<p>Básicamente, como le explica al McKinsey quarterly, se trata de combinar los planes operativos actuales con proyectos de largo aliento. Eso implica, a su criterio, “ubicar talentos en materia de I&D, monitorear la innovación y expandir la estructura de H-P labs”. Esto ha cambiado los fines de la división, señala Banerji, “Hace cincuenta, sesenta años, los laboratorios del sector privado se financiaban con parte de ingresos monopólicos. Podían darse el lujo de dedicarse a lo básico y ganar premios sin obligación de ser relevantes para los negocios”.<br />
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Hoy, las condiciones económicas son distintas. Si cualquier laboratorio empresario opta por el viejo esquema, o sea la investigación básica, se lo cuestionará por irrelevante. Por otra parte, si se trata de negocios y el trabajo involucra objetivos a un semestre o un año, la unidad se dedica 100% al desarrollo de productos, la gente preguntará “por qué H-P labs tiene quinientas personas haciendo el trabajo de 30.000”. <br />
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En ambas puntas del espectro, “queda cuestionada la política general de I&D. Por eso, en H-P labs –señala el ejecutivo- se adopta el sistema de carteras, cuya meta es un tercio de investigación básica con vistas a uno, dos, tres lustros. Otro tercio apunta a investigaciones de productos existentes, con un horizonte de seis a dieciocho meses y el tercio restante se compone de investigaciones aplicadas con plazo de dos a cinco años”. <br />
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Ahora bien, en la situación presente, ¿qué significa para esta estrategia el acceso a profesionales de todo el mundo? Hewlett-Packard, en efecto, opera laboratorios en Estados Unidos, Canadá, India, China, Rusia e Israel. “No buscamos mano de obra barata. Por ejemplo en mi país, India, sus investigadores trabajan en proyectos relevantes para el subcontinente, difíciles de encarar, por ejemplo, desde California. Asia meridional y oriental representan mil millones de clientes ávidos de innovaciones”. <br />
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Por cierto, desde este lado del Pacífico no es fácil saber qué tipo de celulares o notebooks hará falta para solucionar los problemas del usuario indio. Esta potencia emergente cuenta con 1.100 millones de habitantes. Más de 70% ya usa celulares, pero apenas 5% tiene computadoras personales en sus casas. Por tanto, apunta Banerji, “debemos lograr que las posea el remanente 95%. La cuestión básica no es que los indios no puedan comprárselas: cuestan un promedio de mil dólares, lo mismo que un televisor, y todo el mundo los tiene. También pagan tres mil dólares por coches económicos”. <br />
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Sin duda, la clave no reside en precios ni ingresos familiares, sino en las propias actitudes del cliente local. En este plano, H-P labs (Bangalore) trabaja en el “proyecto valor implícito”, que aplica computación en enjambres al desarrollo de una plataforma. Se trata de una innovación al marketing”.</p>
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Cómo se combina innovación y negocios en Hewlett-Packard
La división de investigaciones y desarrollo, H-P labs, es clave para la compañía Hewlett-Packard. Su director, el indio Prith Banerji, conduce quinientos científicos y técnicos, poco sobre los 30.000. Su meta: innovar a cinco, diez o quince años vista.