Victorio Américo Gualtieri, uno de los empresarios más exitosos del sector de la construcción en la provincia de Buenos Aires, se presentó el pasado lunes (05) en el juzgado Civil Nro 1 de Dolores, y en presencia de su abogado y de la jueza Alicia Méndez de Macchi, hizo el pedido formal para iniciar un proceso de reordenamiento de sus deudas o, de no ser posible esto, presentarse en quiebra.
Ayer, Gualtieri le dirigió una carta al diario La Nación en la cual explicaba que solicitó el concurso preventivo de acreedores acuciado por “la crisis de pagos del sector público contratante” y por “la retracción del orden de 30% en la actividad durante el último año”, según informó hoy (viernes 09) el mismo matutino.
En la comunicación, Gualtieri no dejó de asegurar, sin embargo, que confía en que “en el futuro se revertirá la situación, lo que le permitirá a la empresa afrontar el pasivo acumulado”.
Se cree que el empresario habría informado a la Justicia que el sector público le adeudaba unos $ 400 millones, acumulados por diversas obras, llevadas a cabo en su mayoría en distritos del interior bonaerense.
En el expediente abierto en Dolores, la compañía admitió un activo de $ 399.065.556 y un pasivo de $ 296.241.411.
Gualtieri, que cuenta entre sus acreedores con el Banco Provincia de Buenos Aires, el Banco de la Nación Argentina, la Banca Nazionale del Lavoro, Bansud y Citibank, había perdido el contrato para construir el acueducto Río Colorado, en la provincia de La Pampa, y le fueron embargados los bienes en la zona por orden de un juzgado federal.
El acueducto, que preveía más de 1100 kilómetros de extensión entre red troncal y canales subsidiarios, tenía un costo de $ 180 millones de costo, de los cuales Gualtieri habría recibido, en dos años, unos $ 50 millones, aunque sólo realizó algo menos de 25% de los trabajos, según el secretario de Obras Públicas pampeano, Raúl Rodríguez.
La municipalidad de Morón, en la provincia de Buenos Aires, también le anuló un contrato por irregularidades en el contrato firmado con la administración de Juan Carlos Rousselot; mientras que el municipio de San Martín lo denunció “por intento de fraude”, según el intendente Ricardo Ivoskus.
Para la firma, los casos citados derivan de decisiones “injustas”, las cuales sumadas a “las leyes nacionales y provinciales de consolidación de pasivos públicos y de emergencia hacen imposible que coincida el flujo de ingresos con el de pagos”, según reza el texto del comunicado.
Gualtieri inició sus operaciones en 1950, en el sector agropecuario, ingresó en la construcción con la construcción del alcantarillado de su pueblo natal, Sevigné, en el partido bonaerense de Dolores.
En los años 80, se convirtió en uno de los operadores de TV por cable en el conurbano bonaerense, y a principios de los años 90, la constructora comenzó a crecer hasta ubicarse, en menos de una década, entre las cuatro contratistas más grandes del país en obra pública, con una facturación anual superior a los $ 200 millones.
Según las fuentes de La Nación para este crecimiento, fue fundamental el apoyo del ex gobernador de la provincia de Buenos Aires, Eduardo Duhalde, quien le habría facilitado el acceso a tantos contratos.
Victorio Américo Gualtieri, uno de los empresarios más exitosos del sector de la construcción en la provincia de Buenos Aires, se presentó el pasado lunes (05) en el juzgado Civil Nro 1 de Dolores, y en presencia de su abogado y de la jueza Alicia Méndez de Macchi, hizo el pedido formal para iniciar un proceso de reordenamiento de sus deudas o, de no ser posible esto, presentarse en quiebra.
Ayer, Gualtieri le dirigió una carta al diario La Nación en la cual explicaba que solicitó el concurso preventivo de acreedores acuciado por “la crisis de pagos del sector público contratante” y por “la retracción del orden de 30% en la actividad durante el último año”, según informó hoy (viernes 09) el mismo matutino.
En la comunicación, Gualtieri no dejó de asegurar, sin embargo, que confía en que “en el futuro se revertirá la situación, lo que le permitirá a la empresa afrontar el pasivo acumulado”.
Se cree que el empresario habría informado a la Justicia que el sector público le adeudaba unos $ 400 millones, acumulados por diversas obras, llevadas a cabo en su mayoría en distritos del interior bonaerense.
En el expediente abierto en Dolores, la compañía admitió un activo de $ 399.065.556 y un pasivo de $ 296.241.411.
Gualtieri, que cuenta entre sus acreedores con el Banco Provincia de Buenos Aires, el Banco de la Nación Argentina, la Banca Nazionale del Lavoro, Bansud y Citibank, había perdido el contrato para construir el acueducto Río Colorado, en la provincia de La Pampa, y le fueron embargados los bienes en la zona por orden de un juzgado federal.
El acueducto, que preveía más de 1100 kilómetros de extensión entre red troncal y canales subsidiarios, tenía un costo de $ 180 millones de costo, de los cuales Gualtieri habría recibido, en dos años, unos $ 50 millones, aunque sólo realizó algo menos de 25% de los trabajos, según el secretario de Obras Públicas pampeano, Raúl Rodríguez.
La municipalidad de Morón, en la provincia de Buenos Aires, también le anuló un contrato por irregularidades en el contrato firmado con la administración de Juan Carlos Rousselot; mientras que el municipio de San Martín lo denunció “por intento de fraude”, según el intendente Ricardo Ivoskus.
Para la firma, los casos citados derivan de decisiones “injustas”, las cuales sumadas a “las leyes nacionales y provinciales de consolidación de pasivos públicos y de emergencia hacen imposible que coincida el flujo de ingresos con el de pagos”, según reza el texto del comunicado.
Gualtieri inició sus operaciones en 1950, en el sector agropecuario, ingresó en la construcción con la construcción del alcantarillado de su pueblo natal, Sevigné, en el partido bonaerense de Dolores.
En los años 80, se convirtió en uno de los operadores de TV por cable en el conurbano bonaerense, y a principios de los años 90, la constructora comenzó a crecer hasta ubicarse, en menos de una década, entre las cuatro contratistas más grandes del país en obra pública, con una facturación anual superior a los $ 200 millones.
Según las fuentes de La Nación para este crecimiento, fue fundamental el apoyo del ex gobernador de la provincia de Buenos Aires, Eduardo Duhalde, quien le habría facilitado el acceso a tantos contratos.