El frigorífico marplatense Sadowa se convirtió en una nueva víctima de la crisis ayer (miércoles 14) cuando decidió cerrar sus puertas y dejar a 300 trabajadores sin trabajo, informó hoy el diario La Nación.
Cristian Schaefer, dueño de la empresa, comentó en dialogo con el matutino que, a raíz de los últimos problemas generados por la aftosa y por el cierre de los mercados extranjeros a la carne argentina, debieron cerrar porque “en las últimas 24 horas nos quedamos sin tener a quien venderle”.
El frigorífico faenaba 7.000 animales por mes y su facturación ascendía a US$ 45 millones, de ese total, 70% correspondía a las ventas realizadas al exterior, principalmente a Estados Unidos y Canadá.
Los productos de Sadowa también llegaban a Brasil, Chile y la Unión Europea.
Schaefer responsabilizó a los funcionarios de la cartera agropecuaria por la situación y dijo que como no son los únicos con problemas, a los 300 empleados que se quedan sin trabajo con el cierre de Sadowa, hay que sumarle los 8.000 que restan en un sector que atraviesa una situación más que inestable.
El empresario acusó a los funcionarios, Antonio Berhongaray y Víctor Machinea, de autoexcluirse del mercado estadounidense y no haber hecho lo propio con Canadá y la Unión Europea.
“Esto provocó tal malestar –dijo Schaefer- que mientras la Unión Europea prohibió el ingreso de carne producida a partir del 19 de febrero último, en Canadá sacarán todo lo elaborado a partir del 1º de enero de 2001″.
Hoy se supo que un barco amarrado en el puerto alemán de Hamburgo, con carne argentina a bordo, fue declarado en cuarentena y está siendo inspeccionado por las autoridades alemanas; mientras que en Bélgica, ocurrió lo mismo con varias toneladas de carne nacional.
El frigorífico marplatense Sadowa se convirtió en una nueva víctima de la crisis ayer (miércoles 14) cuando decidió cerrar sus puertas y dejar a 300 trabajadores sin trabajo, informó hoy el diario La Nación.
Cristian Schaefer, dueño de la empresa, comentó en dialogo con el matutino que, a raíz de los últimos problemas generados por la aftosa y por el cierre de los mercados extranjeros a la carne argentina, debieron cerrar porque “en las últimas 24 horas nos quedamos sin tener a quien venderle”.
El frigorífico faenaba 7.000 animales por mes y su facturación ascendía a US$ 45 millones, de ese total, 70% correspondía a las ventas realizadas al exterior, principalmente a Estados Unidos y Canadá.
Los productos de Sadowa también llegaban a Brasil, Chile y la Unión Europea.
Schaefer responsabilizó a los funcionarios de la cartera agropecuaria por la situación y dijo que como no son los únicos con problemas, a los 300 empleados que se quedan sin trabajo con el cierre de Sadowa, hay que sumarle los 8.000 que restan en un sector que atraviesa una situación más que inestable.
El empresario acusó a los funcionarios, Antonio Berhongaray y Víctor Machinea, de autoexcluirse del mercado estadounidense y no haber hecho lo propio con Canadá y la Unión Europea.
“Esto provocó tal malestar –dijo Schaefer- que mientras la Unión Europea prohibió el ingreso de carne producida a partir del 19 de febrero último, en Canadá sacarán todo lo elaborado a partir del 1º de enero de 2001″.
Hoy se supo que un barco amarrado en el puerto alemán de Hamburgo, con carne argentina a bordo, fue declarado en cuarentena y está siendo inspeccionado por las autoridades alemanas; mientras que en Bélgica, ocurrió lo mismo con varias toneladas de carne nacional.