De inmediato, las acciones de Philip Morris (Altria Group) recobraron 10% en Wall
Street, arrastrando al sector. El trío de jueces en el tribunal de segunda
instancia (Florida, III distrito) afrontará otro problema: varios litigantes
y por lo menos dos organizaciones que combaten el tabaquismo proyectan pedirles
juicio político a los magistrados, por su sesgo en pro del negocio.
Por el momento, empero, se desvanece uno de los fantasmas jurídicos que
acechan a las empresas de esa actividad. En lo tocante a monto, los US$ 145.000
millones de esta demanda sólo ceden ante el arreglo por 246.000 millones
suscripto (1998) entre el gobierno federal y las compañías mayores.
El litigio floritano abarca una masa de 700.000 demandantes. Según el curioso
fallo de apelación, “los reclamos deberán encararse en forma
individual, no en grupo”. A partir de ese dictamen, para volver a la sentencia
favorable (julio de 2000, también en Miami) quedan dos instancias: el tribunal
superior del estado y la Suprema Corte. En cuanto a las empresas, reiteraron lo
que señalan ante cada pleito: las indemnizaciones exigidas podrían
haberlas llevado a la quiebra. Philip Morris aún debe apelar una multa
de US$ 10.100 millones, impuesta por un tribunal de Illinois a raíz de
“propaganda engañosa respecto de cigarrillos livianos”.
De inmediato, las acciones de Philip Morris (Altria Group) recobraron 10% en Wall
Street, arrastrando al sector. El trío de jueces en el tribunal de segunda
instancia (Florida, III distrito) afrontará otro problema: varios litigantes
y por lo menos dos organizaciones que combaten el tabaquismo proyectan pedirles
juicio político a los magistrados, por su sesgo en pro del negocio.
Por el momento, empero, se desvanece uno de los fantasmas jurídicos que
acechan a las empresas de esa actividad. En lo tocante a monto, los US$ 145.000
millones de esta demanda sólo ceden ante el arreglo por 246.000 millones
suscripto (1998) entre el gobierno federal y las compañías mayores.
El litigio floritano abarca una masa de 700.000 demandantes. Según el curioso
fallo de apelación, “los reclamos deberán encararse en forma
individual, no en grupo”. A partir de ese dictamen, para volver a la sentencia
favorable (julio de 2000, también en Miami) quedan dos instancias: el tribunal
superior del estado y la Suprema Corte. En cuanto a las empresas, reiteraron lo
que señalan ante cada pleito: las indemnizaciones exigidas podrían
haberlas llevado a la quiebra. Philip Morris aún debe apelar una multa
de US$ 10.100 millones, impuesta por un tribunal de Illinois a raíz de
“propaganda engañosa respecto de cigarrillos livianos”.