A sólo € 8,28, esta mañana el papel Fiat volvía
al precio registrado el 3 de marzo de 1985. Por la tarde, directivos del holding
y representantes gremiales se reunían para discutir un nuevo plan de
8.000 despidos y suspensiones. Por otra parte, se ha confirmado que el grupo
tuvo el primer ejercicio anual en rojo desde 1993, a causa justamente de la
división Fiat Auto.
En el plano financiero, la firma debe intensificar esfuerzos para cumplir el
programa convenido con sus acreedores, suscripto a fines de mayo con Intesa,
Capitalia, San Paolo IMI y Unicredito. Su cláusula
clave: a fines de año, el endeudamiento debe haberse recortado de €
6.600 a no más de 3.000 millones (55%). A cambio de ello, los bancos
aportarán € 3.000 millones comprando acciones que se emitan en el
futuro, o sea ampliando el capital social, y dando una garantía solidaria
por tres años.
Hasta el momento, Fiat SpA ha cedido Teksid (aluminio, 100%),
algunas divisiones de Magneti Marelli, 34% de Ferrari, 51% de
Fidis y 14% de Italenergia. Las dos últimas participaciones
fueron vendidas a los propios acreedores. Pero, según un informe difundido
hoy por la calificadora Moody´s, General Motors -que tiene
20% de Fiat Auto– debiera ejercer ya mismo la opción por el restante
80%, prevista en el acuerdo de 2000. Ello entrañaría alrededor
de € 6.000 millones de ingresos para el holding italiano, pero su
presunta contrapartida parece difícil de digerir para el gobierno y la
sociedad: se dice que GM prescindiría de 20.000 a 30.000 personas.
Como en tantas empresas han crecido como organizaciones de familia, sin haber
superado ese modelo a tiempo, los problemas de Fiat desbordan los aspectos financieros.
"Eliminar puestos y suspender personal ayuda a bajar costos, pero no basta.
Ahora es tiempo -afirma la banca mayorista WestLB Panmure– de innovar,
incorporar tecnología, mejorar diseños y recobrar una importante
masa perdida de compradores". Casi repitiendo opiniones emitidas hace meses
por Susanna Agnelli, WLB-P recuerda las exitosas experiencias de Alfa
Romeo, Ferrari (dos marcas de Fiat) y Volkswagen.
Frente a una crisis, en 1992 la automotriz alemana puso de CEO al ingeniero
Ferdinand Piech y le "robó" a GM una estrella, José
López Arriortúa. "El primero ideó nuevos modelos,
el segundo redujo costos. En rigor, VW afronta hoy dificultades porque ha dejado
de renovar sus autos. Tanto alemanes como italianos precisan otro Piech y otro
Arriortúa. Máxime considerando, como lo hacen BMW, Daimler
y los franceses, que en algún momento de 2003 la Unión Europea
volverá a expandirse y demandará coches nuevos".
A sólo € 8,28, esta mañana el papel Fiat volvía
al precio registrado el 3 de marzo de 1985. Por la tarde, directivos del holding
y representantes gremiales se reunían para discutir un nuevo plan de
8.000 despidos y suspensiones. Por otra parte, se ha confirmado que el grupo
tuvo el primer ejercicio anual en rojo desde 1993, a causa justamente de la
división Fiat Auto.
En el plano financiero, la firma debe intensificar esfuerzos para cumplir el
programa convenido con sus acreedores, suscripto a fines de mayo con Intesa,
Capitalia, San Paolo IMI y Unicredito. Su cláusula
clave: a fines de año, el endeudamiento debe haberse recortado de €
6.600 a no más de 3.000 millones (55%). A cambio de ello, los bancos
aportarán € 3.000 millones comprando acciones que se emitan en el
futuro, o sea ampliando el capital social, y dando una garantía solidaria
por tres años.
Hasta el momento, Fiat SpA ha cedido Teksid (aluminio, 100%),
algunas divisiones de Magneti Marelli, 34% de Ferrari, 51% de
Fidis y 14% de Italenergia. Las dos últimas participaciones
fueron vendidas a los propios acreedores. Pero, según un informe difundido
hoy por la calificadora Moody´s, General Motors -que tiene
20% de Fiat Auto– debiera ejercer ya mismo la opción por el restante
80%, prevista en el acuerdo de 2000. Ello entrañaría alrededor
de € 6.000 millones de ingresos para el holding italiano, pero su
presunta contrapartida parece difícil de digerir para el gobierno y la
sociedad: se dice que GM prescindiría de 20.000 a 30.000 personas.
Como en tantas empresas han crecido como organizaciones de familia, sin haber
superado ese modelo a tiempo, los problemas de Fiat desbordan los aspectos financieros.
"Eliminar puestos y suspender personal ayuda a bajar costos, pero no basta.
Ahora es tiempo -afirma la banca mayorista WestLB Panmure– de innovar,
incorporar tecnología, mejorar diseños y recobrar una importante
masa perdida de compradores". Casi repitiendo opiniones emitidas hace meses
por Susanna Agnelli, WLB-P recuerda las exitosas experiencias de Alfa
Romeo, Ferrari (dos marcas de Fiat) y Volkswagen.
Frente a una crisis, en 1992 la automotriz alemana puso de CEO al ingeniero
Ferdinand Piech y le "robó" a GM una estrella, José
López Arriortúa. "El primero ideó nuevos modelos,
el segundo redujo costos. En rigor, VW afronta hoy dificultades porque ha dejado
de renovar sus autos. Tanto alemanes como italianos precisan otro Piech y otro
Arriortúa. Máxime considerando, como lo hacen BMW, Daimler
y los franceses, que en algún momento de 2003 la Unión Europea
volverá a expandirse y demandará coches nuevos".