Según proyecciones de la junta administradora (directorio), los € 72 millones en efectivo podrán hacer frente a gastos operativos y conexos hasta fines de septiembre. No más allá. En realidad, esos rubros demandarán 90 millones, a menos que empiecen a cerrarse de inmediato oficinas fuera de la Eurozona.
En la actual situación, señalan observadores del negocio, sólo algún salvamento providencial evitará la suspensión de actividades y pagos. Inclusive salariales. El cuadro contable es crítico porque, amén de las cifras señaladas, la empresa muestra posición financiera negativa por €1.715 millones.
Sencillamente, como se lo comunicó al gobierno Giancarlo Cimolo –“administrador delegado”, o sea director ejecutivo-, “antes del día 15 deberá haber acuerdo con los gremios. Luego se definirán las condiciones operativas que permitan acceder a un crédito puente de € 400 millones”. Dicho de otro modo, para sacar de aprietos a una empresa pésimamente gestionada, primero hay que despedir personal y reducir sueldos.
No obstante, la sindicatura italiana ha definido como “inaceptables” las propuestas de Cimolo, cuyo cargo tambalea. Particularmente, el ente descalifica una de ellas: aumentar de 20 a 24 las horas semanales de vuelo, sin paga extra ni tener en cuenta la salud de la tripulación o la seguridad de los pasajeros.
Precisamente, British Airways –detestada rival de Alitalia- vive una crisis de servicios por haber rebajado salarios, beneficios y prestaciones. Lo curioso es que (a) Alitalia haya reclamado para que la empresa británica subiese tarifas y (b) BA se cuente entre las interesadas en un eventual desarme de su competidora italiana.
Según proyecciones de la junta administradora (directorio), los € 72 millones en efectivo podrán hacer frente a gastos operativos y conexos hasta fines de septiembre. No más allá. En realidad, esos rubros demandarán 90 millones, a menos que empiecen a cerrarse de inmediato oficinas fuera de la Eurozona.
En la actual situación, señalan observadores del negocio, sólo algún salvamento providencial evitará la suspensión de actividades y pagos. Inclusive salariales. El cuadro contable es crítico porque, amén de las cifras señaladas, la empresa muestra posición financiera negativa por €1.715 millones.
Sencillamente, como se lo comunicó al gobierno Giancarlo Cimolo –“administrador delegado”, o sea director ejecutivo-, “antes del día 15 deberá haber acuerdo con los gremios. Luego se definirán las condiciones operativas que permitan acceder a un crédito puente de € 400 millones”. Dicho de otro modo, para sacar de aprietos a una empresa pésimamente gestionada, primero hay que despedir personal y reducir sueldos.
No obstante, la sindicatura italiana ha definido como “inaceptables” las propuestas de Cimolo, cuyo cargo tambalea. Particularmente, el ente descalifica una de ellas: aumentar de 20 a 24 las horas semanales de vuelo, sin paga extra ni tener en cuenta la salud de la tripulación o la seguridad de los pasajeros.
Precisamente, British Airways –detestada rival de Alitalia- vive una crisis de servicios por haber rebajado salarios, beneficios y prestaciones. Lo curioso es que (a) Alitalia haya reclamado para que la empresa británica subiese tarifas y (b) BA se cuente entre las interesadas en un eventual desarme de su competidora italiana.