(EFE).- El plan de la empresa Ford para la entrega de computadoras personales a cada uno de sus 375.000 empleados en todo el mundo antes de mayo de 2001 se ha topado con problemas por los sistemas de impuestos en distintos países.
La empresa había anunciado en febrero que introduciría a todos sus empleados en el universo cibernético con computadoras Hewlett-Packard, monitores e impresoras.
Cada empleado, asimismo, recibiría acceso a Internet, sin límite de tiempo, por sólo US$ 5 mensuales.
Desde entonces, Ford ha distribuido unas 5.000 computadoras al mes y espera subir la entrega a 7.000 al mes.
Hasta el 28 de julio había entregado equipos a 20.833 empleados y había recibido pedidos por más de 45.000.
Pero en Estados Unidos este programa no se agrega a las cargas impositivas de los empleados porque Ford considera las computadoras como un libro educativo electrónico.
En Alemania, en cambio, el gobierno quiere cobrar un impuesto de unos US$ 500 por cada equipo, por ser considerado como un artefacto que forma parte del patrimonio del contribuyente.
Steve Paschen, supervisor del programa en Ford, dijo al diario USA Today que “cada país tiene una política impositiva diferente y debemos comprender sus leyes fiscales”.
En Estados Unidos, los empleados que reciben las computadoras se comprometen a no venderlas durante tres años.
Cualquier empleado que deje Ford –sea por despido o renuncia– deberá pagar por este concepto una cantidad que guarda relación con la amortización del aparato.
En tanto, la aerolínea Delta, que también va a distribuir computadoras entre su gente, indicó que para diciembre sus 70.000 empleados habrán recibido los equipos cuya distribución anunció la empresa una semana después de que Ford iniciara su programa.
En el caso de Delta, los empleados pagan US$ 12 al mes por las computadoras y con eso obtienen acceso ilimitado a Internet.
(EFE).- El plan de la empresa Ford para la entrega de computadoras personales a cada uno de sus 375.000 empleados en todo el mundo antes de mayo de 2001 se ha topado con problemas por los sistemas de impuestos en distintos países.
La empresa había anunciado en febrero que introduciría a todos sus empleados en el universo cibernético con computadoras Hewlett-Packard, monitores e impresoras.
Cada empleado, asimismo, recibiría acceso a Internet, sin límite de tiempo, por sólo US$ 5 mensuales.
Desde entonces, Ford ha distribuido unas 5.000 computadoras al mes y espera subir la entrega a 7.000 al mes.
Hasta el 28 de julio había entregado equipos a 20.833 empleados y había recibido pedidos por más de 45.000.
Pero en Estados Unidos este programa no se agrega a las cargas impositivas de los empleados porque Ford considera las computadoras como un libro educativo electrónico.
En Alemania, en cambio, el gobierno quiere cobrar un impuesto de unos US$ 500 por cada equipo, por ser considerado como un artefacto que forma parte del patrimonio del contribuyente.
Steve Paschen, supervisor del programa en Ford, dijo al diario USA Today que “cada país tiene una política impositiva diferente y debemos comprender sus leyes fiscales”.
En Estados Unidos, los empleados que reciben las computadoras se comprometen a no venderlas durante tres años.
Cualquier empleado que deje Ford –sea por despido o renuncia– deberá pagar por este concepto una cantidad que guarda relación con la amortización del aparato.
En tanto, la aerolínea Delta, que también va a distribuir computadoras entre su gente, indicó que para diciembre sus 70.000 empleados habrán recibido los equipos cuya distribución anunció la empresa una semana después de que Ford iniciara su programa.
En el caso de Delta, los empleados pagan US$ 12 al mes por las computadoras y con eso obtienen acceso ilimitado a Internet.