“Cuando era chiquita hacía emprendimientos como vender golosinas o hacer carteras y cinturones” dice Carla Fada, de 29 años, que es diseñadora industrial y master en marketing. “Siempre estuve en el área téxtil, trabaje en diseño y análisis. Luego decidí comenzar con mi propio emprendimiento” explica.
La idea detrás de MOUL, una singular marca de socks con diseño propio, la tuvo el socio de Carla. “Encontró en un producto génerico el hecho de agregarle valor, que la media deje de ser una simple media y sea un accesorio de moda” explica Fada. También debían agregarle algo más al producto, algo funcional que complemente lo estético. Así surgió la idea de agregarle pequeños botones que impiden que se mezclen o pierdan los pares de socks. MOUL apostó a un sector que estaba abandonado. Hombres jóvenes que “no tenían con que indetificarse. Se estaban quedando sin accesorios para decir ´este soy yo´, antes había gemelos para corbata por dar un ejemplo y se dejaron de usar. Así pensamos en las medias como un elemento diferenciador para el hombre, una forma de mostrar un detalle” dice Fada al explicar la génesis de la idea.
Modelo de negocios
La empresa comercializa sus productos a través de concept stores, que son locales en los shopping (góndolas). Con alrededor de 200 diseños y con 1.500 unidades vendidas por mes, desde MOUL estiman una proyección anual de 30.000 diseños vendidos. Actualmente se encuentran en Paseo Alcorta, Dot Baires, Solar de la Abadía y Patio Bullrich y los kits salen alrededor de $169.
A su vez, comercializan con retailers y mediante su tienda online. “Estamos pensando en expandirnos a Panáma, Brasil, Uruguay” mediante el mismo formato que usan en el país “aterrizar con concept stores, establecer la marca y luego enfocarnos en mayoristas y retailers” explica Fada.