El gobierno del Paraguay criticó ayer la decisión del presidente Carlos Menem de permitir que el ex general golpista Lino César Oviedo continúe gozando de los beneficios del asilo político en la estancia Rivadavia, en Tierra del Fuego, pese a que desde su confinamiento, el ex militar convocó a “un levantamiento del pueblo campesino” del país vecino, con intención de desestabilizar la gestión del presidente paraguayo, Luis González Macchi. “El gobierno argentino tiene sobradas pruebas de la conducta no ajustada al derecho internacional de Oviedo”, denunció el canciller paraguayo, José Félix Fernández Estigarribia. Sin embargo, el funcionario aclaró: “Pero nosotros, de ningún modo, vamos a establecer normas”. Por su parte, Menem desestimó las críticas de políticos paraguayos, por las que la Argentina espera un pedido de disculpas del Paraguay, y aseguró que Oviedo no violó el asilo. “No habló de golpe (de Estado), dijo que él podía dar un golpe en las urnas, con los votos. Eso no tiene entidad como para disponer la anulación del asilo”, dijo el Presidente. Mientras tanto, el canciller argentino, Guido Di Tella, calificó ayer de “garrón” la situación vivida a raíz del asilo concedido a Oviedo: “Es un garrón que nos estamos comprando, no sin necesidad. Fue inevitable”.
(La Nación, Clarín)
El gobierno del Paraguay criticó ayer la decisión del presidente Carlos Menem de permitir que el ex general golpista Lino César Oviedo continúe gozando de los beneficios del asilo político en la estancia Rivadavia, en Tierra del Fuego, pese a que desde su confinamiento, el ex militar convocó a “un levantamiento del pueblo campesino” del país vecino, con intención de desestabilizar la gestión del presidente paraguayo, Luis González Macchi. “El gobierno argentino tiene sobradas pruebas de la conducta no ajustada al derecho internacional de Oviedo”, denunció el canciller paraguayo, José Félix Fernández Estigarribia. Sin embargo, el funcionario aclaró: “Pero nosotros, de ningún modo, vamos a establecer normas”. Por su parte, Menem desestimó las críticas de políticos paraguayos, por las que la Argentina espera un pedido de disculpas del Paraguay, y aseguró que Oviedo no violó el asilo. “No habló de golpe (de Estado), dijo que él podía dar un golpe en las urnas, con los votos. Eso no tiene entidad como para disponer la anulación del asilo”, dijo el Presidente. Mientras tanto, el canciller argentino, Guido Di Tella, calificó ayer de “garrón” la situación vivida a raíz del asilo concedido a Oviedo: “Es un garrón que nos estamos comprando, no sin necesidad. Fue inevitable”.
(La Nación, Clarín)