Consejos imperdibles para mujeres emprendedoras

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Emprender, en general, representa pérdidas económicas, trabajar los siete días a la semana, inseguridad y pocas garantías de lograr los objetivos buscados.  Por Ernesto Sandler (*)

Hay que emprender por convicción y no porque está de moda o lo hizo una amiga con cierto éxito. Para emprender por cuenta propia es necesario tener una pasión que quema, empuja y motiva. Pasión que no se puede apagar por más que se tenga un buen trabajo o buen ingreso.

 

Tener una idea motivadora. Una idea que se pueda realizar en la realidad, pues de nada sirven los sueños inviables. Toda idea debe estar acompañada de un manual operativo de cómo lograr ese proyecto que se encuentra en nuestra mente.

 

Tener un plan de negocio, establecer objetivos precisos, desarrollar una estructura de funcionamiento que permita ejecutar el plan y supervisar constantemente los pasos realizados.  Sin planificación no hay emprendimiento que perdure. La improvisación mata toda buena idea.

 

Conocer cuáles son las fortalezas y las debilidades que cada una tiene para resolver mejor las cosas. Hay que aprovechar las fortalezas que nos hacen sobresalir y delegar las actividades en las cuales somos menos eficiente.

 

Apuntalar los talentos naturales con la educación y formación. No se puede emprender ignorando cómo funciona el negocio que se habrá de gestionar. Tampoco se puede emprender desconociendo temas tan relevantes como contabilidad, impuestos, legislación, costos o promoción publicitaria. La cintura para los negocios o las ganas de hacer algo no es suficiente para emprender con éxito.

 

No depender de las opiniones de los amigos y parientes. Normalmente los conocidos íntimos no suelen apoyar nuestros sueños porque les causa envidia o impotencia de no poder realizar los suyos. Es mejor escuchar nuestras emociones y tener confianza plena en nuestras capacidades.

 

No buscar a una amiga como socia. Esta actitud es síntoma de inseguridad y de tener la fantasía de que la amiga será el soporte y contención para alcanzar el éxito. Esto normalmente no ocurre. Lo habitual es que con el tiempo se pierda a la amiga y el negocio no prospere.

 

Superar  los mandatos culturales o familiares negativos que auguran problemas y fracasos. Estos mandatos culturales, muy fuertes en las mujeres, suelen ser una traba muy fuerte para animarse a dar el primer paso. Son mandatos machistas o discriminatorios que alimentan las culpas, las inseguridades y el temor al fracaso.

 

Enfrentar nuestros pensamientos y temores. El peor enemigo para emprender es nuestra mente. Son nuestros pensamientos los que nos sabotean y nos llenan de temores. Hay que erradicar los pensamientos negativos y cargarse de energías positivas que estimulen la pasión. Hay que  limpiar nuestra mente de las malas ondas para atraer solo las energías positivas. Si se piensa mal las cosas saldrán mal. Tampoco hay que rodearse de gente con mala fibra, porque las malas energías afectan el estado de ánimo como una enfermedad.

 

No tener límites al pensamiento y los sueños. Pensar en grandes negocios no cuesta nada y está al alcance de toda mujer mas allá de su condición social o el grado académico logrado. No piense en pequeño porque entonces dará pequeños pasos. No se castigue ni victimice creyendo que no es capaz de alcanzar grandes objetivos.

 

Tener pasión, coraje y perseverancia para llegar al final del camino. Emprender no es para tímidas, temerosas e inseguras. Al emprender hay que tener un fuego interior y fuertes espaldas para soportar muchas adversidades. Las que tienen paciencia y pasión logran sus objetivos.

Saber escuchar a la intuición. Muchas veces los asesores o nuestra propia razón no permiten descubrir claramente cuál es el camino para alcanzar una meta.  En esos casos,  la intuición es una gran ayuda que nos suele guiar de manera acertada. Los grandes emprendedores siempre escuchan atentamente a la intuición. No deje de escuchar la suya cuando enfrente una encrucijada.

 

Priorizar los objetivos y no querer hacer todo a la vez. Aunque las mujeres tienen la condición de hacer muchas cosas al mismo tiempo, es fundamental que sepan priorizar las actividades y las necesidades. No hay que dejarse arrastrar por las urgencias o la presión de la moda. Hay que saber elegir los objetivos y tener la paciencia de esperar sus resultados.

 

Ser flexible para aprovechar nuevas oportunidades. El mercado y las necesidades de la gente cambian constantemente. Sea flexible y este atenta a descubrir nuevas y mejores oportunidades. No se encierre en su plan original y deje pasar un negocio. Pocas son las que pueden decir que llegaron al éxito siguiendo una  línea recta. La mayoría cambio su ruta,  ante nuevas oportunidades, logrando éxitos no previstos.

 

No ser temerosa. Ningún proyecto genial se logra si se no emprende. Las mujeres que se pasan la vida estudiando o tienen siempre una excusa para postergar un emprendimiento, en verdad son temerosas. Le falta lo esencial de una emprendedora que es animarse. El secreto para emprender es comenzar. Hay que dejar de dar vueltas y empezar hoy mismo.

 

El autor es fundador y Ceo de YOUMUJER para internet. Fundador de Utilisima Multimedios.

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