The Home Depot, una de las más importantes cadenas de venta de materiales para la construcción en todo el mundo, creadora del concepto “hágalo usted mismo”, inició su incursión en la Argentina a mediados del mes de agosto, y en Sudamérica hace dos años, cuando se instaló en Chile.
La empresa había anunciado hacía cinco su llegada a la Argentina, incluso antes de decidirse por Chile, pero el dinamismo de la economía trasandina los llevó a preferirla, no sólo sobre la Argentina, sino también sobre México, según explicaron sus directivos en una entrevista con La nación.
El elemento que actuó como catalizador fue la asociación con la chilena Falabella, quien se convirtió en un excelente socio dentro de un mercado pequeño como el de ese país.
México sufría aun por aquel entonces los efectos de la “crisis del tequila”, así que todo se facilitó para la opción por Chile.
La idea de operar en la Argentina, a pesar de la recesión, responde justamente a que la entrada de Home Depot y su posterior desarrollo en el mercado chileno coincidieron con la caída recesiva de la economía chilena, y aun así, a la compañía le fue bien.
De allí que no tengan dudas de sus posibilidades en la Argentina, donde inaugurarán otras siete tiendas entre este mes y fines del año próximo.
Cinco estarán distribuidas en Don Torcuato, Quilmes, San Justo, Avellaneda y Moreno y las restantes en la Capital Federal (Villa Pueyrredón y Warnes).
Home Depot facturó que en el primer semestre US$ 12.618 millones y ganó US$ 838 millones.
Los directivos de la compañía aseguraron que mantuvieron reuniones con el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Carlos Ruckauf, quien habría manifestado su satisfacción por la llegada de Home Depot.
La estrategia de la firma, al menos para el local de Barracas, fue contratar 500 empleados por seis meses, trabajar una oferta total de artículos, de la cual 80% es producción local, y de estos exportar los más competitivos a Estados Unidos y Canadá.
The Home Depot, una de las más importantes cadenas de venta de materiales para la construcción en todo el mundo, creadora del concepto “hágalo usted mismo”, inició su incursión en la Argentina a mediados del mes de agosto, y en Sudamérica hace dos años, cuando se instaló en Chile.
La empresa había anunciado hacía cinco su llegada a la Argentina, incluso antes de decidirse por Chile, pero el dinamismo de la economía trasandina los llevó a preferirla, no sólo sobre la Argentina, sino también sobre México, según explicaron sus directivos en una entrevista con La nación.
El elemento que actuó como catalizador fue la asociación con la chilena Falabella, quien se convirtió en un excelente socio dentro de un mercado pequeño como el de ese país.
México sufría aun por aquel entonces los efectos de la “crisis del tequila”, así que todo se facilitó para la opción por Chile.
La idea de operar en la Argentina, a pesar de la recesión, responde justamente a que la entrada de Home Depot y su posterior desarrollo en el mercado chileno coincidieron con la caída recesiva de la economía chilena, y aun así, a la compañía le fue bien.
De allí que no tengan dudas de sus posibilidades en la Argentina, donde inaugurarán otras siete tiendas entre este mes y fines del año próximo.
Cinco estarán distribuidas en Don Torcuato, Quilmes, San Justo, Avellaneda y Moreno y las restantes en la Capital Federal (Villa Pueyrredón y Warnes).
Home Depot facturó que en el primer semestre US$ 12.618 millones y ganó US$ 838 millones.
Los directivos de la compañía aseguraron que mantuvieron reuniones con el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Carlos Ruckauf, quien habría manifestado su satisfacción por la llegada de Home Depot.
La estrategia de la firma, al menos para el local de Barracas, fue contratar 500 empleados por seis meses, trabajar una oferta total de artículos, de la cual 80% es producción local, y de estos exportar los más competitivos a Estados Unidos y Canadá.