La telco mexicana, propiedad del magnate Carlos Slim, suscribió el acuerdo con la estadounidense, que puso en venta su participación de 51,79% en Embratel después de la quiebra ocasionada por el fraude financiero.
La noticia fue anunciada un mes después de que Telmex cerrara la adquisición de los activos sudamericanos de AT&T Latin America enfocados a clientes corporativos en Argentina, Chile, Brasil, Colombia y Perú.
“Brasil es la economía más grande de Sudamérica y Embratel es una de las empresas de telecomunicaciones más respetadas y competitivas del país. La combinación de ambos factores significó una oportunidad atractiva”, dijo José Formoso, vicepresidente de Operaciones Internacionales de Telmex.
Con esta incursión, Telmex tendrá presencia en el mercado de telefonía fija de Brasil, país en que participaba solamente en el sector corporativo con anillos de fibra óptica.
“Este era un paso que se veía venir y lo único que nos hacía dudar era el precio, pero el precio estuvo bien,” dijo Rogelio Urrutia, analista de Telmex para Santander-Serfin. Y agregó que “las sinergias como la de Telmex y AT&T son muy provechosas, sobre todo para la compra de equipamiento”, agregó.
En 2003, Embratel tuvo ingresos de US$2.400 millones y una utilidad neta de US$77 millones. Ahora, el acuerdo está sujeto a la aprobación de las autoridades judiciales de Estados Unidos y sus pares brasileñas.
Por la participación, que ahora quedó en manos de Telmex por US$360 millones, la ex WorldCom pagó US$1.900 millones en 1998, cuando Brasil privatizó su telefonía. De todas maneras, en julio de 2003, Carlos Slim tenía en su poder US$1.700 millones en bonos de la quebrada telefónica estadounidense que, aunque no trascendió, se cree tuvieron algún lugar en la negociación.
La telco mexicana, propiedad del magnate Carlos Slim, suscribió el acuerdo con la estadounidense, que puso en venta su participación de 51,79% en Embratel después de la quiebra ocasionada por el fraude financiero.
La noticia fue anunciada un mes después de que Telmex cerrara la adquisición de los activos sudamericanos de AT&T Latin America enfocados a clientes corporativos en Argentina, Chile, Brasil, Colombia y Perú.
“Brasil es la economía más grande de Sudamérica y Embratel es una de las empresas de telecomunicaciones más respetadas y competitivas del país. La combinación de ambos factores significó una oportunidad atractiva”, dijo José Formoso, vicepresidente de Operaciones Internacionales de Telmex.
Con esta incursión, Telmex tendrá presencia en el mercado de telefonía fija de Brasil, país en que participaba solamente en el sector corporativo con anillos de fibra óptica.
“Este era un paso que se veía venir y lo único que nos hacía dudar era el precio, pero el precio estuvo bien,” dijo Rogelio Urrutia, analista de Telmex para Santander-Serfin. Y agregó que “las sinergias como la de Telmex y AT&T son muy provechosas, sobre todo para la compra de equipamiento”, agregó.
En 2003, Embratel tuvo ingresos de US$2.400 millones y una utilidad neta de US$77 millones. Ahora, el acuerdo está sujeto a la aprobación de las autoridades judiciales de Estados Unidos y sus pares brasileñas.
Por la participación, que ahora quedó en manos de Telmex por US$360 millones, la ex WorldCom pagó US$1.900 millones en 1998, cuando Brasil privatizó su telefonía. De todas maneras, en julio de 2003, Carlos Slim tenía en su poder US$1.700 millones en bonos de la quebrada telefónica estadounidense que, aunque no trascendió, se cree tuvieron algún lugar en la negociación.