Ello implica menor valor de la empresa en el mercado, justamente cuando arrecia una disputa entre el CEO, William Clay Ford (hijo) y el alemán Wolfgang Reitzle, jefe de la división coches de lujo (es decir, Volvo y Jaguar), que –se supone- aportará hacia 2005 un tercio de las utilidades del grupo.
El plan no parece funcionar. Ex ejecutivo de Bayerische Motoren Werke, Reitzle ingresó a Ford en 1999 y ahora acaba de renunciar, porque se resistía a depender del director operativo, Nicholas Scheele.
Ello implica menor valor de la empresa en el mercado, justamente cuando arrecia una disputa entre el CEO, William Clay Ford (hijo) y el alemán Wolfgang Reitzle, jefe de la división coches de lujo (es decir, Volvo y Jaguar), que –se supone- aportará hacia 2005 un tercio de las utilidades del grupo.
El plan no parece funcionar. Ex ejecutivo de Bayerische Motoren Werke, Reitzle ingresó a Ford en 1999 y ahora acaba de renunciar, porque se resistía a depender del director operativo, Nicholas Scheele.