<p>Entrar en batalla será la única forma de hacer rendir los US$ 7.700 millones de la transacción. Pero sucede que el grupo belga-estadounidense, su rival, controla 70% del mercado al sur de Panamá. Ello explica que ahora busque tomar el resto del otro jugador mexicano, Grupo Modelo, fabricante entre otras de Corona, quizá la más con conocida cerveza azteca.<br />
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Si lo logra, se reafirmará como el mayor conglomerado de su tipo en Occidente. Modelo ya compite muy bien en México y el avance de AB-InBev pondrá en aprietos a Heineken. Ocurre que los belgas se centran en recortar costos, aun arriesgando calidad, como algunos expertos británicos temen sea el caso de Stella Artois. En suma, ambos estilos de gestión son contrastantes.<br />
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Especialmente en Brasil, el mayor mercado cervecero continental, después de Estados Unidos. En lo financiero, AB-InBev tiene liquidez para tomar la mitad de GM que aún no controla, después de copar el otro 50% con la compra en 2009 (US$ 52.000 millones) de Anheuser Busch. Esa participación se valúa entre US$ 8.000 y 9.000 millones. <br />
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A AB-InBev la maneja Carlos Brito, tan brasileño como Ghosn, otro Carlos, jefe de Nissan-Renault. En lo tocante a Grupo Modelo, sus propios accionistas vienen tratando de vender desde 2008. En cuanto a Boxmeer, en menos de dos años cristalizó dos grandes adquisiciones, siendo la mayor el grupo británico Scottish-Newcastle.</p>
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Heineken peleará la región con Anheuser Busch-InBev
Jean-François van Boxmer obtuvo la división cervecera de Fomento Económico Mexicano Femsa- para lanzarse, vía Dos equis (XX), su emblema. Su móvil es claro: disputarle el continente a Anheuser Busch-InBev, o sea Budweiser, Brahma y Quilmes.
