(EFE).- La empresa química Mitsubishi Gas Chemical invertirá 3.000 millones de yenes (unos US$ 27 millones) en la producción de plásticos biodegradables ante el esperado aumento de la demanda de este producto, informó ayer (domingo 13) el diario económico Nihon Keizai.
La empresa pretende elevar su capacidad de producción anual hasta 10.000 toneladas, y para ello remozará una fábrica que tiene en Ibaraki, al nordeste de Tokio.
Su objetivo es conseguir ventas de 4.000 millones de yenes (unos US$ 36 millones) al año de un tipo de poliéster de carbono, un plástico biodegradable fabricado con un ácido empleado también en fibras, aditivos, tintas y pinturas.
Este ácido se obtiene de la glucosa del maíz que, purificada, se puede emplear en la producción de los plásticos ecológicos.
El producto resultante cuenta con la misma resistencia al calor y durabilidad que el polietileno, y sus usos potenciales se localizan en la agricultura y en la fabricación de piezas para ordenadores personales o material de oficina.
El plástico biodegradable, que se descompone en agua y dióxido de carbono, está considerado como uno de los productos químicos de la próxima generación, en los que se emplean productos derivados de los vegetales en vez de los procedentes de los fósiles.
Según el diario Nihin Keizai, el mercado actual de plásticos biodegradables, de unas 2.500 toneladas anuales, experimentará un crecimiento espectacular en los próximos años que lo elevará a 20.000 toneladas en el 2003.
(EFE).- La empresa química Mitsubishi Gas Chemical invertirá 3.000 millones de yenes (unos US$ 27 millones) en la producción de plásticos biodegradables ante el esperado aumento de la demanda de este producto, informó ayer (domingo 13) el diario económico Nihon Keizai.
La empresa pretende elevar su capacidad de producción anual hasta 10.000 toneladas, y para ello remozará una fábrica que tiene en Ibaraki, al nordeste de Tokio.
Su objetivo es conseguir ventas de 4.000 millones de yenes (unos US$ 36 millones) al año de un tipo de poliéster de carbono, un plástico biodegradable fabricado con un ácido empleado también en fibras, aditivos, tintas y pinturas.
Este ácido se obtiene de la glucosa del maíz que, purificada, se puede emplear en la producción de los plásticos ecológicos.
El producto resultante cuenta con la misma resistencia al calor y durabilidad que el polietileno, y sus usos potenciales se localizan en la agricultura y en la fabricación de piezas para ordenadores personales o material de oficina.
El plástico biodegradable, que se descompone en agua y dióxido de carbono, está considerado como uno de los productos químicos de la próxima generación, en los que se emplean productos derivados de los vegetales en vez de los procedentes de los fósiles.
Según el diario Nihin Keizai, el mercado actual de plásticos biodegradables, de unas 2.500 toneladas anuales, experimentará un crecimiento espectacular en los próximos años que lo elevará a 20.000 toneladas en el 2003.