Una complementación entre el grupo que dirige el brasileño de origen árabe Carlos Ghosn y Chrysler sería más productiva. Pero una fusión con GM retornaría ésta al primer puesto mundial, hoy en manos de Toyota Motor. Sea como fuere, sacaría de la absorbida a Roberto Nardelli, un ex Home Depot mal visto en la industria. <br />
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<p> En verdad, CCM (81% del paquete) sólo ha analizado posibilidades de que Nissan-Renault tome una porción minoritaria del paquete Chrysler (el 19% restante sigue en poder de Daimler). Pero nadie sabe exactamente quién inició negociaciones, aunque Detroit apunte a CCM y un esquema de participaciones cruzadas.</p>
<p> Allegados a CCM sostienen que el fondo prefiere a GM ara asumir el control. Ello limitaría riesgos vinculados a la fase inestable del negocio automotor en todo el mundo, consecuencia de la crisis financiera originada en países centrales. Pero, hasta el momento, GM no reúne los fondos requeridos para concretar esa transacción.</p>
<p> Por ese motivo, Cerberus –que aún no cristaliza la compra de Chrysler- mantiene la opción Nissan-Renault. A diferencia de ella, si GM tomase la firma más de 33.000 sobre 66.000 trabajadores irían a la calle. Por el contrario, un acuerdo con la francojaponesa permitiría compartir costos y elencos, amén de estructuras de procuración, diseño, etc. Aparte, Ghosn no busca el control total de Chrysler.</p>

Con éste sí. Con el otro no. Chrysler deshoja la margarita
Aunque Detroit crea que General Motors es la opción más viable para la tercera automotriz, la alianza Nissan-Renault anda dando vueltas. Lo cierto es que el fondo extrabursátil Cerberus Capital Management quiere sacarse un clavo de encima.