Hay que seguir actuando sin paralizrse. En algunos casos será fácil porque ya habíamos comenzado a trabajar en otra cosa antes de que fracasara la primera. Pero en muchos casos no va a ser nada fácil. Será como trab¿tar de avanzar en la arena movediza del fracaso.
El elemento fundamental será la forma en que uno maneje las emociones. Conversar con los demás sobre el fracaso es mucho mejor que guardar los sentimientos para uno mismo. Sirve para liberarse más rápido del desasosiego.
Pero en última instancia hay que aprender a autoconocerse. No hay fórmulas mágicas. El primer paso es entender eso y tratar de averiguar a qué le tenemos miedo. Después de un fracaso en cualquier cosa, es bueno recordar que, sea lo que sea, es apenas una pequeña parte del camino de la vida. Hay que pasar al siguiente capítulo en el momento en que uno se sienta listo para eso.