Los dos primeros despidos los resolvió Antony Blair. En esta oportunidad, hasta los propios laboristas han calificado de azaroso el ingreso del mercantilista al gabinete. Máxime con Brown tambaleante dentro y fuera del partido. Hace una semana, los apostadores profesionales aceptaban diez contra uno por la dimisión.
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<p>Según reveló el amarillista “Sunday Times”, Mandelson esta viajando por las islas griegas en el “Queen K”, propiedad del nada diáfano potentado ruso Olyeg Dyeripaska, testaferro de Vladyímir Putin en la industria del aluminio vía Rusal y un holding en Suiza. Peter y Olyeg son viejos amigos. </p>
<p>El problema no es ése. Sucede que, en 2005 y 2007, el entonces miembro de la Comisión Europea hizo bajar gravámenes a la importación de aluminio en la Unión Europea. Ello le valió al amigo Dyeripaska ahorros por € 65 millones en 2008. Por otra parte, queda mal que un ministro británico sea visto del brazo con un personaje tan obscuro. </p>
<p>Una inoportuna declaración de la CE no ayudó. Mandelson “ejerció sus funciones sin condicionamientos personales”. No lo cree así el diputado neoliberal Norman Baker, a cuyo juicio el todavía ministro “tiene como rasgo típico sentirse atraído por magnates del ‘jet set’ estilo Dyeripaska”. Ya en 1998, Mandelson se compró una mansión gracias a un “préstamo” de un millonario bajo investigación. Tuvo que renunciar como ministro. A año siguiente, otra vez miembro del gobierno (Blair es amigo de los amigos), un segundo escándalo lo volteó. </p>
<p>En 2004, el persistente Blair lo envió a la CE. ¿Por qué a Bruselas? Para que el pobre ganase ocho mil euros y, luego de cumplir 65 años (2011), una pensión anual de € 40.000. Aunque haya estado en el cargo menos de cinco años. Impertérrito, el personaje se identifica en sus tarjetas como “lord Mandelson de Foy y Hartlepool”. Los Rothschild tampoco son anglosajones, pero el baronazgo les cuadra mucho mejor y se lo merecen. </p>
Peter Mandelson, un ortodoxo adicto a los escándalos
Ex comisario europeo de comercio, varias veces ministro y amigo de oligarcas rusos, Mandelson está a punto de renunciar nuevamente, no por su gusto. Ahora, como titular de negocios en el equipo de Gordon Brown y por otro escandalete.