<p>En el ambiente, a la fábrica de coches deportivos de alto precio la llaman “un fondo de cobertura con una automotriz anexa”, pues la firma emplea estrategias de asegurarse el futuro de ese tipo. Pero la razón de que las acciones del grupo atraigan a inversores y especuladores es –creen sus ejecutivos- es “que tiene un buen modelo de negocios y perspectivas de crecimiento”. </p>
<p>Los fondos de cobertura (derivados, hoy en declive) no se ocupan de GM, Ford, Chrysler, Fiat ni Daimler, sino de Porsche. Pero olvidan un factor clave: los accionistas de la familia. Igualmente, ¿cómo hizo la empresa, especialista en deportivos de lujo, para apoderarse de una compañía varias veces más grande, Volkswagen-Audi? </p>
<p>Este éxito, que ubica a Porche-VW al frente en Europa (del Atlántico a los Urales), se debe a un sistema para toma de decisiones útil como ejemplo para otras sociedades familiares. Pero, en materia de management, el mérito le cabe a una herramienta conocida como proceso de planeamiento paralelo (PPP). </p>
<p>El PPP centra la toma de decisiones en cuatro factores: concepto, metas, estrategia y gestión. Concepto engloba conducción e ingeniería unificadas en Porsche-VW-Audi bajo control familiar. La meta se resume en liderazgo europeo, al menos en esta fase. La estrategia, obviamente, remite a la diferenciación entre marcas por desempeño y calidad. Por fin, la gestión pivotea en visión y valores familiares.</p>
<p>Sin embargo, en general las automotrices actuales –a diferencia de las históricas- no suelen encajar en modelos familiares, aunque haya excepciones como Toyota. Máxime recordando que el poder se centraliza en Ferdinand Piëch, una personalidad dominante. Ahora presidente ejecutivo de Volkswagen, Porsche es su apellido paterno y su tío abuelo fundó VW en 1937.</p>

Porsche sigue vendiendo bien sus coches de lujo
En el mundo, la industria automotriz vive malos tiempos, con pocas excepciones. General Motors y Chrysler pelean por sobrevivir. Toyota, Peugeot y Nissan-Renault afrontan serios problemas. No así Volkswagen-Audi, grupo hoy controlado por Porsche.