Endesa: ahora, E.On se une a Goldman Sachs y asalta a Enel

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Ente nazionale elettricità y Mediobanca se cernían sobre 26,2% del paquete Endesa. Eso llevaba a una oferta hostil por encima de la hecha por la gigante alemana E.On. Pero ésta reacciona, en combinación con Goldman Sachs.

“Es un plan de rescate espectacular”, sostiene Wulf Bernotat, director ejecutivo de E.On. Ante la blizkrieg de Enel, ahora los alemanes lanza una oferta por 100% de Endesa, recalentando un proceso que cierra el jueves 29. Pero, al mismo tiempo, quieren tomar 25% de Enel, con lo cual tendían un pie en cada extremo.

En los papeles, la noche del jueves Enel controlaba 21,6% de las acciones. Pero la última oferta en efectivo de E.On (fin de enero) sigue siendo récord sectorial: € 41.000 millones. Sólo que, la semana pasada, los cambios en la ecuación accionaria la dejaban en el aire y el proceso empezaba a crear desconfianza en la Comisión Europea.

El problema era que a la repentina propuesta de Enel por 21,6% se sumó la de Mediobanca por 4,6%. Ambos movimientos respondían a un pacto secreto entre José Luis Zapatero y Romano Prodi (que afronta severos aprietos parlamentarios) para cerrarle el camino a E.On.

Participaba en la maniobra otro accionistas de la firma española, la financiera Acciona (23%). En grupo, aliándose a los italianos desplazaban a los alemanes aunque, al mismo tiempo, desecharían una suma que Endesa no vale.

Por su parte, esta compañía se debate entre el alza de primas para adquisiciones (la actividad quedará derregulada en la Unión Europea desde julio) y la intervención de gobiernos o políticos del área, empeñados en inventar salvar “campeones nacionales”. Otra señal de que la globalización es un fenómeno comercial –no tanto, debido a los subsidios agrícolas-, bursátil o financiero. No de la economía real.

En rigor, E.On precisa a Endesa por su proyección a mercados en desarrollo de Latinoamérica y Europa oriental. Hasta ahora, el grupo germano es fuerte en Estados Unidos (lidera la zona central), Gran Bretaña, Europa central y Escandinavia. Ahora, hay hasta el jueves 29 para el desenlace de la guerra y algunos esperan una intervención de Bruselas.

Sea como fuere, la guerra real no se libra en el paquete accionario, sino en un plano político. Sólo E.On en una compañía privadas. Enel lo parece, pero lo controla el estado italiano vía “acción de oro” (derecho a veto), situación casi idéntica a la de Endesa, que es privada sólo fuera de España. A partir del sábado, el ingreso de Goldman Sachs a la batalla convierte lo de E.On en oferta hostil y prepara el terreno para una intervención de la CE.

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“Es un plan de rescate espectacular”, sostiene Wulf Bernotat, director ejecutivo de E.On. Ante la blizkrieg de Enel, ahora los alemanes lanza una oferta por 100% de Endesa, recalentando un proceso que cierra el jueves 29. Pero, al mismo tiempo, quieren tomar 25% de Enel, con lo cual tendían un pie en cada extremo.

En los papeles, la noche del jueves Enel controlaba 21,6% de las acciones. Pero la última oferta en efectivo de E.On (fin de enero) sigue siendo récord sectorial: € 41.000 millones. Sólo que, la semana pasada, los cambios en la ecuación accionaria la dejaban en el aire y el proceso empezaba a crear desconfianza en la Comisión Europea.

El problema era que a la repentina propuesta de Enel por 21,6% se sumó la de Mediobanca por 4,6%. Ambos movimientos respondían a un pacto secreto entre José Luis Zapatero y Romano Prodi (que afronta severos aprietos parlamentarios) para cerrarle el camino a E.On.

Participaba en la maniobra otro accionistas de la firma española, la financiera Acciona (23%). En grupo, aliándose a los italianos desplazaban a los alemanes aunque, al mismo tiempo, desecharían una suma que Endesa no vale.

Por su parte, esta compañía se debate entre el alza de primas para adquisiciones (la actividad quedará derregulada en la Unión Europea desde julio) y la intervención de gobiernos o políticos del área, empeñados en inventar salvar “campeones nacionales”. Otra señal de que la globalización es un fenómeno comercial –no tanto, debido a los subsidios agrícolas-, bursátil o financiero. No de la economía real.

En rigor, E.On precisa a Endesa por su proyección a mercados en desarrollo de Latinoamérica y Europa oriental. Hasta ahora, el grupo germano es fuerte en Estados Unidos (lidera la zona central), Gran Bretaña, Europa central y Escandinavia. Ahora, hay hasta el jueves 29 para el desenlace de la guerra y algunos esperan una intervención de Bruselas.

Sea como fuere, la guerra real no se libra en el paquete accionario, sino en un plano político. Sólo E.On en una compañía privadas. Enel lo parece, pero lo controla el estado italiano vía “acción de oro” (derecho a veto), situación casi idéntica a la de Endesa, que es privada sólo fuera de España. A partir del sábado, el ingreso de Goldman Sachs a la batalla convierte lo de E.On en oferta hostil y prepara el terreno para una intervención de la CE.

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