<p>“Esta inversión –nadie se había atrevido a calificarla así- formó un puente para la crisis que afrontábamos”, sostuvo el indio. Pandit estaba exponiendo ante un panel parlamentario que revisa el TARP. Leyendo un texto preparado, sin inmutarse, añadió que el aporte de los contribuyentes impidió un colapso. <br />
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En realidad, es rescate fue resuelto por Henry Paulson (entonces secretario de hacienda, hombre de Goldman Sachs), Benjamin Bernanke (Reserva Federal) y Timothy Geithner, director de la RF Nueva York, hoy sucesor de Paulson. “Nadie consultó al contribuyente”, recordaron algunos legisladores presentes. <br />
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El grupo investiga los efectos de los salvamentos. Lo integran cinco personas y lo encabeza Elizabeth Warren (Harvard). Su cometido abarca el uso separado de cada rescate y el del paquete total, US$ 700.000 millones. <br />
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Warren recalcó ante la prensa que Citigroup sigue recibiendo auxilio en forma de “una garantía implícita, relacionada con el 27% que el estado retiene en el paquete accionario”. A su juicio, Washington estaba dispuesto a pagar lo necesario para salvar un banco supuestamente demasiado grande para dejarlo caer. <br />
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Esta garantía tácita hace que, “a ojos del mercado, Citigroup, sin ella la costaría a la entidad muchos más operar y prestarle sería un riesgo superior”. Todavía hoy, empero, la deuda del banco se considera la peor entre sus pares –detalle omitido por Pandit- en el mercad de pases de créditos en peligro de insolvencia, o sea seguros sobre títulos. La tasa para asegurar deuda del Citi a cinco años es US$ 204.000, el triple de JPMorgan Chase.</p>
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Citi agradece al contribuyente por sus US$ 45.000 millones
En gesto casi irónico, Vikram Pandit director ejecutivo de Citigroup- dio las gracias a su salvador, el público norteamericano que paga impuestos. El tercer banco de Estados Unidos es beneficiario del programa pro alivio de activos tóxicos.