Según un arreglo con la fiscalía federal de circuito, Filadelfia, Schering-Plough admite un delito –sobornos a dos organizaciones de salud- y abonará US$ 52.500.000 de multa al fisco. También deberá pagar 293 millones en daños y perjuicios civiles, para lo cual ya ha efectuado un cargo contra el balance.
En una presentación al tribunal, la farmoquímica reconoce haber entregado dinero e otorgados otros incentivos a sistemas de salud operados por Cygna Corporation y PacifiCare. Esto significa que los precios de medicamentos comprados por ambos eran inferiores a los facturados oficialmente.
Los fiscales hallaron además pruebas de que S-P había transgredido leyes y normas federales. Básicamente, porque no entregaba productos a Medicare –el programa para gente de escasos recursos o sin cubertura asistencial- a los precios más bajos de plaza, como era su obligación contractual.
Por tanto, la empresa debe rembolsar US$ 53.600.000 en concepto de diferencias. Los pagos a hacer este año suman 231.000.000 y el resto vence en 2005. Pero todo esto prolonga una serie de problemas legales y financieros acentuados por la caída de ventas de Claritin. Esta especialidad “estrella” de S-P dejó de tener patente exclusiva a fin de 2002 y hoy afronta la competencia de genéricos más baratos.
Según un arreglo con la fiscalía federal de circuito, Filadelfia, Schering-Plough admite un delito –sobornos a dos organizaciones de salud- y abonará US$ 52.500.000 de multa al fisco. También deberá pagar 293 millones en daños y perjuicios civiles, para lo cual ya ha efectuado un cargo contra el balance.
En una presentación al tribunal, la farmoquímica reconoce haber entregado dinero e otorgados otros incentivos a sistemas de salud operados por Cygna Corporation y PacifiCare. Esto significa que los precios de medicamentos comprados por ambos eran inferiores a los facturados oficialmente.
Los fiscales hallaron además pruebas de que S-P había transgredido leyes y normas federales. Básicamente, porque no entregaba productos a Medicare –el programa para gente de escasos recursos o sin cubertura asistencial- a los precios más bajos de plaza, como era su obligación contractual.
Por tanto, la empresa debe rembolsar US$ 53.600.000 en concepto de diferencias. Los pagos a hacer este año suman 231.000.000 y el resto vence en 2005. Pero todo esto prolonga una serie de problemas legales y financieros acentuados por la caída de ventas de Claritin. Esta especialidad “estrella” de S-P dejó de tener patente exclusiva a fin de 2002 y hoy afronta la competencia de genéricos más baratos.