<p>En los últimos meses, se registraron cuatro casos típicos, todos relacionados con la influencia de ciertas multinacionales sobre la Comisión Europea. El 8 de octubre de 2008, la aduana holandesa retuvo siete meses una partida de Clopidogrel, específico para cardíacos que la francesa Sanofi-Aventis dice tener bajo patente exclusiva. Pero la droga iba de India a Colombia, países donde no rige esa protección.</p>
<p>El 24 de diciembre, vísperas navideñas, de nuevo los Países Bajos confiscaron una remesa de Losartán en apariencia con patente de Merck Sharp & Dohme. Su destino era Brasil –donde tampoco existe ese amparo- y, para peor, se frenó 35 días y fue devuelto a India.<br />
Dos meses después, el 27 de febrero de 2009, los tenaces holandeses llegaron más lejos: detuvieron un envío de farmoquímicos contra el HIV. Efectuado por la fundación William y Hillary Clinton rumbo a Nigeria, un país sumamente castigado por el Sida. En esta oportunidad, el destinatario era nadie menos que la ONU y esto llevó al destrabe casi inmediato, mientras varios medios denunciaban sobornos a los aduaneros del pequeño país.<br />
El cuarto caso, para variar, ocurrió en el aeropuerto de Francfort. El 5 de mayo, una partida del antibiótico Amoxicilina (otra “exclusiva” de MS&D) iba hacia la isla de Vanuatu. La retuvieron quince días y ahí explotó la ira india. Las maniobras son evidentes: fuertes multinacionales arguyen que determinados medicamentos –bajo patente en Estados Unidos-Canadá y la UE- son genéricos en el resto del planeta.<br />
No obstante, “pierden” esa condición si hacen escalas en esas jurisdicciones, aunque recorran trayectos totales entre países o destinos donde son genéricos. Pero el caso de febrero puso en evidencia que por lo menos una instancia supranacional (la ONU) no reconoce patentes fuera de jurisdicciones originarias. La ofensiva aduanera fue desencadenada por grupos poderosos: Novartis, Sanofi-Aventis, MS&D, Eli Lilly, Glaxo Smith Kline y otros.</p>
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Guerra por farmoquímicos entre Unión Europea e India
Delhi presenta esta semana a la Organización Mundial de la Salud una nueva protesta formal contra Bruselas. Sucede que se confiscan arbitrariamente remesas de genéricos a terceros países que recalan en puertos europeos.