El jabón Dove que se consume toda la región se fabricará en una fábrica de Valinhos, San Pablo. Así lo aseguraron los directivos de la firma anglo-holandesa Unilever, en una entrevista realizada por Gazeta Mercantil.
La planta se sumará entonces a las 380 que posee la multinacional y será también el centro de producción de jabones más importante de la firma en todo el mundo.
El proyecto supone una inversión inicial de US$ 20 millones, y permitirá a Brasil generar una contribución positiva en la balanza comercial, que los directivos de Unilever estimaron cercana US$ 22 millones.
Este cálculo se basa en el hecho de que, actualmente la producción de jabones Dove que se consume en Brasil y en América latina proviene de las plantas de procesamiento de Unilever en Alemania y Estados Unidos y representa US$ 16 millones en importaciones.
De concretarse el proyecto de construir en Brasil, todo el abastecimiento para la región se efectuará desde allí, y supondrá a mismo tiempo unos US$ 6 millones en producto exportable.
Las planta podría emplear a 500 personas, entre puestos directos e indirectos, y llegaría a su plena capacidad de producción en un año y medio.
Unilever, que surgió en 1929 de la fusión entre la holandesa Unie y la inglesa Lever Brothers, decidió este año una reestructuración mundial, y parte de ese plan consiste en concentrarse en las marcas globales como Dove.
Debe es un jabón con crema hidratante, que se encuadra dentro de la clasificación premium ya que es un producto dirigido a un público con un alto poder adquisitivo.
Sólo Dove, mueve en el mundo unos US$ 639 millones, cifra que supera el volumen de ventas de todo Unilever en Brasil.
El jabón Dove que se consume toda la región se fabricará en una fábrica de Valinhos, San Pablo. Así lo aseguraron los directivos de la firma anglo-holandesa Unilever, en una entrevista realizada por Gazeta Mercantil.
La planta se sumará entonces a las 380 que posee la multinacional y será también el centro de producción de jabones más importante de la firma en todo el mundo.
El proyecto supone una inversión inicial de US$ 20 millones, y permitirá a Brasil generar una contribución positiva en la balanza comercial, que los directivos de Unilever estimaron cercana US$ 22 millones.
Este cálculo se basa en el hecho de que, actualmente la producción de jabones Dove que se consume en Brasil y en América latina proviene de las plantas de procesamiento de Unilever en Alemania y Estados Unidos y representa US$ 16 millones en importaciones.
De concretarse el proyecto de construir en Brasil, todo el abastecimiento para la región se efectuará desde allí, y supondrá a mismo tiempo unos US$ 6 millones en producto exportable.
Las planta podría emplear a 500 personas, entre puestos directos e indirectos, y llegaría a su plena capacidad de producción en un año y medio.
Unilever, que surgió en 1929 de la fusión entre la holandesa Unie y la inglesa Lever Brothers, decidió este año una reestructuración mundial, y parte de ese plan consiste en concentrarse en las marcas globales como Dove.
Debe es un jabón con crema hidratante, que se encuadra dentro de la clasificación premium ya que es un producto dirigido a un público con un alto poder adquisitivo.
Sólo Dove, mueve en el mundo unos US$ 639 millones, cifra que supera el volumen de ventas de todo Unilever en Brasil.