sábado, 23 de noviembre de 2024

Reabrirán Chanta Cuatro

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El hotal-restaurante en el que solía cenar el Zorzal Criollo volverá a abrir sus puertas pero esta vez bajo el nombre de Esquina Carlos Gardel. El local tendrá capacidad para 470 personas.

(EFE).- Los amantes del tango y admiradores de Carlos Gardel pronto podrán disfrutar de un ambiente que recrea los salones de milonga del Buenos Aires de los años 30 y cenar en el mismo lugar donde el “Zorzal Criollo” solía degustar un puchero con sus amigos.

Se trata del restaurante “Esquina Carlos Gardel”, ubicado en el centro de la capital argentina, en el barrio que vio crecer a Gardel, sobre el pasaje peatonal que lleva su nombre y en el mismo solar en el que durante décadas funcionó la cantina “Chanta Cuatro”, de la que el máximo ídolo del tango era asiduo.

La misma figura de Carlitos saluda a los visitantes con una inmortal sonrisa de bronce a pocos metros de la entrada al restaurante, invitándolos a pasar a un rincón, que tras una fachada austera, esconde los lujos de antaño.

“Hemos respetado la fachada original. En este lugar funcionaba una cantina y un hotel familiar en la planta alta”, contó el gerente comercial de “Esquina Carlos Gardel”, Alejandro Cánepa.

En el local también había una cancha de bochas (petanca), un popular juego de la época con bolas de madera del cual surgió el nombre “chanta cuatro”, una de las jugadas posibles con las bochas.

Los responsables del proyecto tienen documentado que los miércoles por la noche Gardel concurría con sus amigos a comer puchero al “Chanta Cuatro”, que está ubicado justo en frente al Abasto, un mercado concentrador de frutas y verduras que hoy es el mayor centro comercial de la ciudad.

“El lanzamiento a nivel artístico de Gardel fue en el Abasto. Cantaba en el mercado y aquí transcurrió parte de su vida. Durante muchos años, él vivió a 150 metros de este lugar. El tango nació en el Abasto y queremos que sea nuevamente un polo de esta música”, aseguró Cánepa.

Según los historiadores, el “Zorzal” llegó al barrio del Abasto con sólo tres años y de la mano de su madre en 1893, el mismo año en que se construyó la casa donde funcionó “Chanta Cuatro”.

Desde su arquitectura, el nuevo restaurante, con capacidad para 470 comensales, presentará un “contraste entre la ruda imagen del Abasto de afuera y la magnífica ambientación del salón”, explicó Cánepa.

El diseño interior es el de un teatro, con escenario y palcos, sólo que en vez de butacas, hay mesas.

El salón, suntuosamente decorado con arañas, mármoles, bronce y mobiliario antiguo de acuerdo al estilo “Art Nouveau” de la década de 1930, está dominado por un escenario sobre el que cada noche se ofrecerá un espectáculo de tango en homenaje a Carlos Gardel.

Sobre el escenario se montó un balcón móvil para la orquesta de seis músicos, que acompañará a cinco parejas de baile y a tres cantantes.

“Estudiamos la posibilidad de que en algún momento tengamos un día fijo de milonga, pero muy ´cajetilla´. Queremos ser algo distinto en Buenos Aires, que la gente se vista especialmente para venir aquí a compartir una gran velada de tango y una muy buena cena”, sostuvo el gerente del establecimiento.

En cuanto a la gastronomía, “Esquina Carlos Gardel” ofrecerá una variada selección de platos de comida internacional en dos menús de US$ 65 y US$ 100, que incluyen platos de entrada, principal y postre, la bebida y el espectáculo.
Entre los platos “típicamente argentinos” se ofrecerán el “bife de chorizo” y el “bife de costilla” y los dueños del restaurante planean servir una vez por semana, como especialidad, alguna de las comidas que popularizaron al “Chanta Cuatro” y que solía pedir Gardel, como la sopa de ajo o el puchero, un guisado de carne con verduras.
El ambicioso proyecto, que empleará a unas 80 personas, pertenece a una sociedad mixta integrada por Alto Palermo, una empresa que administra varios centros comerciales en Argentina y que es integrante del grupo IRSA, y por el canal de televisión “Sólo Tango” y los empresarios gastronómicos Antonio Ruiz y Víctor Blanco, entre otros inversores.
El nuevo espacio, que será inaugurado el 29 de mayo tras casi un año y medio de diseño y construcción, será también una especie de “museo del tango”.
Para los turistas extranjeros, “se está diseñando una guía sonora, en varios idiomas, con información y música de las personalidades del tango”, contó Cánepa.
Sobre las paredes del restaurante se expondrán 249 ilustraciones, fotos, portadas de revistas y tapas de discos que recorren la historia del “Morocho del Abasto” y de la música que lo hizo inmortalizó en el mundo entero.

(EFE).- Los amantes del tango y admiradores de Carlos Gardel pronto podrán disfrutar de un ambiente que recrea los salones de milonga del Buenos Aires de los años 30 y cenar en el mismo lugar donde el “Zorzal Criollo” solía degustar un puchero con sus amigos.

Se trata del restaurante “Esquina Carlos Gardel”, ubicado en el centro de la capital argentina, en el barrio que vio crecer a Gardel, sobre el pasaje peatonal que lleva su nombre y en el mismo solar en el que durante décadas funcionó la cantina “Chanta Cuatro”, de la que el máximo ídolo del tango era asiduo.

La misma figura de Carlitos saluda a los visitantes con una inmortal sonrisa de bronce a pocos metros de la entrada al restaurante, invitándolos a pasar a un rincón, que tras una fachada austera, esconde los lujos de antaño.

“Hemos respetado la fachada original. En este lugar funcionaba una cantina y un hotel familiar en la planta alta”, contó el gerente comercial de “Esquina Carlos Gardel”, Alejandro Cánepa.

En el local también había una cancha de bochas (petanca), un popular juego de la época con bolas de madera del cual surgió el nombre “chanta cuatro”, una de las jugadas posibles con las bochas.

Los responsables del proyecto tienen documentado que los miércoles por la noche Gardel concurría con sus amigos a comer puchero al “Chanta Cuatro”, que está ubicado justo en frente al Abasto, un mercado concentrador de frutas y verduras que hoy es el mayor centro comercial de la ciudad.

“El lanzamiento a nivel artístico de Gardel fue en el Abasto. Cantaba en el mercado y aquí transcurrió parte de su vida. Durante muchos años, él vivió a 150 metros de este lugar. El tango nació en el Abasto y queremos que sea nuevamente un polo de esta música”, aseguró Cánepa.

Según los historiadores, el “Zorzal” llegó al barrio del Abasto con sólo tres años y de la mano de su madre en 1893, el mismo año en que se construyó la casa donde funcionó “Chanta Cuatro”.

Desde su arquitectura, el nuevo restaurante, con capacidad para 470 comensales, presentará un “contraste entre la ruda imagen del Abasto de afuera y la magnífica ambientación del salón”, explicó Cánepa.

El diseño interior es el de un teatro, con escenario y palcos, sólo que en vez de butacas, hay mesas.

El salón, suntuosamente decorado con arañas, mármoles, bronce y mobiliario antiguo de acuerdo al estilo “Art Nouveau” de la década de 1930, está dominado por un escenario sobre el que cada noche se ofrecerá un espectáculo de tango en homenaje a Carlos Gardel.

Sobre el escenario se montó un balcón móvil para la orquesta de seis músicos, que acompañará a cinco parejas de baile y a tres cantantes.

“Estudiamos la posibilidad de que en algún momento tengamos un día fijo de milonga, pero muy ´cajetilla´. Queremos ser algo distinto en Buenos Aires, que la gente se vista especialmente para venir aquí a compartir una gran velada de tango y una muy buena cena”, sostuvo el gerente del establecimiento.

En cuanto a la gastronomía, “Esquina Carlos Gardel” ofrecerá una variada selección de platos de comida internacional en dos menús de US$ 65 y US$ 100, que incluyen platos de entrada, principal y postre, la bebida y el espectáculo.
Entre los platos “típicamente argentinos” se ofrecerán el “bife de chorizo” y el “bife de costilla” y los dueños del restaurante planean servir una vez por semana, como especialidad, alguna de las comidas que popularizaron al “Chanta Cuatro” y que solía pedir Gardel, como la sopa de ajo o el puchero, un guisado de carne con verduras.
El ambicioso proyecto, que empleará a unas 80 personas, pertenece a una sociedad mixta integrada por Alto Palermo, una empresa que administra varios centros comerciales en Argentina y que es integrante del grupo IRSA, y por el canal de televisión “Sólo Tango” y los empresarios gastronómicos Antonio Ruiz y Víctor Blanco, entre otros inversores.
El nuevo espacio, que será inaugurado el 29 de mayo tras casi un año y medio de diseño y construcción, será también una especie de “museo del tango”.
Para los turistas extranjeros, “se está diseñando una guía sonora, en varios idiomas, con información y música de las personalidades del tango”, contó Cánepa.
Sobre las paredes del restaurante se expondrán 249 ilustraciones, fotos, portadas de revistas y tapas de discos que recorren la historia del “Morocho del Abasto” y de la música que lo hizo inmortalizó en el mundo entero.

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