Un escándalo en el Pentágono ahora le genera pérdidas a Boeing

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El segundo fabricante mundial de aviones comerciales sufre efectos de algo sucedido en 2003. Eso llevó a resarcimientos y multas por demoras en un programa militar, cuyo efecto se sintió en el segundo trimestre del actual ejercicio.

Lo curioso es que la compañía acaba de elevar pronósticos de ventas para este año y el próximo. En buena medida, por la crisis interna que vive Airbus, líder del mercado y competidora directa. Sea como fuere, en abril-junio la pérdida neta alcanzó US$ 160 millones, pese a utilidades operativas por 566 millones y ventas por US$ 15.000 millones.

James McNerney, presidente ejecutivo de Boeing, señaló que ha superado al rival, a razón de cuatro contra una, en órdenes de compra. Pero esta cifra corresponde a todo el primer semestre y refleja el éxito del 787 “Dreamliner”, un mediano que traga menos combustibles, algo que no consigue Airbus (también perjudicada por demoras enr el A350, su nuevo mediano).

Pero la empresa norteamericana afronta problemas en el aspecto militar de negocio, donde los contratistas deben asumir mayores riesgos. Analistas externos estiman que la empresa debe ser más cuidadosa, para no incurrir en más retrasos o, mucho menos, escándalos como el de 2003.

En efecto, Boeing se vio obligada por el departamento de Justicia a aceptar u arreglo que le exigió US$ 615 millones, a raíz de severas transgresiones éticas que también implicaron a personal del Pentágono. Por otra parte, demoras en entregar aviones de vigilancia a Australia y Turquía redujeron ingresos netos por US$500 millones.

Lo curioso es que la compañía acaba de elevar pronósticos de ventas para este año y el próximo. En buena medida, por la crisis interna que vive Airbus, líder del mercado y competidora directa. Sea como fuere, en abril-junio la pérdida neta alcanzó US$ 160 millones, pese a utilidades operativas por 566 millones y ventas por US$ 15.000 millones.

James McNerney, presidente ejecutivo de Boeing, señaló que ha superado al rival, a razón de cuatro contra una, en órdenes de compra. Pero esta cifra corresponde a todo el primer semestre y refleja el éxito del 787 “Dreamliner”, un mediano que traga menos combustibles, algo que no consigue Airbus (también perjudicada por demoras enr el A350, su nuevo mediano).

Pero la empresa norteamericana afronta problemas en el aspecto militar de negocio, donde los contratistas deben asumir mayores riesgos. Analistas externos estiman que la empresa debe ser más cuidadosa, para no incurrir en más retrasos o, mucho menos, escándalos como el de 2003.

En efecto, Boeing se vio obligada por el departamento de Justicia a aceptar u arreglo que le exigió US$ 615 millones, a raíz de severas transgresiones éticas que también implicaron a personal del Pentágono. Por otra parte, demoras en entregar aviones de vigilancia a Australia y Turquía redujeron ingresos netos por US$500 millones.

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