En medio de una crisis, Volkswagen ve difícil el futuro

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La firma que ahora dirige Wolfgang Berhard afronta investigaciones judiciales, persistente baja de ventas en dos mercados claves (Estados Unidos, China) y un problema de imagen institucional. No es poco.

“No vamos a cerrar ya plantas europeas con capacidad ociosa. Pero una parte del grupo puede extinguirse si no detenemos el retroceso de ventas en el resto del mundo”. Así admitió, para azoro de accionistas e inversores –y ante el silencio de su aparato mundial de medios-, el nuevo presidente ejecutivo del grupo, en su primera presentación pública. Varios analistas interpretan esas palabras como advertencia indirecta: si las cosas no mejoran, habrá fábricas y filiales en peligro.

Bernhard ofreció el miércoles una visión desangelada en el corto plazo. Señalò que las ventas de la marca Volkswagen. Observó que la marca VW había perdidod ventas por 5% en el primer trimestre y quizá continúe la tendencia en el segundo. Los retrocesos se dieron esencialmenteen Estados Unidos y China (segundo mercado que tiene el grupo en el mundo).

Ello pese a haber puesto en plaza, en los últimos dos años, nuevas versiones de algunos modelos. “Las variantes presentadas tienen el mismo defecto que las anteriores: son poco interesantes –sostiene la revista francesa Nitro- y difíciles de diferenciar entre sí. Sólo se venden bien en mercados periféricos”.

Por supuesto, Berbhard tiene un programa para recobrar utilidades -quiere aumentarlas en US$ 5.000 millones para 2008-, apoyándose en rebajas de costos (o sea, más de lo mismo). El directivo no cuesnta con antecedentes que entusiamisa: Volkawagen lo contrató tras haber sido despidido por DaimlerChrysler en 2004.

En enero-marzo de este año, la marca VW representaba 60% de las ventas totales del grupo y experimentó pérdidas por US$ 65 millones. El peso de las plazas externas es tal que, según en propio jerarca, “si no podemos exportar autos fuera de la Unión Europea, nuestras operaciones en la región tienen futuro negro”.

Un síntoma clave es el uso de capacidad instalada. Por un lado, en Volkswagen apenas supera 80%. Por el otro, en Toyota Motor alcanza 93% y 95% en Renault-Nissan. Tampoco será fácil eliminar puestos laborales: en plena época electoral, Alemania muestra 11,6% de desempleo urbano.

“No vamos a cerrar ya plantas europeas con capacidad ociosa. Pero una parte del grupo puede extinguirse si no detenemos el retroceso de ventas en el resto del mundo”. Así admitió, para azoro de accionistas e inversores –y ante el silencio de su aparato mundial de medios-, el nuevo presidente ejecutivo del grupo, en su primera presentación pública. Varios analistas interpretan esas palabras como advertencia indirecta: si las cosas no mejoran, habrá fábricas y filiales en peligro.

Bernhard ofreció el miércoles una visión desangelada en el corto plazo. Señalò que las ventas de la marca Volkswagen. Observó que la marca VW había perdidod ventas por 5% en el primer trimestre y quizá continúe la tendencia en el segundo. Los retrocesos se dieron esencialmenteen Estados Unidos y China (segundo mercado que tiene el grupo en el mundo).

Ello pese a haber puesto en plaza, en los últimos dos años, nuevas versiones de algunos modelos. “Las variantes presentadas tienen el mismo defecto que las anteriores: son poco interesantes –sostiene la revista francesa Nitro- y difíciles de diferenciar entre sí. Sólo se venden bien en mercados periféricos”.

Por supuesto, Berbhard tiene un programa para recobrar utilidades -quiere aumentarlas en US$ 5.000 millones para 2008-, apoyándose en rebajas de costos (o sea, más de lo mismo). El directivo no cuesnta con antecedentes que entusiamisa: Volkawagen lo contrató tras haber sido despidido por DaimlerChrysler en 2004.

En enero-marzo de este año, la marca VW representaba 60% de las ventas totales del grupo y experimentó pérdidas por US$ 65 millones. El peso de las plazas externas es tal que, según en propio jerarca, “si no podemos exportar autos fuera de la Unión Europea, nuestras operaciones en la región tienen futuro negro”.

Un síntoma clave es el uso de capacidad instalada. Por un lado, en Volkswagen apenas supera 80%. Por el otro, en Toyota Motor alcanza 93% y 95% en Renault-Nissan. Tampoco será fácil eliminar puestos laborales: en plena época electoral, Alemania muestra 11,6% de desempleo urbano.

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