La firma todavía no ha elegido panel. Por sus características, las opciones son los de la National Association of Security Dealers (Nasdaq) o el New York Stock Exchange (NYSE). Fuentes bursátiles estiman que, si la OPI se manejan como una subasta en el ciberespacio –como los remates de eBay-, su ámbito natural será el Nasdaq.
En cuanto a la OPI en sí, los avalantes son Morgan Stanley y Crédit Suisse First Boston. Algunos analistas esperan que, al cabo de la subscripción, el paquete alcance US$ 20.000 millones en valor de mercado; si no más. Esto por las peculiares características de una colocación por Internet, canal que firmas como Merrill Lynch o Goldman Sachs consideran poco transparente y muy riesgoso.
Un factor de incertidumbre se refiere al nuevo servicio que ofrece la firma, un correo electrónico (g-mail) adaptado al servicio y su espectro de usuarios. En primer lugar y a diferencia de Yahoo! o MSN (Microsoft), g-mail no sabe aún nada de sus usuarios potenciales. En segundo lugar, éstos no saben que hará Google con los mensajes. Si, por ejemplo, los archivase por tiempo indeterminado, podrían surgir amenazas a la privacidad del público.
La firma todavía no ha elegido panel. Por sus características, las opciones son los de la National Association of Security Dealers (Nasdaq) o el New York Stock Exchange (NYSE). Fuentes bursátiles estiman que, si la OPI se manejan como una subasta en el ciberespacio –como los remates de eBay-, su ámbito natural será el Nasdaq.
En cuanto a la OPI en sí, los avalantes son Morgan Stanley y Crédit Suisse First Boston. Algunos analistas esperan que, al cabo de la subscripción, el paquete alcance US$ 20.000 millones en valor de mercado; si no más. Esto por las peculiares características de una colocación por Internet, canal que firmas como Merrill Lynch o Goldman Sachs consideran poco transparente y muy riesgoso.
Un factor de incertidumbre se refiere al nuevo servicio que ofrece la firma, un correo electrónico (g-mail) adaptado al servicio y su espectro de usuarios. En primer lugar y a diferencia de Yahoo! o MSN (Microsoft), g-mail no sabe aún nada de sus usuarios potenciales. En segundo lugar, éstos no saben que hará Google con los mensajes. Si, por ejemplo, los archivase por tiempo indeterminado, podrían surgir amenazas a la privacidad del público.