De la Rúa, presidente con casi el 50% de los votos

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Escrutado el 63,3% de las mesas, el candidato de la Alianza obtenía anoche el 49,7% de los sufragios. Duhalde, por su parte, alcanzaba el 36,4 y Cavallo el 10,4. “Argentina me eligió para terminar con la corrupción y la impunidad”, dijo el ganador.

Fernando de la Rúa se transformó ayer en el presidente electo de la Nación, luego de obtener casi la mitad de los votos en todo el país y superar con holgura a su contrincante del Partido Justicialista (PJ), el oficialista Eduardo Duhalde. La fórmula de la Alianza (De la Rúa-Alvarez) obtenía anoche, escrutado el 63,3 por ciento de las mesas (en total eran 86.223), 5.989.512 votos, es decir, el 49,7 por ciento de los sufragios. Por su parte, el binomio Duhalde-Ortega conseguía 4.392.890 votos, el 36,4 por ciento. Domingo Cavallo, candidato de Acción por la República (AR), sumaba 416.867 sufragios, es decir, el 3,5 por ciento. Si bien el reconocimiento oficial de la derrota llegó a las 23, a través del ministro del Interior, Carlos Corach, quien felicitó al presidente electo, De la Rúa optó por festejar antes. Pasadas las 21, el sucesor de Carlos Menem aseguró que “la Argentina reclama un cambio y me han elegido para terminar de una vez con la corrupción y con la impunidad, y el que la hace la paga. Mi gestión va a ser de un punto insoslayable, honestidad y transparencia”, afirmó el flamante presidente. En la vereda opuesta, Duhalde admitió su fracaso en las elecciones presidenciales poco antes de la medianoche: “No soy el padre de la derrota”, dijo, y endilgó, sin nombrarlo, parte de la responsabilidad a Menem, a quien le aconsejó que “se dedique a otra cosa”.
(La Nación, Clarín, La Prensa)

Fernando de la Rúa se transformó ayer en el presidente electo de la Nación, luego de obtener casi la mitad de los votos en todo el país y superar con holgura a su contrincante del Partido Justicialista (PJ), el oficialista Eduardo Duhalde. La fórmula de la Alianza (De la Rúa-Alvarez) obtenía anoche, escrutado el 63,3 por ciento de las mesas (en total eran 86.223), 5.989.512 votos, es decir, el 49,7 por ciento de los sufragios. Por su parte, el binomio Duhalde-Ortega conseguía 4.392.890 votos, el 36,4 por ciento. Domingo Cavallo, candidato de Acción por la República (AR), sumaba 416.867 sufragios, es decir, el 3,5 por ciento. Si bien el reconocimiento oficial de la derrota llegó a las 23, a través del ministro del Interior, Carlos Corach, quien felicitó al presidente electo, De la Rúa optó por festejar antes. Pasadas las 21, el sucesor de Carlos Menem aseguró que “la Argentina reclama un cambio y me han elegido para terminar de una vez con la corrupción y con la impunidad, y el que la hace la paga. Mi gestión va a ser de un punto insoslayable, honestidad y transparencia”, afirmó el flamante presidente. En la vereda opuesta, Duhalde admitió su fracaso en las elecciones presidenciales poco antes de la medianoche: “No soy el padre de la derrota”, dijo, y endilgó, sin nombrarlo, parte de la responsabilidad a Menem, a quien le aconsejó que “se dedique a otra cosa”.
(La Nación, Clarín, La Prensa)

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