(EFE).- Doce empresas extranjeras, entre ellas las tres mayores firmas petrolíferas del mundo, han presentado sus proyectos a la licitación para construir un gigantesco gasoducto en China, de más de 4.000 kilómetros, que transportará gas natural desde el noroeste del país hasta la próspera franja costera del este.
Con un presupuesto de US$ 14.000 millones estadounidenses de inversión, el gasoducto unirá la remota región de Xinjiang con Shangai, capital financiera y económica del país, donde las necesidades eléctricas de consumo doméstico e industrial se han disparado en los últimos diez años.
Las tres mayores compañías petrolíferas del mundo, Exxon Mobil, Royal Dutch/Shell y British Petroleum, han presentado sus proyectos a Petro China, la primera empresa petrolífera del país, encargada de otorgar la licitación del conducto para gas natural.
Entre las otras empresas interesadas se encuentran la mayor petrolífera de Hong Kong, “Hong Kong & China Gas”; las rusas OAO Gazprom y Energomachexport, la Petroliam Nasional de Malasia; y las japonesas Mitsubishi, Itochu y Nissho Iwai.
Según analistas occidentales, muchas de estas empresas están menos interesadas en la construcción del gasoducto que en la exploración de las reservas de gas y petróleo que, supuestamente, alberga el valle de Tarim, en Xinjiang, provincia limítrofe con Asia Central.
El proyecto, que todavía está pendiente de aprobación por la Comisión Estatal de Planificación y Desarrollo, es una gigantesca obra de ingeniería, que permitirá a China incrementar la oferta energética y mantener el actual ritmo de crecimiento económico en el país, cuyo PIB aumentó en 8% el año pasado.
En la actualidad, China depende del carbón para producir 70% de su energía, pero los anticuados y poco flexibles métodos no pueden adaptarse al ritmo de crecimiento de la demanda.
El Gobierno chino pretende cuadruplicar su consumo de gas natural en los próximos nueve años.
(EFE).- Doce empresas extranjeras, entre ellas las tres mayores firmas petrolíferas del mundo, han presentado sus proyectos a la licitación para construir un gigantesco gasoducto en China, de más de 4.000 kilómetros, que transportará gas natural desde el noroeste del país hasta la próspera franja costera del este.
Con un presupuesto de US$ 14.000 millones estadounidenses de inversión, el gasoducto unirá la remota región de Xinjiang con Shangai, capital financiera y económica del país, donde las necesidades eléctricas de consumo doméstico e industrial se han disparado en los últimos diez años.
Las tres mayores compañías petrolíferas del mundo, Exxon Mobil, Royal Dutch/Shell y British Petroleum, han presentado sus proyectos a Petro China, la primera empresa petrolífera del país, encargada de otorgar la licitación del conducto para gas natural.
Entre las otras empresas interesadas se encuentran la mayor petrolífera de Hong Kong, “Hong Kong & China Gas”; las rusas OAO Gazprom y Energomachexport, la Petroliam Nasional de Malasia; y las japonesas Mitsubishi, Itochu y Nissho Iwai.
Según analistas occidentales, muchas de estas empresas están menos interesadas en la construcción del gasoducto que en la exploración de las reservas de gas y petróleo que, supuestamente, alberga el valle de Tarim, en Xinjiang, provincia limítrofe con Asia Central.
El proyecto, que todavía está pendiente de aprobación por la Comisión Estatal de Planificación y Desarrollo, es una gigantesca obra de ingeniería, que permitirá a China incrementar la oferta energética y mantener el actual ritmo de crecimiento económico en el país, cuyo PIB aumentó en 8% el año pasado.
En la actualidad, China depende del carbón para producir 70% de su energía, pero los anticuados y poco flexibles métodos no pueden adaptarse al ritmo de crecimiento de la demanda.
El Gobierno chino pretende cuadruplicar su consumo de gas natural en los próximos nueve años.