Finalmente, el consejo de administración aprobó el balance 2002 de Fiat SpA, con un déficit total de € 4.200 millones, resultante de haber depreciadas las participaciones en el paquete. LA cabeza del holding registra, a su vez, 2.000 millones de pérdidas netas. Por primera vez desde 1947, no se distribuirán dividendos. En cuanto al pasivo, se ha cumplido el compromiso firmado en julio con los cuatro bancos acreedores (Intesa, SanPaolo IMI, Capitalia, Unicredito) y se ha reducido a € 3.000 millones el endeudamiento neto.
“Más industria y menos finanzas”, es el nuevo lema adoptado por Umberto Agnelli y Giuseppe Morchio, presidente y administrador general del “lingote”. El grupo no sólo se ha desprendido de la aseguradora Toro o la financiera Fidis, sino que –en forma algo inesperada- vuelve al planteo de 2000: “Nos apoyaremos en el eje Fiat-General Motors para relanzar nuestro negocio histórico”, anunció Morchio. Esto irritó a algunos medios, particularmente al “Financial Times”, que cargó las tintas sobre los Agnelli y la situación de Fiat.
El nuevo papel central de GM no depende ya de que ejerza antes de 2004 la opción por 80% de Fiat Auto, tomada al adquirir 20%, el 13 de marzo de 2000. Agnelli señalaba, al respecto, que se avecina “una ronda de negociaciones en máximo nivel para llegar a un nuevo proyecto común”. Aunque el jefe del clan –y de la “caja fuerte” Giovanni Agnelli e Cia, que próximamente cambiará el nombre de pila por “Umberto”- no dio explicaciones, analistas en Turín y Detroit estiman que el futuro esquema abarcará Ferrari, Lancia y Alfa Romeo. Sea como fuere, queda año y medio antes de que venza el plazo de la opción para GM. Después, el gigante norteamericano todavía podrá postergarla hasta febrero de 2008. Entretanto, Umberto se da tiempo para consolidar su hegemonía y, quizá, convertir en figura decorativa a John Philip Elkann, nieto de Giovanni.
Finalmente, el consejo de administración aprobó el balance 2002 de Fiat SpA, con un déficit total de € 4.200 millones, resultante de haber depreciadas las participaciones en el paquete. LA cabeza del holding registra, a su vez, 2.000 millones de pérdidas netas. Por primera vez desde 1947, no se distribuirán dividendos. En cuanto al pasivo, se ha cumplido el compromiso firmado en julio con los cuatro bancos acreedores (Intesa, SanPaolo IMI, Capitalia, Unicredito) y se ha reducido a € 3.000 millones el endeudamiento neto.
“Más industria y menos finanzas”, es el nuevo lema adoptado por Umberto Agnelli y Giuseppe Morchio, presidente y administrador general del “lingote”. El grupo no sólo se ha desprendido de la aseguradora Toro o la financiera Fidis, sino que –en forma algo inesperada- vuelve al planteo de 2000: “Nos apoyaremos en el eje Fiat-General Motors para relanzar nuestro negocio histórico”, anunció Morchio. Esto irritó a algunos medios, particularmente al “Financial Times”, que cargó las tintas sobre los Agnelli y la situación de Fiat.
El nuevo papel central de GM no depende ya de que ejerza antes de 2004 la opción por 80% de Fiat Auto, tomada al adquirir 20%, el 13 de marzo de 2000. Agnelli señalaba, al respecto, que se avecina “una ronda de negociaciones en máximo nivel para llegar a un nuevo proyecto común”. Aunque el jefe del clan –y de la “caja fuerte” Giovanni Agnelli e Cia, que próximamente cambiará el nombre de pila por “Umberto”- no dio explicaciones, analistas en Turín y Detroit estiman que el futuro esquema abarcará Ferrari, Lancia y Alfa Romeo. Sea como fuere, queda año y medio antes de que venza el plazo de la opción para GM. Después, el gigante norteamericano todavía podrá postergarla hasta febrero de 2008. Entretanto, Umberto se da tiempo para consolidar su hegemonía y, quizá, convertir en figura decorativa a John Philip Elkann, nieto de Giovanni.