La atención que el mundo occidental presta al creciente apetito de China por los automóviles por lo general se concentra en su relación con el aumento de la dependencia de petróleo extranjero, con la escalada en la demanda de recursos naturales como mineral de hierro, y en el aumento de las emisiones de gases que provocan calentamiento global.
Pero millones de familias chinas, como millones de familias estadounidenses, no hacen esas conexiones. Para ellos, un auto es algo a la vez simple y complicado. Una encuesta realizada en China por Power & Associates calcula que cuatro quintos de todos los autos nuevos en el país son comprado por personas que nunca antes habían comprado un vehículo, ni siquiera usado. Esa proporción se ha mantenido estable durante los últimos cuatro años. Frente a eso, menos de un décimo de los autos nuevos en Estados Unidos es comprada por personas que nunca habían comprado un auto, y menos de 1% de todos los autos nuevos son vendidos a personas que nunca habían comprado auto, nuevo o usado.
El explosivo crecimiento de compradores por primera vez en China empuja las ventas a niveles récord, que crecieron más de 8 veces desde 2000. Por esa razón, China acaba de superar a Japón para convertirse en el segundo mercado automovilístico del mundo detrás de Estados Unidos.
Por eso las preferencias de los compradores en el gran país asiático tienen ampliar consecuencias en todo el mundo. Una de ellas es que hasta quienes compran por primera vez quieren autos de buena calidad.
Los fabricantes nacionales como Geely y Chery, que alguna vez inspiraron temor a Detroit y las automotrices europeas por la posibilidad de convertirse en exportadoras a los mercados occidentales, vieron caer sus ventas el año pasado. Mientras tanto el mercado siguió creciendo a 20% anual. ¿Quiénes se beneficiaron?. Los emprendimientos conjuntos con multinacionales que venden allí autos diseñados en el extranjero: Buick Excelle, Volkswagen Jetta y Toyota Camry. Las expectativas eran que las multinacionales perderían su cuota en el mercado frente a las baratas automotrices locales.
En cambio, los compradores chinos han decidido elegir confort, diseño y confiabilidad en los autos que compran. Por lo tanto, en lugar de planificar para conquistar mercados en el exterior, los fabricantes locales están teniendo que redoblar esfuerzos en su propio mercado.
La atención que el mundo occidental presta al creciente apetito de China por los automóviles por lo general se concentra en su relación con el aumento de la dependencia de petróleo extranjero, con la escalada en la demanda de recursos naturales como mineral de hierro, y en el aumento de las emisiones de gases que provocan calentamiento global.
Pero millones de familias chinas, como millones de familias estadounidenses, no hacen esas conexiones. Para ellos, un auto es algo a la vez simple y complicado. Una encuesta realizada en China por Power & Associates calcula que cuatro quintos de todos los autos nuevos en el país son comprado por personas que nunca antes habían comprado un vehículo, ni siquiera usado. Esa proporción se ha mantenido estable durante los últimos cuatro años. Frente a eso, menos de un décimo de los autos nuevos en Estados Unidos es comprada por personas que nunca habían comprado un auto, y menos de 1% de todos los autos nuevos son vendidos a personas que nunca habían comprado auto, nuevo o usado.
El explosivo crecimiento de compradores por primera vez en China empuja las ventas a niveles récord, que crecieron más de 8 veces desde 2000. Por esa razón, China acaba de superar a Japón para convertirse en el segundo mercado automovilístico del mundo detrás de Estados Unidos.
Por eso las preferencias de los compradores en el gran país asiático tienen ampliar consecuencias en todo el mundo. Una de ellas es que hasta quienes compran por primera vez quieren autos de buena calidad.
Los fabricantes nacionales como Geely y Chery, que alguna vez inspiraron temor a Detroit y las automotrices europeas por la posibilidad de convertirse en exportadoras a los mercados occidentales, vieron caer sus ventas el año pasado. Mientras tanto el mercado siguió creciendo a 20% anual. ¿Quiénes se beneficiaron?. Los emprendimientos conjuntos con multinacionales que venden allí autos diseñados en el extranjero: Buick Excelle, Volkswagen Jetta y Toyota Camry. Las expectativas eran que las multinacionales perderían su cuota en el mercado frente a las baratas automotrices locales.
En cambio, los compradores chinos han decidido elegir confort, diseño y confiabilidad en los autos que compran. Por lo tanto, en lugar de planificar para conquistar mercados en el exterior, los fabricantes locales están teniendo que redoblar esfuerzos en su propio mercado.