<p>El dictamen puede tener significativas implicancias, más allá de la industria farmoquímica en sí. Muchas empresas trataban de lograr regulaciones federales más estrictas, para eludir litigios. Por seis a tres, la corte sostuvo a un jurado que había laudado a favor de una artista musical de Vermont, que perdió un brazo tras serle inyectada una droga antináusea. </p>
<p>El fabricante de la sustancia, Wyeth, arguyó que haber satisfecho las normas sobre etiquetas impuesta por la Administración Federal de Alimentos y Drogas (FDA en inglés) la eximía de demandas judiciales, si etiquetaban terceros. “Los jueces no deben someter al escrutinio lego los dictámenes de los profesionales de la FDA”, protestó Merck.</p>
<p>La compañía ha sido golpeada por varias acciones colectivas, a causa del analgésico Vioxx. Debió aceptar un arreglo por US$ 4.850 millones en 2007. En años recientes, la Corte Suprema ha sido sensible a la idea de que los tribunales federales deben prevenir demandas estaduales o locales. El nuevo veredicto impone nuevos parámetros. </p>
<p>Las farmoquímicas y sectores aliados, con apoyo de George W. Bush y su gobierno, esperaba que el caso Vermont resultase en un veredicto totalmente opuesto. O sea, no abierto a demandas una vez aprobado un medicamento en nivel federal. </p>
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Un serio riesgo legal para los laboratorios
Otro severo revés a laboratorios que esperaban bloquear demandas por daños y perjuicios. La Corte Suprema estadounidense resolvió que los tribunales estaduales pueden admitir daños vía específicos mal etiquetados, aunque cumplan normas federales.