Deutsche Bank, otro que quiere comprar (¿Postbank, quizá?)

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Vuelve la fiebre de fusiones y adquisiciones, como si fuese una panacea. Mientras culmina la mayor operación europea –Unicredito + HypoVereins + Bank Austria-, el mayor banco germano busca activos. Dentro o fuera de su país.

Aunque asediado por accionistas que presionan por su retiro, el ambicioso suizo Josef Ackermann se declara “interesado en una adquisición”. No sabe aún cuál, pero el objeto es convertir al DB, su banco, “en una potencia financiera global”. Parece que la Unión Europea le queda chica.

“Estamos dispuestos a tomar bancos en todos los mercados donde ya operamos y también en nuevas plazas”, sostiene Ackermann en una entrevista con el Handelsblatt. No obstante, el directivo tiene una obsesión intentada antes: quedarse con Postbank, subsidiario de Deutsche Post (el correo alemán, hoy privatizado).

Las operaciones transfronterizas regionales son consideradas “cuestiones delicadas” por el Banco Central Europeo, el Bundesbank y otros reguladores. Las hay de tres clases: entre países de la Eurozona, adherentes a la moneda común (por ejemplo, Unicredito-HVB, o sea EuroCredit); entre ellos y el resto de la UE (tal el caso de BSCH-Abbey National); entre países de la UE y otros del continente. Acá no hay casos claros, salvo las participaciones de Eurocredit en Ucrania y los Balcanes, vía Bank Austria.

Amén de cuestiones superficiales pero molestas, esos tipos de F&A tienen dificultades para recortar costos operativos o laborales. Así, en la propia Alemania –cuyo desempleo orilla 12%-, la eliminación de personal bancario es todo un tema político. No obstante, el domingo se formalizó la fusión Unicredito-HVB-Bank Austria, una transacicón por €15.400 millones que dará lugar a EuroCredit.

Aunque asediado por accionistas que presionan por su retiro, el ambicioso suizo Josef Ackermann se declara “interesado en una adquisición”. No sabe aún cuál, pero el objeto es convertir al DB, su banco, “en una potencia financiera global”. Parece que la Unión Europea le queda chica.

“Estamos dispuestos a tomar bancos en todos los mercados donde ya operamos y también en nuevas plazas”, sostiene Ackermann en una entrevista con el Handelsblatt. No obstante, el directivo tiene una obsesión intentada antes: quedarse con Postbank, subsidiario de Deutsche Post (el correo alemán, hoy privatizado).

Las operaciones transfronterizas regionales son consideradas “cuestiones delicadas” por el Banco Central Europeo, el Bundesbank y otros reguladores. Las hay de tres clases: entre países de la Eurozona, adherentes a la moneda común (por ejemplo, Unicredito-HVB, o sea EuroCredit); entre ellos y el resto de la UE (tal el caso de BSCH-Abbey National); entre países de la UE y otros del continente. Acá no hay casos claros, salvo las participaciones de Eurocredit en Ucrania y los Balcanes, vía Bank Austria.

Amén de cuestiones superficiales pero molestas, esos tipos de F&A tienen dificultades para recortar costos operativos o laborales. Así, en la propia Alemania –cuyo desempleo orilla 12%-, la eliminación de personal bancario es todo un tema político. No obstante, el domingo se formalizó la fusión Unicredito-HVB-Bank Austria, una transacicón por €15.400 millones que dará lugar a EuroCredit.

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