Según comunicado de la empresa, que encabezan Luca Montezemolo y Sergio Marchionne, las ganancias netras de enero-marzo ascendieron a € 295 millones. El igual lapso de 2004, hubo pérdidas por € 390 millones. En otras palabras, los pagos de GM evitaron un déficit de € 705 millones, que hiese superado en 81% al rojo de un año antes.
El último trimestral positivo de la firma se registró en julio-septiembre de 2001. Excluyendo imnpuestos y otros rubros, Fita declara € 47 millones de superávit operativo, casi el doble de un año atrás. Los ingresos declinaron 2,4%, a € 10.800 millones, debido a persistentes problemas en la ex Fiat Auto -aporta 46% de las ventas totales-, cuyas entradas bajaron 9,3%.
Sin embargo, esa misma unidad redujo péridas de € 146 a 129 millones. O sea, 11,6%. Ahora bien, descontadno la división autos, las ventas del grupo avanzaron 3,2%.
Si bien los resultados han ido encarrilándose durante la gestión de Marchionne, que pasó a director gerente hace casi un año, aún no es posible revertir los problemas de la ex Fiat Auto (“Powertrain technologies” suena impresionante, pero no mejora la situación). El declive de Fiat SpA lleva ya más de diez años. A principios de los 90, todavía era la primera automotriz europea.
“Todos seguimos de cerca la suerte de la ex Fiat Auto, porque es la clave de todo el grupo y nadie sabe bien cuál será su suerte”, señala un informe de Deutsche Bank (París). “No hay muchas preocupaciones por el corto plazo pero, en el largo, cunden las incertidumbres”.
Este mes vence la tercera cuota (€ 550 millones y falta una para saldar la cuenta del divorcio. Este costo ha deteriorado la imagen de Richard Wagoner, todavía CEO en GM, y le sirvió a Kirk Kerkorian para amagar un “golpe de estado” vía toma de acciones.
Obviamente, el pago influirá en el estado financiero de Fiat, este trimestre. Le vendrá muy bien la inyección, pues –como ha recordado Montezemolo- el estancamiento económico en Italia y otros socios de la Eurozona “traza un cuadro sombrío para el negocio en toda la región”. Ya en el primer trimestre, el mercado automotor se contrajo 3% en la Unión Europea.
Según comunicado de la empresa, que encabezan Luca Montezemolo y Sergio Marchionne, las ganancias netras de enero-marzo ascendieron a € 295 millones. El igual lapso de 2004, hubo pérdidas por € 390 millones. En otras palabras, los pagos de GM evitaron un déficit de € 705 millones, que hiese superado en 81% al rojo de un año antes.
El último trimestral positivo de la firma se registró en julio-septiembre de 2001. Excluyendo imnpuestos y otros rubros, Fita declara € 47 millones de superávit operativo, casi el doble de un año atrás. Los ingresos declinaron 2,4%, a € 10.800 millones, debido a persistentes problemas en la ex Fiat Auto -aporta 46% de las ventas totales-, cuyas entradas bajaron 9,3%.
Sin embargo, esa misma unidad redujo péridas de € 146 a 129 millones. O sea, 11,6%. Ahora bien, descontadno la división autos, las ventas del grupo avanzaron 3,2%.
Si bien los resultados han ido encarrilándose durante la gestión de Marchionne, que pasó a director gerente hace casi un año, aún no es posible revertir los problemas de la ex Fiat Auto (“Powertrain technologies” suena impresionante, pero no mejora la situación). El declive de Fiat SpA lleva ya más de diez años. A principios de los 90, todavía era la primera automotriz europea.
“Todos seguimos de cerca la suerte de la ex Fiat Auto, porque es la clave de todo el grupo y nadie sabe bien cuál será su suerte”, señala un informe de Deutsche Bank (París). “No hay muchas preocupaciones por el corto plazo pero, en el largo, cunden las incertidumbres”.
Este mes vence la tercera cuota (€ 550 millones y falta una para saldar la cuenta del divorcio. Este costo ha deteriorado la imagen de Richard Wagoner, todavía CEO en GM, y le sirvió a Kirk Kerkorian para amagar un “golpe de estado” vía toma de acciones.
Obviamente, el pago influirá en el estado financiero de Fiat, este trimestre. Le vendrá muy bien la inyección, pues –como ha recordado Montezemolo- el estancamiento económico en Italia y otros socios de la Eurozona “traza un cuadro sombrío para el negocio en toda la región”. Ya en el primer trimestre, el mercado automotor se contrajo 3% en la Unión Europea.