas.
Obviamente, la compañía precisaba otro equipo de management, cuya finalidad debiera ser acortar distancia con el líder del negocio, Google. Yang es uno de los fundadores de Yahoo. Decker conducía finanzas y una unidad operativa clave. Semel pasa a un puesto decorativo, la presidencia del directorio.
Amén de Google, la firma ha sido víctima de varios tropezones estratégicos. A los 65 años, Semel es reconocido como cerebro de la reorganización efectuada tras llegar a la conducción ejecutiva en 2001, cuando logró recobrar espacios en publicidad virtual. Pero, más tarde, el ejecutivo se dejó estar y Yahoo dejo pasar varias oportunidades de aumentar ingresos en segmentos de Internet cuya expansión era veloz (video en línea, por ejemplo). Por fin, en los últimos tiempos Semel no conseguía adaptar su modelo publicitario para competir con Google.
Aparte de perder elementos relevantes desde 2004, el ex CEO fue objeto de críticas por cuantiosas remuneraciones y bonificaciones que se asignó en 2006. Resultaban intolerables para accionistas que afrontaban caída de utilidades, dividendos y precio del título en bolsa. Ahora, la dupla Yang-Decker ha de convertir en ingresos la base de 500 millones de usuarios mensuales y ver si reduce la brecha con Google.
No obstante, Decker admitió ante varios analistas que, en el segundo trimestre, los resultados serían pobre. En buena medida, por la desaceleración en publicidad, su negocio básico, que ha relativizado los beneficios de un nuevo sistema de avisos llamado “Panama”. Por otra parte, la defenestración de Semel y otros se atribuye a rumores sobre venta o fusión con vistas a una alianza de mayores alcances.
Desde mediados de 2006, en efecto, ha habido contactos con Microsoft, Time Warner, eBay y ¡oh! News Corporation (Rupert Murdoch). Gente de Yahoo sostiene que nada de eso cristalizó. Pero TW y News Corp. siguen barajando un pacto para lanzar una oferta hostil sobre la empresa. Por si las moscas, Yang señaló que –a su juicio. Yahoo debiera continuar independiente.
Pero los ojos de Murdoch se han posado en la compañía, en tanto analistas y accionistas se preguntan si Yang y Decker están a la altura de los nuevos desafíos. Por cierto, hace algunas semanas que News Corp. encara, vía testaferros, la posibilidad de tomar 25% del paquete Yahoo, a cambio de MySpace. Ahora, el “Times”, controlado por el magnate, confirma esas tratativas. Cabe recordar que, en 2005, News Corp. pagó por ese “portal social” US$ 580 millones.
Volviendo a Yang, no parece que tenga las condiciones necesarias para desempeñarse mucho tiempo como presidente ejecutivo. Por supuesto, no es raro que un creador se convierta en CEO, pero precisa ser un Steve Jobs (Apple) o un Michael Dell para afrontar la dura tarea. Más sagaz, el otro confundador de Yahoo, David Filo, se dedicó a otras cosas.