Por supuesto, la especulación bursátil suele ir a contramano de la economía real, por cual el viernes las acciones de VW subieron 8%, a niveles inéditos desde hace más de tres años. Esta vez, aprovechó una mejora de ingresos en 2005 y buenos pronósticos financieros para este año, conocidos antes de difundirse el nuevo plan.
Por su parte, la compañía confirmó el anticipo de mayores utilidades operativas e ingresos algos superiores este año. Algunos legisladores socialedemócratas se preguntaban, entonces, para qué el duro programa lanzado, que entraña un achicamiento de la empresa. “Esto no habría ocurrido si los errores políticos de Gerhard Schröder no le hubiesen abierto el camino a una conservadora como Angela Merkel”, acusó Oskar Lafontaine, jefe de Izquierda unida.
Apenas un día después de que la francesa Renault “desilusionase” a la bolsa de París con una estrategia basada en aumento de ventas y nuevos modelos –salvo en Argentina-, la rival alemana optó por la “productividad”. O sea, menos mano de obra germana y más tercerización en países con salarios bajos (Polonia, Eslovaquia, Hungría).
No obstante, el presidente ejecutivo Berndt Pischetsrieder aclaró que no planeaba cerrar plantas lisa y llanamente. La compañía tampoco cancelará un acuerdo interno, por el cual 100.000 trabajadores en seis estados occidentales seguirán percibiento hasta 2011 los “altos” sueldos prexistentes. En realidad, eran los niveles normales en Alemania antes de la fiebre por bajar costos laborales que –en VW- coincidió con un escándalo de ribetes picarescos.
Por supuesto, la especulación bursátil suele ir a contramano de la economía real, por cual el viernes las acciones de VW subieron 8%, a niveles inéditos desde hace más de tres años. Esta vez, aprovechó una mejora de ingresos en 2005 y buenos pronósticos financieros para este año, conocidos antes de difundirse el nuevo plan.
Por su parte, la compañía confirmó el anticipo de mayores utilidades operativas e ingresos algos superiores este año. Algunos legisladores socialedemócratas se preguntaban, entonces, para qué el duro programa lanzado, que entraña un achicamiento de la empresa. “Esto no habría ocurrido si los errores políticos de Gerhard Schröder no le hubiesen abierto el camino a una conservadora como Angela Merkel”, acusó Oskar Lafontaine, jefe de Izquierda unida.
Apenas un día después de que la francesa Renault “desilusionase” a la bolsa de París con una estrategia basada en aumento de ventas y nuevos modelos –salvo en Argentina-, la rival alemana optó por la “productividad”. O sea, menos mano de obra germana y más tercerización en países con salarios bajos (Polonia, Eslovaquia, Hungría).
No obstante, el presidente ejecutivo Berndt Pischetsrieder aclaró que no planeaba cerrar plantas lisa y llanamente. La compañía tampoco cancelará un acuerdo interno, por el cual 100.000 trabajadores en seis estados occidentales seguirán percibiento hasta 2011 los “altos” sueldos prexistentes. En realidad, eran los niveles normales en Alemania antes de la fiebre por bajar costos laborales que –en VW- coincidió con un escándalo de ribetes picarescos.